20 de octubre de 2022

El impacto de la Peste Negra en nuestro sistema inmune aún perdura

La Peste Negra cambió nuestro sistema inmune y la evolución de nuestros genes, una variación que aunque en ese momento era beneficiosa contra la enfermedad, hoy nos ha hecho más susceptibles a enfermedades autoinmunes.

La Peste Negra acabo con entre el 30% y el 50% de la población de la época y se extendió por Europa, norte de África y Oriente medio entre 1346 y 1350. Esta devastadora enfermedad causada por la bacteria Yersinia pestis, provocó una adaptación genética humana a dicha bacteria en los siguientes 400 años, un impacto en nuestro sistema inmune que, aunque en ese momento supuso un cambio positivo clave para protegernos de la infección, a día de hoy parece tener justo el efecto contrario, y hacernos más susceptibles .

Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad McMaster y la Universidad de Chicago (EE.UU.) y publicado en la revista Nature, los cambios en el sistema inmunitario y en la evolución de los genes que provocó la Peste Negra –y que persisten todavía–, han hecho que actualmente seamos más susceptibles a ciertas enfermedades autoinmunes,  como la enfermedad de Crohn.

Para llegar a estas sorprendentes conclusiones, en esta investigación, los autores examinaron las muestras de ADN antiguo de los huesos pertenecientes a más de 500 personas de Londres y Dinamarca que fallecieron antes, durante y después de que la Peste Negra de 1340 arrasará con entre 80 y 200 millones de vidas humanas según distintos cálculos. Se secuenciaron selectivamente un conjunto de 300 genes asociados a la inmunidad, y se señalaron cuatro de ellos que en función de la variante tenían la capacidad de proteger o aumentar la susceptibilidad a la bacteria Yersia pestis.

Un regalo ‘envenenado’ para la descendencia

Además, los investigadores descubrieron dos copias de una variante específica del gen ERAP2 que estaba ligado fuertemente con la supervivencia a la peste. Por tanto, aquellos supervivientes de la pandemia de Peste Negra transmitieron esa variante genética funcional, conocida como rs2549794, a sus hijos.

“Cuando ocurre una pandemia de esta naturaleza, que mata del 30 al 50% de la población, es probable que haya una selección de alelos protectores en humanos, lo que significa que las personas susceptibles al patógeno circulante sucumbirán. Incluso una ligera ventaja significa la diferencia entre sobrevivir o pasar. Por supuesto, los sobrevivientes que están en edad reproductiva transmitirán sus genes”, declara el autor Hendrik Poinar.

“Poseer dos copias de la variante rs2549794 habría hecho que una persona tuviera un 40% más de probabilidades de sobrevivir a la peste negra”

Luis Barreiro, profesor de Medicina Genética y coautor del estudio, ha añadido que “cuando un macrófago se encuentra con una bacteria, la corta en trozos para presentarlos a otras células inmunitarias señalando que hay una infección. Tener la versión funcional del gen, parece crear una ventaja, probablemente al mejorar la capacidad de nuestro sistema inmunitario para detectar el patógeno invasor. Según nuestras estimaciones, poseer dos copias de la variante rs2549794 habría hecho que una persona tuviera un 40% más de probabilidades de sobrevivir a la peste negra que los que tenían dos copias de la variante no funcional”.

No obstante, lo que puede ser un beneficio para la descendencia, se torna a un regalo envenenado cuando los investigadores han descubierto que esa misma variante, concretamente el alelo ERAP2, se asocia hoy a mayor susceptibilidad a ciertos problemas autoinmunes, como la enfermedad de Crohn o la artritis reumatoide.

Todos estos resultados son claves para comprender como las pandemias pasadas contribuyen a los cambios en el sistema inmunitario y cómo influyen en la susceptibilidad a las enfermedades actuales, además, podría ayudar a diseñar nuevos tratamientos más efectivos contra ellas.

Actualizado: 5 de mayo de 2023