Adicción a las compras, cómo evitar tentaciones

Cuando comprar deja de ser una actividad lúdica o para cubrir una carencia, y pasa a convertirse en una necesidad en sí misma, de comprar por comprar, puede que estemos ante un caso de adicción a las compras. Aprende a identificarlo y cómo controlarlo.
Persona adicta a las compras con la mano llena de bolsas
Dr. Juan Moisés de la Serna

Por: Dr. Juan Moisés de la Serna

Doctor en Psicología

Actualizado: 24 de noviembre de 2023

Rebajas, Black Friday, Single day, liquidaciones de stock… En determinas fechas los comercios aprovechan para poner precios más económicos y con ello incentivar el consumo; una buena oportunidad de adquirir los productos que necesitamos a menor precio, pero también es una trampa para aquellas personas que compran de forma compulsiva. Y es que, cuando comprar deja de ser una actividad lúdica o para cubrir una carencia, y pasa a convertirse en una necesidad en sí misma, de comprar por comprar, puede que estemos ante un caso de adicción a las compras. Descubre qué es y por qué se produce, y sobre todo cómo prevenir y tratar este problema.

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¿Qué es el síndrome de la compra compulsiva?

Denominado también como oniomanía o shoppingmanía, el síndrome de compra compulsiva es un tipo específico de alteración del comportamiento, semejante a la adición; por el cual una persona es incapaz de controlar sus tendencias e impulsos que le llevan a comprar. Esta adquisición puede estar fijada en un determinado objeto, bien o servicio, de forma que se tenga una tendencia irrefrenable a adquirir toda clase de zapatos o bolsos, por poner un ejemplo; o puede estar asociada al hecho de comprar por comprar, sea el producto que sea.

Las personas con este síndrome a menudo compran cosas que no necesitan y a veces no pueden permitirse, lo que puede llevar a problemas financieros significativos.

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La personas más expuestas a esta adicción a las compras son los vulnerables jóvenes, que se encuentran en una etapa de formación, y donde cobra especial importancia la aceptación social y la pertenencia al grupo, siendo sus iguales su referente sobre lo que es adecuado y lo que no. Precisamente a esta edad, y en particular en las mujeres, es donde se encuentran la mayoría de los casos de compra compulsiva; y en especial, en aquellas que tienen mayores posibilidades económicas.

El prototipo de persona que empieza a sufrir la adicción por las compras compulsivas sería una joven de familia con posición económica media alta o alta, que no tiene que dar cuentas sobre lo que gasta, que suele realizar sus compras con amigas de una posición similar, y que le gusta “ir a la moda”, encaprichándose de lo último que sale al mercado. Así que si ves que tu hija empieza a gastar más de la cuenta, cogiendo a veces dinero a escondidas, y que lo tira en caprichos, tienes que plantearte que puede tener un problema de compra compulsiva.

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También puede darse un poco más adelante, por ejemplo si observas que alguna amiga de una edad cercana a los cuarenta suele comprarse todo lo que aparece de su artista o famoso favorito, y además trata de ir a la moda, adquiriendo casi a diario nuevas prendas, que ni siquiera le da tiempo a disfrutar, ya que al día siguiente tiene otro modelo diferente, puede que debamos sospechar que sufra esta patología de compra compulsiva; pues, aunque se inicie en una edad temprana, si no se llega a tratar puede durar toda la vida.

Adicción a las compras

Síntomas de la adicción a las compras

La adicción a las compras no se distingue externamente en nada de la compra normal que realizamos cualquiera de nosotros; por eso, para poder identificar si nos afecta, debemos saber que la diferencia fundamental está en el interior, donde la persona afectada va a mostrar las siguientes manifestaciones o síntomas del síndrome de compra compulsiva:

  • Niveles elevados de ansiedad en centros comerciales y otros lugares de compras. Puede haber una sensación de anticipación o excitación antes de realizar la compra.
  • Impulsivdad en la compra: intrusión de pensamientos que incitan a la persona a comprar. La persona realiza compras de manera impulsiva y a menudo innecesaria.
  • Aparición de deseos de resistirse, con imposibilidad de contener su impulso de realizar compras.
  • Alivio o euforia tras la compra: una vez realizada la compra, se produce una liberación de la tensión y satisfacción. La persona experimenta alivio o una sensación de euforia después de realizar la compra, aunque este sentimiento suele ser temporal.
  • Pasados unos momentos surgen sentimientos de culpa, vergüenza y remordimiento.
  • Dificultades financieras: las compras compulsivas pueden conducir a problemas financieros serios, incluyendo deudas y agotamiento de los ahorros.

