Complicaciones en el posparto que debes vigilar
Después de dar a luz, la madre está expuesta a sufrir diversas complicaciones que conviene saber identificar para ponerles remedio, como diversos tipos de infecciones, hemorragia posparto o inversión uterina.

Qué es una infección puerperal

Actualizado: 23 de marzo de 2023

Una vez parido el bebé, la madre podría enfrentarse a una serie de complicaciones tras el posparto que conviene vigilar inmediatamente para que no lleguen a mayores. Las siguientes son algunas de las complicaciones posparto más comunes: infecciones puerperales, inversión uterina y hemorragia. 

Infección puerperal

Se sospecha que la paciente tiene infección puerperal si su temperatura alcanza 38 ºC o más durante dos días sucesivos tras las primeras 24 horas posparto, y siempre que no haya otras causas aparentes. Las infecciones posparto suelen afectar al aparato genital, y aparecen sobre todo en el útero y la vagina, aunque también pueden producirse infecciones vesicales y renales, mastitis, etcétera. Los síntomas más habituales son, además de la fiebre, sensibilidad del útero, palidez, cefalea, escalofríos, taquicardia, loquios malolientes y malestar general.

Problemas en el posparto

Entre las infecciones posparto más comunes están:

  • Endometritis: o inflamación del endometrio (membrana mucosa que cubre el interior del útero), es más frecuente en las mujeres a las que se les ha practicado una cesárea. La paciente tiene el útero dolorido e hinchado, fiebre, fatiga y taquicardia.
  • Pielonefritis: se produce como consecuencia de una infección renal. Se presenta con malestar general, fiebre alta, dolor lumbar (en uno o ambos riñones) y, en ocasiones, micción dolorosa.
  • Cistitis: infección e inflamación de la vejiga a causa de bacterias, principalmente la Escherichia coli. Sus síntomas habituales incluyen necesidad frecuente de orinar, asociada a sensación de quemazón, y expulsión de pequeñas cantidades de orina en cada micción.
  • Mastitis: es una infección de las mamas que suele aparecer dos o tres semanas después del parto, aunque también puede presentarse durante la primera semana. Se manifiesta con hinchazón, dolor y enrojecimiento del pecho, fiebre y malestar. Se trata generalmente con antibióticos y no es necesario suspender la lactancia, ya que la succión del bebé resulta más eficaz y menos dolorosa para vaciar los senos que un sacaleches.
  • Tromboflebitis: es la inflamación de una vena a consecuencia de una trombosis (afección en la que se forma un coágulo en el interior de una vena, bloqueando el flujo sanguíneo). Existe un riesgo elevado de trombosis tras el parto, debido a que durante el mismo la coagulación de la sangre es superior a lo normal para evitar el exceso de hemorragia. Puede tratarse de una tromboflebitis superficial (que afecta a venas superficiales), o de una trombosis venosa profunda (del sistema venoso profundo, desde los pies hasta la región ileofemoral). Cursa con aumento de la temperatura, hinchazón y dolor en la zona afectada y, en ocasiones, enrojecimiento.
  • Infección de heridas quirúrgicas: en ocasiones se infectan las zonas donde se han practicado incisiones quirúrgicas, como el perineo (episiotomía) y el abdomen (cesárea). En caso de infección aparecen dolor, enrojecimiento y secreciones de pus y otros fluidos en torno a la herida, edema y equimosis.

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Creado: 29 de septiembre de 2010

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