Deporte e higiene íntima
El aumento de la temperatura corporal y de la sudoración, y la fricción que sufren los pies y la zona púbica al realizar ejercicio, hacen necesario extremar la higiene íntima para proteger la piel y evitar infecciones.

Higiene corporal antes y durante el ejercicio

Inma D. Alonso

Por: Inma D. Alonso

Periodista experta en salud y bienestar

Actualizado: 27 de febrero de 2024

Al igual que damos importancia al calentamiento previo, antes de iniciar una actividad deportiva –sea del tipo que sea– debemos seguir una serie de pautas básicas para cuidar la higiene corporal, y especialmente la de la zona íntima, porque la sudoración y el roce de prendas, calzado y material deportivo pueden contribuir a la aparición de infecciones. Mantener una adecuada higiene corporal antes y durante el ejercicio es fundamental para prevenir dichas infecciones, olores desagradables y para sentirse cómodo y seguro mientras se realiza actividad física. 

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Para ello, en primer lugar hay que elegir el calzado y la ropa más adecuados para el ejercicio que vamos a realizar. Es necesario primar la comodidad por delante de las modas y la estética y buscar aquellas prendas elásticas que mejor se adapten a nuestro cuerpo sin que aprieten, porque así podremos centrarnos en el ejercicio y evitaremos las molestias que nos puedan ocasionar la ropa y el calzado, al mismo tiempo que prevenimos la aparición de rozaduras e irritaciones.

También es importante que la ropa transpire bien y que esté confeccionada con el material adecuado para el tipo de ejercicio que vamos a realizar –mejor materiales naturales que sintéticos– y las condiciones meteorológicas, porque no es lo mismo correr que levantar pesas, y tampoco lo es hacer ejercicio en un gimnasio que practicarlo al aire libre.

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Por ejemplo, en el caso de los calcetines es mejor que estén elaborados con algodón (100%) y si realizamos ejercicios en espacios abiertos en cualquier estación del año, buscaremos prendas que sean específicas para épocas de calor y para épocas de frío, como los cortavientos, impermeables, o forros polares.

Recuerda que la ropa y el calzado deportivo son personales e intransferibles. Y con esto no queremos decir que no puedas prestar una prenda a alguien en un momento determinado, pero sí que tengas en cuenta que el intercambio habitual de la ropa deportiva es una potencial fuente de contagio de infecciones.

Otra medida de higiene mientras realizamos ejercicio físico es utilizar una toalla limpia y seca para retirar el sudor, en el caso de que sea excesivo. Una vez finalizado el ejercicio lavaremos tanto la toalla, como el resto de la ropa deportiva utilizada. Recuerda mantenerte bien hidratado para ayudar a tu cuerpo a regular la temperatura y para facilitar la eliminación de toxinas a través del sudor.

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Igualmente, aplicar un desodorante o antitranspirante puede ayudar a controlar el olor durante el ejercicio. Existen productos específicos para deportistas que ofrecen una mayor protección durante actividades físicas intensas.

 

Otra buena idea es tomar una ducha rápida antes de empezar a ejercitarse, ya que puede ayudar a remover bacterias y sudor preexistentes en la piel, reduciendo así el riesgo de malos olores y de infecciones cutáneas.

Tampoco se debe olvidar la higiene de pies, ya que pueden ser una fuente importante de bacterias y hongos, especialmente en deportes que requieren el uso de calzado cerrado. Préstales su debida atención, lava tus pies. 

Como norma general, mantén las manos alejadas de tu cara durante el ejercicio para reducir el riesgo de transferir bacterias y virus a tus ojos, nariz o boca.

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Y para ejercicios al aire libre, aplica protector solar para proteger tu piel de los daños UV, lo cual también forma parte de una buena higiene y cuidado corporal.

Respecto al local o zona donde vayas a realizar ejercicio, especialmente en gimnasios o áreas de ejercicio compartidas, trata de evitar el contacto directo con equipos que no hayan sido limpiados o desinfectados después de su uso por otra persona. Si no es posible, para deportes que requieren el uso compartido de equipo, considera el uso de guantes o cubiertas protectoras, especialmente si tienes arañazos o heridas abiertas en las manos. Si es posible, limpia los equipos de ejercicio antes y después de usarlos con toallitas desinfectantes para minimizar la propagación de bacterias y virus.

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Mantener estas prácticas de higiene no solo contribuye a tu bienestar personal, sino que también favorece un ambiente saludable y seguro para todos en espacios compartidos de ejercicio.

Creado: 30 de enero de 2015

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