Tecnoestrés, el coste de abusar de las nuevas tecnologías
Actualizado: 3 de octubre de 2022
La era digital ha traído consigo grandes avances en muchos aspectos, pero también tiene consecuencias negativas. Uno de estos problemas es el tecnoestrés, un tipo de estrés que impide a los afectados gestionar adecuadamente su relación con las nuevas tecnologías. El término fue ideado por el psicoterapeuta Craig Brod en 1984, que lo definía como un trastorno causado por la falta de capacidad para enfrentarse a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) de manera totalmente saludable.
El tecnoestrés provoca un elevado nivel de activación psicológica y fisiológica en el individuo, que puede llegar a afectar a todos los ámbitos cotidianos, especialmente al profesional, por lo que ya ha sido considerado como un riesgo laboral más. Este trastorno se debe a una sobreexposición a Internet, gadgets y aplicaciones con las que estamos en contacto a todas horas mediante el móvil, que siempre nos acompaña, o al usar el ordenador durante toda la jornada de trabajo. Según un estudio de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) estar constantemente rodeados de TIC puede provocar sensación de incapacidad o adicción a ellas.
El tecnoestrés ha empezado a considerarse un riesgo laboral más, porque suele producirse a consecuencia del uso excesivo de tecnologías en el trabajo
Otros problemas que se pueden derivar del tecnoestrés son enfermedades como la gastritis o la hipertensión, así como pérdida de memoria, ansiedad, falta de concentración, tristeza, nerviosismo o depresión. Los síntomas que pueden indicar que se padece tecnoestrés son episodios de irritabilidad, incapacidad ante el funcionamiento de cualquier objeto tecnológico, e incluso el otro lado de la moneda: renuncia a las nuevas tecnologías. Los jóvenes son más proprensos a sufrir este problema, especialmente si trabajan en el sector de la comunicación, las finanzas o la ciencia.
Tipos de tecnoestrés
Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el trabajo de España (INSHT) existen tres tipos de tecnoestrés:
La tecnoadicción, que sufren los individuos con la obsesión por adquirir las últimas novedades en tecnología y estar conectados en todo momento, e incluso en varios dispositivos a la vez. Los síntomas son malestar, tensión y sensación de inseguridad, y algunas personas pueden llegar a abandonar su vida social, ya que prefieren el mundo que se han creado a través de las TIC.
La tecnofatiga, muy similar al síndrome de burnout, consiste en el agotamiento cognitivo y el cansancio a raíz del uso de las tecnologías. Este trastorno incluye el síndrome de la fatiga informativa, que se produce por un exceso de información.
La tecnoansiedad es el rechazo o sentimiento negativo ante las TIC, provocando tensión y malestar si se usan. Las personas con tecnoansiedad se sienten incapaces de gestionar las TIC y sus avances. En este grupo se puede incluir la tecnofobia, el miedo a las tecnologías llevado hasta el extremo de que los afectados se niegan a estar en contacto con éstas, y ni siquiera desean hablar del tema, mostrando incluso una actitud agresiva.
Consejos para evitar el tecnoestrés
Para poder hacer frente al tecnoestrés, los expertos recomiendan realizar una serie de cambios en los hábitos diarios al utilizar las tecnologías, con el objetivo de evitar los problemas producidos por este trastorno. Esos consejos son:
Creado: 6 de septiembre de 2016