  • Problemas en las relaciones y en el trabajo: puede haber conflictos con familiares o problemas en el lugar de trabajo debido al tiempo y dinero dedicados a la compra.

  • Negación del problema: a menudo, quienes sufren del trastorno no reconocen que tienen un problema o lo minimizan.

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Estos impulsos se presentan en el adicto a las compras unas tres o cuatro veces por semana, aunque depende mucho de la disponibilidad de la tentación, y del estado de ánimo de la persona, ya que están muy relacionados con él, dándose sobre todo cuando se encuentra enfadada o frustrada, para levantarse el ánimo e incluso en estados de felicidad, como forma de celebrarlo.

Por otro lado, suele mostrar una distorsionada imagen corporal, con presencia de trastornos de la alimentación.

A diferencia de lo que se pudiese esperar de una persona que adquiere un nuevo producto, estas personas no disfrutan de aquello que han comprado, que normalmente está asociado a mejorar la visibilidad y la apariencia física, debido a los sentimientos de culpabilidad que les surgen con posterioridad, de hecho es frecuente que devuelvan lo adquirido en la tienda, que se lo regalen a alguna amiga o que lo acumulen prácticamente sin usarlo.

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Si eres incapaz de pasar por delante de una tienda sin entrar a mirar si han puesto la nueva temporada, o si han rebajado algo que con anterioridad habías visto que te gustaba, y ya que estás dentro aprovechas para comprar algún artículo, aunque sea un solo detalle que piensas que te vendrá bien, y eso lo haces una y otra vez a lo largo de la semana, puede que estés presentando los primeros síntomas de una compradora compulsiva.

Adicción a las compras

Diagnóstico de la adicción a las compras

Los síntomas específicos antes comentados permiten una clara diferenciación del síndrome de compra copmulsiva con respecto a la actividad de compra diaria, e incluso con aquella que se realiza en época de rebajas u ofertas (tipo Black Friday), donde se incrementa la frecuencia y la cantidad del gasto, pero en ningún caso existe incursión de pensamientos, imposibilidad de control de los impulsos y sentimientos de culpa una vez adquirido el producto, tal y como sí sucede en las personas con adicción a las compras.

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A pesar de que los síntomas descritos surgen por lo general en la adolescencia, sus consecuencias no son tenidas en cuenta hasta pasados varios años, en que la deuda económica acumulada sea suficientemente importante para que afecte a la estabilidad financiera de la persona e incluso a su relación familiar o de pareja. Además, para entonces la conducta de comprar compulsivamente se ha establecido como forma de ser de la persona, lo que va a dificultar el desenganche y con ello el éxito del tratamiento.

Una de las dificultades a la hora de establecer el diagnóstico de la adicción a las compras, va a ser la presencia de síntomas que corresponden a otros trastornos que se pueden presentar a la vez, como trastornos del estado de ánimo (depresión mayor); trastornos del control de impulsos (cleptomanía); trastornos de personalidad (obsesivos-compulsivos) o trastornos de la conducta alimentaria (anorexia o bulimia); e incluso es habitual que la afectada se convierta en consumidora habitual de alcohol o sustancias ilegales.

Perfil de adicta a las compras

Tratamiento de la adicción a las compras

Lo primero que tiene que hacer la persona que padece una tendencia de compra compulsiva, es precisamente reconocer su dependencia, y las consecuencias que ésta tiene en su vida, como en la de los que la rodean. Este paso, que pudiera parecer fácil, es uno de los más difíciles de lograr, ya que la persona buscará cientos de excusas para no asumir su responsabilidad, minimizando el problema, justificándose diciendo que “hay quien compra más que yo”, o que “es sólo un bache temporal”.

Al igual que en otras dependencias, el tratamiento de la adicción a las compras tendrá de incluir una combinación de técnicas que traten de dar respuesta a la situación de ansiedad y los pensamientos intrusivos generados ante la tentación de comprar, como son:

