El ruido del tráfico característico de las grandes ciudades está relacionado con el aumento de los partos prematuros, el bajo peso al nacer de los bebés, e incluso un incremento de la mortalidad en los recién nacidos, según revela una investigación realizada por científicos españoles de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, que se ha publicado en Epidemiology.
Reducir 1 dB(A) el nivel medio de ruido diurno en la capital podría hacer que disminuyera el número de bebés con bajo peso al nacer en un 6,4%, los partos prematuros un 3,2%, y la mortalidad fetal un 6%
El estudio, dirigido por Cristina Linares, se llevó a cabo en la ciudad de Madrid durante los años 2001 a 2009, periodo en el que se produjeron 24.000 partos prematuros (antes de las 37 semanas de embarazo), nacieron alrededor de 23.000 bebés con bajo peso (peso menor a 2,5 kg), y la mortalidad fetal (bebés que nacen muertos o mueren en las primeras 24 horas tras el parto) fue de 1.200 niños.
Según los autores del trabajo, el ruido generado por el tráfico durante el día puede ser un factor de estrés para la embarazada que afecte a la última etapa de la gestación, y han encontrado una asociación significativa entre este tipo de contaminación acústica y un adelanto en el parto, que a su vez se relaciona con menor peso del bebé y, en los casos más graves, que el niño muera.
De acuerdo con las estimaciones de los expertos reducir 1 dB(A) el nivel medio de ruido diurno en la capital podría hacer que disminuyera el número de bebés con bajo peso al nacer en un 6,4%, los partos prematuros un 3,2%, y la mortalidad fetal un 6%. Sin embargo, es importante considerar que, además del ruido, el tráfico de automóviles es una de las principales causas de la contaminación del aire, otro factor que afecta negativamente al desarrollo del embarazo y que también debería limitarse.
