13 de enero de 2017

La causa del 20% de fallos en reproducción asistida se puede tratar

En el 20% de los casos de fracaso en varios ciclos de reproducción asistida se puede averiguar la causa y tratarla. En caso contrario, recomiendan lograr un embrión de máxima calidad y un ambiente intrauterino óptimo.

Si la fecundación 'in vitro' fracasa reiteradamente se somete a la mujer y a su pareja a un exhaustivo examen para determinar la causa.

Cuando una mujer se somete a técnicas de reproducción asistida y, tras varios intentos, no consigue quedarse embarazada, resulta muy frustrante y desalentador, tanto para la persona o pareja afectadas, como para el equipo de profesionales que han llevado a cabo los procedimientos dirigidos a lograr el nacimiento de un bebé sano. Aunque estos fracasos se deben muchas veces a problemas indeterminados, en un 20% de los casos es posible averiguar la causa y tratarla.

Es frecuente, además, que esta situación provoque problemas emocionales como depresión, o baja autoestima, e incluso, como afirma el Dr. Juan Ordás, especialista en Ginecología y Medicina de la Reproducción en la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, la mujer o su pareja tengan dudas sobre si la técnica se ha realizado de la forma adecuada.

Tras tres ciclos fallidos de fecundación in vitro (FIV) se empiezan a investigar todos los factores que hayan podido interferir en el resultado del procedimiento

Este especialista explica que cuando fracasan tres ciclos de fecundación in vitro (FIV) en los que se han transferido embriones de buena calidad al útero de la mujer sin conseguir su implantación –lo que se conoce como fracaso implantatorio reiterado o fracaso repetido de implantación–, empiezan a investigar todos los factores que hayan podido interferir en el resultado del procedimiento.

De esta forma, se somete a la mujer y a su pareja a un exhaustivo examen, que incluye el estudio de posibles problemas genéticos de ambos progenitores, un análisis del sistema inmune y del endometrio de la mujer, así como de posibles anomalías de ADN de los espermatozoides, o la presencia de ciertas enfermedades que, como la diabetes o trastornos de tiroides, pudieran afectar a la concepción.

El Dr. Orvás asegura que en alrededor del 20% de los casos se encuentra la causa que impide la consecución del embarazo, y es posible tratarla y mejorar los resultados. En el supuesto de que no se llegara a conocer dicha causa, o no fuera posible intervenir sobre la misma, el procedimiento a seguir consiste en obtener un embrión de máxima calidad y el mejor ambiente intrauterino posible para su desarrollo con el fin de obtener la ansiada gestación.

Actualizado: 26 de noviembre de 2019