  • Técnicas de relajación y respiración, orientadas a aumentar la sensación de control sobre uno mismo, en situaciones de tentación; así como para controlar la frustración que provoca que no se adquiera el producto objeto de deseo. Técnicas como la meditación de atención plena y los ejercicios de relajación pueden ayudar a manejar el estrés y reducir la impulsividad.
  • Terapias cognitivas, que buscan la identificación de aquellos pensamientos intrusivos que agravan la situación de tensión que se origina delante de un objeto o bien que supone una tentación. Para lo cual será útil llevar un cuaderno encima, en el que se escribirá cuando nos sintamos tentados al pasar por delante de un escaparate o de un centro comercial, apuntando las veces que hemos comprado, así como la cantidad gastada. Todo ello se empleará como línea base sobre la que trabajar para reducirlo hasta niveles normales, en que compremos lo que necesitemos, y de vez en cuando nos podamos dar un capricho si así lo queremos.
  • Técnicas de modificación de conducta, que tratan de reducir las conductas inadecuadas de compra, así como reforzar aquellas orientadas al ahorro y a la selección de productos según su utilidad. Por ejemplo dándole al adicto una cantidad de dinero máxima al día para gastar, y evitando el acceso a cualquier otro dinero, incluidas las tarjetas del banco.
  • Terapia de grupo: los grupos de apoyo, como Compradores Compulsivos Anónimos, pueden ser útiles. Estos grupos proporcionan un entorno de apoyo donde los individuos pueden compartir experiencias y estrategias para superar su adicción.

  • Asesoramiento financiero: dado que la adicción a las compras a menudo conlleva problemas financieros, el asesoramiento financiero puede ser una parte importante del tratamiento. Esto puede incluir aprender a presupuestar, manejar deudas y tomar decisiones financieras más responsables.

  • Medicación: aunque no hay medicamentos específicos para tratar el trastorno de compra compulsiva, en algunos casos, los medicamentos utilizados para tratar otros trastornos, como los antidepresivos, pueden ser útiles. Estos medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas de ansiedad o depresión que a menudo acompañan a la adicción a las compras.

  • Terapia familiar: en algunos casos, puede ser útil involucrar a los miembros de la familia en el tratamiento, especialmente si la adicción a las compras ha afectado significativamente las relaciones familiares.

  • Establecimiento de límites y controles: esto puede incluir establecer límites de gasto, eliminar o restringir el acceso a tarjetas de crédito, y evitar situaciones de tentación, como visitas frecuentes a centros comerciales o el uso excesivo de sitios de compras en línea.

Una de las dificultades actuales añadidas al tratamiento de la adicción a las compras es que se está estableciendo una nueva modalidad de comprador compulsivo, debido al uso de las nuevas tecnologías la persona ahora no necesita desplazarse a un centro comercial para comprar, ya que puede hacerlo desde cualquier dispositivo móvil o desde un ordenador. Algo que se potencia en épocas como el Black Friday. De hecho, la mayoría de las compras online realizadas por mujeres, suelen llevarse a cabo desde el ordenador del trabajo y en horario de oficina.

Mujer con adicción a las compras ante un escaparate

Consejos para prevenir la adicción a las compras

Si te preocupa que puedas sufrir una adicción a las compras, aquí tienes algunos consejos para prevenirlo. Las recomendaciones para no caer en la tentación, en este caso y otras circunstancias en las que exista una adicción conductual en donde la persona “pierde el control” dejándose llevar por sus impulsos, son:

  • Evitar ir por los lugares que estén relacionados con la adicción a las compras, es decir, grandes superficies y establecimientos comerciales que vendan los productos innecesarios que suele comprar más habitualmente.
  • Tratar de no ir solos a dichos lugares cuando por algún motivo se ha de entrar, de forma que la persona con quien se vaya tenga el encargo de avisar de nuestra debilidad cuando nos aproximemos a los objetos deseados.
  • Evitar ir acompañado de esas personas con las que solemos quedar para ir a comprar, ya que ellas agravarán aún más la situación, pues se convierten en incitadoras y cómplices de la tendencia impulsiva por comprar que tenemos, haciendo que sea más difícil controlarse.
  • Establecer unos límites de gasto en función de las posibilidades económicas de cada momento, para no superarlas.
  • Llevar un control exhaustivo de lo que se gasta cada mes, para comprobar que no “se dispara” en ningún momento.
  • No llevar tarjetas de crédito o de débito, ni billetes grandes, para evitar tener la tentación de gastarlos “porque se puede”.
  • Rechazar las líneas de crédito personales y las promociones de fidelización de clientes que ofrecen algunos establecimientos comerciales, para evitar así que te remitan publicidad sobre los productos que más te gustan y con ello que tengas tendencia a ir a comprarlo.
  • Evitar las compras online, ya que la persona está a solas frente a la pantalla, le da cierta sensación de anonimato, y llega a pensar que con aquella compra “no hace mal a nadie”.

Creado: 19 de junio de 2013

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