Enfermedad de Lyme
El número de casos de la enfermedad de Lyme aumenta progresivamente. Te contamos cómo se produce la transmisión de Borrelia por la picadura de garrapatas y qué antibióticos controlan sus síntomas.

Qué es la enfermedad de Lyme

Por: Dra. Sari Arponen

Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota

Actualizado: 11 de octubre de 2024

Qué es la enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una más de las enfermedades infecciosas transmitidas por garrapatas. Es la primera enfermedad en frecuencia transmitida por estas molestas criaturas en el hemisferio Norte. Un tipo de bacterias espiroquetales llamadas Borrelia se transmiten por la picadura de garrapatas de tipo Ixodes, sobre todo durante los cálidos meses de la primavera y el verano, de aquí le viene también el nombre de borreliosis de Lyme. Se transmite principalmente a través de las picaduras de garrapatas que han adquirido la bacteria al alimentarse de animales infectados, como roedores o ciervos.

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El país con mayor número de casos de enfermedad de Lyme es Estados Unidos, con cerca de medio millón de casos diagnosticados y tratados cada año, aunque también es prevalente en Europa Centra y Occidental y partes de Asia. En España se considera una enfermedad emergente así como una "enfermedad de declaración obligatoria", con un incremento de hospitalizaciones por esta causa en los últimos años.

La manifestación de la enfermedad en su primera fase es el eritema migrans o migratorio, y aparece en el 75% de los afectados. Es una mancha roja que va adquiriendo forma de anillo y que aparece en la zona de la mordedura de la garrapata: muslos, axilas, ingles… Puede llegar a ser muy grande. Con bastante frecuencia aparecen además dolores de cabeza, articulaciones y músculos, fiebre y cansancio.

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En las siguientes fases las bacterias se dispersan por el organismo por vía sanguínea, cutánea o linfática, produciendo nuevos síntomas cutáneos, afectación neurológica, cardíaca o articular. La infección no tratada puede persistir durante meses, o incluso algunos años. Los síntomas neurológicos y cardíacos pueden llegar a ser graves, aunque la mortalidad en general es baja.

Es importante destacar que esta afección puede ser confundida con enfermedades reumáticas, como la fibromialgia o la artritis reumatoide, ya que comparten algunos síntomas. Así, según una investigación publicada en 2024 en la revista Diagnosis, “los síntomas informados por los pacientes, típicos de la fibromialgia, como la fatiga, la disfunción cognitiva y el dolor musculoesquelético, se informan en todas las fases de la enfermedad de Lyme no tratada”.

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Otra revisión de estudios previa también encontró una relación entre la enfermedad de Lyme no tratada y los síntomas característicos del síndrome de fatiga crónica; en concreto: “el deterioro sustancial del nivel de actividad y la fatiga durante más de 6 meses, malestar posterior al esfuerzo y sueño no reparador”. Y una investigación canadiense publicada en PloS One en 2023 realizada en pacientes con enfermedades inflamatorias cuyos síntomas se parecían a los de la enfermedad de Lyme comprobó que tenían marcadores similares.

Orígenes de la enfermedad de Lyme

La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana causada por la bacteria Borrelia burgdorferi. El nombre de la enfermedad proviene de la ciudad de Lyme, Connecticut, donde se identificó por primera vez en 1975. Este descubrimiento ocurrió después de que investigadores indagaran por qué un número inusualmente alto de niños estaban siendo diagnosticados con casos juveniles de artritis reumatoide en esa área, y descubrieron que esta condición estaba asociada a picaduras de garrapatas, particularmente de garrapatas que habían estado en contacto con ciervos y otros animales silvestres. Eventualmente, se identificó la bacteria Borrelia burgdorferi como la causante de la enfermedad. La conexión con las garrapatas llevó a entender que la transmisión de la bacteria se daba a través de la picadura de garrapatas del género Ixodes, comúnmente conocidas como garrapatas de patas negras o garrapatas de los ciervos.

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La bacteria fue aislada por primera vez por Willy Burgdorfer en 1982, lo que llevó a la identificación y al nombre del patógeno. El hallazgo de Burgdorfer clarificó la etiología de la enfermedad y abrió el camino para el desarrollo de diagnósticos específicos y tratamientos efectivos.

No obstante, la enfermedad tiene una historia milenaria. Más de 5000 años atrás, Ötzi, la momia europea más antigua conocida, bautizada como el "Hombre de Hielo" del Tirol, quien fue descubierto en 1991 en los Alpes, entre Italia y Austria, probablemente sufrió de esta enfermedad, o al menos, portaba una cantidad significativa del genoma de la espiroqueta que la causa en lo profundo de sus huesos, según estudios publicados en Science y Nature Communications. Aunque no murió por complicaciones de la enfermedad, el trabajo de un equipo de científicos de la Facultad de Odontología de la Universidad de Toronto sugiere que el hombre de 5.000 años podría haber sufrido pérdida ósea como resultado de su infección.

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Enfermedad de Lyme

Cómo se cura la enfermedad de Lyme

Afortunadamente la mayoría de las personas con enfermedad de Lyme se curan con el tratamiento antibiótico, aunque algunas personas tienen un ‘síndrome post-Lyme’ consistente en cansancio, dolores generalizados y de cabeza, con una duración mayor de 6 meses. Esto sucede en un bajo porcentaje de pacientes. No se sabe exactamente el motivo de su aparición, aunque se piensa que es por un desequilibrio o activación inmunológica.

A otras personas se les diagnostica de ‘enfermedad de Lyme crónica’ sin cumplir los criterios diagnósticos, por presentar dolores generalizados, cansancio, dolor de cabeza, dificultades para concentrarse… Este cuadro no se ha demostrado que sea realmente secundario a una enfermedad de Lyme incluso aunque la serología sea positiva, ni mejora con antibióticos. En estos pacientes se debe realizar un diagnóstico diferencial adecuado con otras enfermedades.

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