Legalizar el mercado de marfil no salvará al elefante africano

Durante el último siglo el aumento de la demanda de marfil ha provocado que el número de elefantes africanos se reduzca en más de un 95%, una cifra que alerta de la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar su extinción.
Elfante africano con los colmillos de marfil cortados
La extinción del elefante africano está cerca si no se combate el mercado.

Si bien a principios del siglo pasado había censados en África casi 5 millones de elefantes, hoy no llegan a contarse ni medio millón de ejemplares en el continente. Y es que, según ha denunciado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) en el marco de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), los cazadores furtivos vendedores de marfil están poniendo en peligro la supervivencia de este animal y es necesario tomar medidas para evitar la extinción del elefante africano.

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Para poner fin a este problema, desde la citada Convención, celebrada en Johannesburgo, se está planteando la posibilidad de legalizar esta práctica con el objetivo de poner fin a la caza furtiva y evitar la extinción del animal. La idea gira en torno a la creación de un mercado legal basado en granjas, lo que proporcionaría, según dicen los partidarios del desarrollo de un comercio legal de marfil, el cese de todas las actividades ilegales y el establecimiento de cuotas sostenibles que se acerquen a la demanda actual que, además, supondrían un incentivo financiero para protegerlos.

Sin embargo, esta propuesta choca frontalmente con un reciente estudio dirigido por David Lusseau, biólogo de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), y publicado en la revista científica Current Biology, que señala que legalizar el comercio de marfil no solo no va a salvar a los elefantes, sino que les conduciría irremediablemente hacia la extinción.

Los cazadores furtivos mataron en África a alrededor de 30.000 elefantes al año entre 2007 y 2014, reduciendo la población a poco más de 400.000 ejemplares

El estudio, que sin duda alimenta el debate propuesto desde la 17ª edición de la CITES, refleja que muchas manadas de elefantes africanos están en serio peligro: los cazadores furtivos mataron alrededor de 30.000 elefantes anualmente entre los años 2007 y 2014, reduciendo la población a poco más de 400.000 ejemplares. Los investigadores estiman que el número de elefantes africanos se ha desplomado más de un 95% durante el último siglo.

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Para los autores del estudio, las razones expuestas en la CITES para la legalización del comercio de marfil no detendrían la caza ilegal de elefantes. Para defender esta tesis, recuerdan lo que sucedió tras la legalización de la caza de ballenas tras la Segunda Guerra Mundial, que no sólo no detuvo la caza furtiva sino que, además, se mantuvo durante décadas. Además, hacen referencia a lo sucedido durante los años 1999 y 2008, cuando pese a la legalización de la caza de elefantes no se detuvo la caza furtiva de los mismos. 

Por último, los investigadores recalcan que el espacio de sostenibilidad es muy reducido, ya que solo se podrían comercializar entre 100 y 150 kilos de marfil al año en base a una población de referencia de 1.360 ejemplares; cifras que distan mucho de la demanda actual del mercado. En base a ello, reclaman centrar los esfuerzos en la reducción de la demanda del consumidor.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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