20 de febrero de 2012

La crisis también afecta a nuestra salud visual

La actual crisis económica dura ya el tiempo suficiente como para que se pueda comenzar a hacer balance de su influencia sobre muchos aspectos de la vida cotidiana. No solo controlamos más el gasto en ocio y en bienes que no son de primera necesidad, sino que también restringimos las visitas al dentista y al oftalmólogo, y esto repercute negativamente sobre nuestro bienestar y salud.

Según datos facilitados por el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas las ópticas han visto reducida su facturación un 25 por ciento en los últimos tres años. Sin embargo, se han vendido más

Los especialistas advierten que no actualizar la graduación de las gafas o lentes de contacto con la periodicidad necesaria puede tener serias consecuencias, desde problemas para conducir o para desarrollar correctamente la actividad laboral, hasta fracaso escolar en el caso de los más pequeños, cuando la falta de calidad de la visión disminuye su rendimiento académico. De hecho, la cuarta parte de los niños en edad escolar tienen algún defecto visual que puede afectar a su capacidad de aprendizaje.

Y es que el tipo de graduación generalmente varía con el tiempo; así, las personas con presbicia, por ejemplo, pueden necesitar una revisión aproximadamente cada dos años, mientras que los niños, que están en pleno desarrollo, deben acudir al óptico-optometrista al menos una vez al año. Además, el uso cada vez más frecuente de ordenadores, teléfonos móviles, e-books y tabletas, tanto en el ámbito laboral, como en la escuela o en el hogar, hace que cualquier defecto visual, por leve que sea, pueda ocasionar molestias, que se pueden evitar fácilmente con la corrección visual adecuada.

Fuente: Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas

Actualizado: 31 de marzo de 2020