Subida de la leche: dudas frecuentes
A muchas madres les preocupa el hecho de no poder amamantar a su bebé por falta de leche. Descubre cuándo ‘sube’ la leche, qué hacer si no sucede como esperas o cómo aliviar la congestión del pecho en esta etapa.

¿En qué consiste la 'subida de la leche'?

Dra. María Teresa Romero Rubio

Por: Dra. María Teresa Romero Rubio

Pediatra en el Hospital de Manises (Valencia)

Actualizado: 5 de septiembre de 2022

Una de las mayores preocupaciones de la reciente mamá es todo lo relacionado con la ‘subida de la leche’: cómo y cuándo se produce, si es o no dolorosa, y cómo tiene que actuar en esos primeros días del bebé. Estos momentos iniciales son claves para conseguir una lactancia materna exitosa, así que contar con una buena información previa es la mejor forma de anticiparse a los posibles problemas que puedan surgir. 

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¿En qué consiste la 'subida de la leche'?

Aunque en España se suele denominar 'subida de la leche', en Latinoamérica se conoce como 'bajada de la leche'. Ambos términos, sin embargo, poco tienen que ver con la realidad, ya que la leche no sube ni baja de ningún lado, sino que los cambios hormonales que suceden tras el parto dan lugar a que la glándula mamaria empiece a producir leche in situ.

En realidad, el pecho de la madre se ha estado preparando para este momento prácticamente desde la semana siguiente del embarazo. Casi todas las futuras mamás coinciden en que el primer cambio que empezaron a notar en su cuerpo era el aumento en el volumen y sensibilidad del pecho, a veces incluso antes de saber que ya estaban esperando un bebé. Hacia el final de la gestación los cambios son más evidentes, y no es infrecuente que ocasionalmente se elimine algo de calostro a través del pezón en las semanas previas al parto.

Madre dando el pecho a su hijo

Las hormonas implicadas en la ‘subida de la leche’ son fundamentalmente dos: la prolactina y la oxitocina.

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  • La prolactina es la hormona que estimula a las glándulas mamarias para que empiecen a producir leche. Su nivel es ya elevado durante el embarazo, pero tras el parto se produce un pico elevado que inicia todo el torrente hormonal.

    La producción de prolactina es directamente proporcional a la succión del pezón: a más succión, más estímulo, más prolactina y más producción de leche. Por eso se insiste tanto en que en las primeras horas hay que ponerse al bebé al pecho con frecuencia, ya que la succión continuada aumenta la producción. En cambio, un horario rígido (el clásico y erróneo “cada tres horas”), o no ponerse al bebé con frecuencia al pecho, da lugar a una bajada en su producción. Es la ley de la oferta y la demanda: cuanto más estimulamos, más generamos. Si el bebé succiona poco (y además lo 'engañamos' con biberones y chupetes), la producción será cada vez menor.

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  • La oxitocina: también llamada ‘hormona del amor’ y 'hormona del parto', es la responsable de las contracciones uterinas que se producen durante el parto. Su función en el pecho es la de favorecer la contracción de las fibras musculares que rodean los acinos y glándulas mamarias donde se produce la leche, para facilitar que salga al exterior (“como un exprimidor”).Su producción aumenta también con la succión del pezón. Por ello, en los primeros días tras el parto es posible que la madre note dolor abdominal por pequeñas contracciones uterinas cada vez que el niño mama (los también llamados ‘entuertos’).

    Esto es beneficioso, ya que contribuye a que el útero vuelva poco a poco a su tamaño normal. Por ello, las madres que dan pecho recuperan su figura mucho antes, a veces en un tiempo sorprendente.

Creado: 2 de septiembre de 2013

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