La lactancia materna también reduce el riesgo cardíaco de la madre

Un completo estudio sobre los beneficios de la lactancia materna muestra que el amamantamiento prolongado del bebé reduce el riesgo de que la madre desarrolle enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
La lactancia materna también reduce el riesgo cardíaco de la madre
Amamantar reduce hasta en un 10% el riesgo de enfermedades cardiovasculares maternas a largo plazo.

Aunque algunos expertos en nutrición infantil consideran más correcto hablar de los inconvenientes de la lactancia artificial, tanto para las madres como para sus hijos –y los estudios 'The Burden of Suboptimal Breastfeeding in the United States: A Pediatric Cost Analysis' (2010) o 'Cost Analysis of Maternal Disease Associated With Suboptimal Breastfeeding: Obstet Gynecol' (2013), son dos buenos ejemplos de ello–, que de los beneficios de la lactancia materna, lo cierto es que se continúa investigando acerca de las ventajas que el amamantamiento ofrece para la salud de ambos.

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Una reciente investigación al respecto, que se ha publicado en el Journal of the American Heart Association, la revista científica oficial de la American Heart Association, concluye que amamantar reduce de manera significativa (hasta en un 10%) el riesgo de enfermedades cardiovasculares maternas a largo plazo. Si bien hasta ahora estudios previos sugerían que a corto plazo la lactancia materna beneficiaba a la madre con una mayor y más rápida pérdida de peso tras el embarazo, la reducción de los niveles de colesterol, presión arterial o glucosa tras el parto, o un menor riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, se desconocían los efectos a largo plazo de esta práctica para la salud cardíaca de las mujeres.

El estudio, que ha sido llevado a cabo por científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido), de la Academia China de las Ciencias (CAS, por sus iniciales en inglés), y de la Universidad de Pekín, empleó información detallada sobre el estilo de vida y la historia reproductiva de casi 300.000 mujeres (la mayoría madres) sin enfermedades cardiovasculares previas, procedentes del China Kadoorie Biobanco (CKB), un banco de datos creado para investigar las principales causas genéticas y ambientales de las enfermedades crónicas comunes en la población china.

Las madres que amamantaron a sus bebés al menos dos años redujeron un 18% el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, y un 17% el de accidentes cerebrovasculares

Para evitar errores, los investigadores tuvieron en cuenta factores de riesgo de enfermedad cardiovascular como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, la falta de actividad física, y el tabaquismo. Tras el análisis de los datos observaron que a largo plazo (transcurridos ocho años desde su inscripción en la CKB) casi 17.000 mujeres padecieron algún tipo de enfermedad coronaria, entre las que se incluyen los ataques cardíacos, y algo más de 20.000 sufrieron un accidente cerebrovascular. Las madres que dieron de mamar a sus bebés tenían un riesgo de casi el 10% menos de padecer una enfermedad cardiaca, y de hasta un 8% menos de sufrir un accidente cerebrovascular.

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Prolongar el amamantamiento aumenta la protección cardiovascular

El riesgo de padecer ambas enfermedades variaba en función del tiempo de amamantamiento. Así, entre las madres que daban el pecho a cada uno de sus hijos durante dos años o más, disminuyó hasta un 18% el peligro de sufrir enfermedades del corazón, y en un 17% el de accidentes cerebrovasculares, en comparación con las madres que nunca amamantaron. Por cada medio año más de lactancia materna por hijo se veía una disminución extra de hasta el 4% del riesgo en la primera, y del 3% de la segunda.

Se puede considerar esta evaluación como la más completa realizada hasta la fecha acerca de los efectos de la lactancia materna sobre el riesgo de las principales enfermedades cardiovasculares en la edad adulta. Sin embargo, al tratarse de un estudio observacional, no es posible establecer las pruebas de causa y efecto. Sin embargo, los autores afirman que la explicación puede hallarse en los cambios del metabolismo de la madre tras embarazo y parto.

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Como ha explicado en una nota de prensa el coautor del trabajo, Sanne Peters, perteneciente a la universidad de Reino Unido, el embarazo cambia totalmente el metabolismo de una mujer: durante la gestación se acumula la grasa que proporcionará la energía necesaria para el desarrollo del bebé y su correcta alimentación durante la lactancia, y amamantar al niño podría contribuir a eliminar la grasa almacenada de forma más rápida y eficaz.

La duración de la lactancia materna

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y a partir de entonces continuar con ella complementada con otros alimentos hasta un mínimo de dos años, o hasta que madre e hijo deseen. Resultados de investigaciones como ésta deberían animar a las autoridades sanitarias a informar de forma correcta a las madres acerca de los riesgos de la lactancia artificial, y de las consecuencias beneficiosas para la salud de madre e hijo proporcionadas por el amamantamiento.

Actualizado: 4 de mayo de 2023

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