11 de febrero de 2019

Desarrollan una terapia génica para prevenir y tratar la clamidia

Una nueva terapia génica, que se administra mediante nanotecnología, logra prevenir –con una tasa de efectividad del 65%– la infección por clamidia, la enfermedad bacteriana de transmisión sexual más común.

La infección por clamidia, que se transmite a través del contacto sexual –vaginal, oral o anal–, está causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, y su tratamiento actual se basa en la administración de antibióticos. Sin embargo, con el incremento de las resistencias a estos fármacos a nivel mundial, cada vez resulta más difícil controlar esta patología y evitar sus posibles secuelas, como la enfermedad inflamatoria pélvica y otros problemas del aparato reproductor que pueden conducir a la infertilidad.

Ahora, un nuevo tratamiento desarrollado por investigadores de la Universidad de Waterloo (Canadá) –que no utiliza antibióticos para combatir la clamidia–, puede ayudar a prevenir esta infección de transmisión sexual gracias a su mecanismo de acción, que se basa en evitar la introducción de bacterias en las células del tracto genital y destruir aquellas que son capaces de penetrar la pared celular.

Nanotecnología para prevenir la infección por clamidia

Se trata de una terapia génica que emplea un pequeño ácido ribonucleico de interferencia (ARNip) dirigido a un gen específico denominado PDGFR-beta en el aparato reproductor femenino, que crea una proteína que se une a la Chlamydia trachomatis. De esta forma, se impide la producción de la proteína que utiliza esta bacteria para introducirse en las células de la piel del tracto genital, y disminuyen las probabilidades de que se desarrolle la infección.

La nueva terapia evita la introducción de bacterias en el tracto genital y destruye aquellas que son capaces de penetrar la pared celular.

En el caso de que la bacteria penetre en las células, esta nueva alternativa terapéutica tiene la capacidad de activar la autofagia, un proceso celular que permite que las células infectadas formen una burbuja alrededor de la bacteria y la destruyan. Para ello, los investigadores utilizaron una nanopartícula con el fin de que el ARNip pudiera acceder a las células de la piel y reducir la expresión de PDGFR-beta.

Los resultados del estudio, que se ha publicado en Scientific Reports, han mostrado que una sola dosis consigue una tasa de éxito del 65% en la prevención de esta enfermedad.

Actualizado: 4 de mayo de 2023