Masaje sueco, relax a dos manos
Estrés, dolor de espalda, tensiones, mala circulación… todos estos males tan comunes hoy en día se pueden remediar con un buen masaje sueco, la versión más clásica y efectiva de masaje terapéutico.

Qué es un masaje sueco

Alhelí Quintanilla, periodista

Por: Alhelí Quintanilla

Periodista especializada en bienestar, embarazo e infancia

Actualizado: 19 de abril de 2024

El masaje sueco es un tipo de masaje cuya principal finalidad es eliminar las tensiones y reafirmar músculos y articulaciones. Su efecto tonificante y relajante favorece la circulación sanguínea y linfática y la eliminación de gran número de toxinas, además también ayuda al cuerpo a reencontrar su equilibrio natural.

PUBLICIDAD

Este tipo de masaje es el más habitual para relajar tanto el cuerpo como la mente, y es particularmente beneficioso para personas que sufren de estrés crónico y tensiones relacionadas, ya que ayuda a liberar los nudos musculares y a relajarse. También se utiliza frecuentemente como parte de programas de manejo del dolor y rehabilitación física. Además, el masaje sueco puede ayudar a mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento, contribuyendo a una mejor postura y movilidad general.

Gran parte de los movimientos que lleva a cabo el profesional se realizan en dirección al corazón, y también se utiliza de manera pasiva y activa las articulaciones para mejorar el bienestar del paciente. El masaje sueco se caracteriza por sus movimientos suaves pero firmes sobre los músculos, utilizando aceites o lociones para ayudar a deslizar las manos sobre la piel del paciente. Los principales movimientos incluyen amasamiento, fricción, percusión (también conocida como tapotement), y movimientos de deslizamiento (conocidos como effleurage). Estos movimientos ayudan a calentar y relajar los músculos superficiales y pueden ser ajustados en presión según las necesidades y respuestas del cliente.

PUBLICIDAD

Técnicas del Masaje Sueco

El masaje sueco incorpora diversas técnicas, cada una con un propósito específico, que se caracterizan por su enfoque sistemático y suavidad, diseñadas principalmente para relajar los músculos y mejorar la circulación sanguínea. Esta forma de masaje utiliza principalmente cinco técnicas básicas que se aplican siguiendo un orden específico para maximizar la relajación y los beneficios terapéuticos: 

  1. Effleurage (deslizamientos): son movimientos largos y deslizantes usados para relajar el tejido blando. Se efectúan generalmente al inicio y al final del masaje para calentar y relajar los músculos, comienza desde los hombros o la espalda baja y avanza hacia el corazón para estimular la circulación sanguínea y de la linfa.
  2. Petrissage (amasamiento): esta técnica de amasamiento y compresión utiliza los dedos y las palmas de forma más enérgica, y se centra en los grupos musculares más profundos y en áreas donde se acumula la tensión muscular, como el cuello, los hombros y las piernas. Es beneficiosa para deshacer los nudos musculares y aumentar la circulación local al movilizar los fluidos de las áreas donde el flujo sanguíneo podría estar estancado. 
  3. Friction (fricción): implica movimientos circulares profundos con los dedos, los pulgares o la palma de la mano aplicados en áreas específicas para romper adherencias y realinear el tejido del músculo. Es particularmente útil en áreas con tejido cicatricial o adherencias crónicas.
  4. Tapotement (percusión): consiste en una serie de golpeteos rápidos y rítmicos con el borde de la mano, los puños o los dedos cerrados. Esta técnica estimula la circulación y puede tonificar los músculos, además de ser revitalizante para el cuerpo. Comúnmente usado en la espalda y las áreas más carnosas del cuerpo como los muslos.
  5. Vibration (vibración): movimientos rápidos y temblorosos que el terapeuta realiza con las manos o dedos, que se aplican para estimular áreas particulares del cuerpo, relajar los músculos y estimular la circulación en zonas específicas. Generalmente se utiliza al final del masaje, aplicada en la espalda o las piernas.

PUBLICIDAD

Per Henrik Ling y los orígenes del masaje sueco

El masaje es quizás una de las técnicas curativas más antiguas del mundo: hunde sus raíces en las civilizaciones china, egipcia e hindú, pero, sobre todo, en la greco-romana. Inspirándose en todas ellas, el médico sueco Per Henrik Ling (1776-1839) creó un completo sistema de ejercicios físicos con el objetivo de corregir y fortalecer las deficiencias corporales conocido como ‘sistema Ling del movimiento’, que combinaba ejercicio, masaje y sauna.

Para desarrollar su técnica, Ling se inspiró en sus grandes conocimientos adquiridos en anatomía, educación física, esgrima y en su convencimiento del poder del pensamiento sobre la mente. Y para demostrar la eficacia de sus hallazgos se decidió a fundar en 1814 en Estocolmo el Royal Gymnastics Central Institute.

PUBLICIDAD

Aunque tuvo que pasar un siglo para que su trabajo fuera plenamente reconocido y sus técnicas empleadas, primero en Estados Unidos y, más tarde, en Europa. El enfoque de Ling sobre el tratamiento manual y el movimiento corporal influyó notablemente en los métodos terapéuticos utilizados en la fisioterapia moderna. Así, hoy en día, la mayoría de las modalidades de masaje terapéutico occidental tienen su origen en el masaje sueco

Creado: 23 de julio de 2011

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD