12 de noviembre de 2021

Pacientes recuperados de COVID de más 50 años producen más anticuerpos

Las personas recuperadas de un COVID-19 leve que tienen más de 50 años están más protegidas de la enfermedad que los más jóvenes, pues parece ser que generan un mayor número de anticuerpos contra el SARS-CoV-2.

Haber superado el COVID-19 dota al organismo de una serie de anticuerpos que protegen de un futuro contagio, aunque se sabe que no todo el mundo los genera por igual. Ahora, un estudio realizado por miembros de la Universidad de Montreal (Canadá) ha descubierto que las personas mayores de 50 años que han pasado esta enfermedad causada por el SARS-CoV-2 generan más anticuerpos contra el virus que los de menor edad.

Estos resultados, publicados en la revista Scientific Reports, se obtuvieron tras reclutar el Centro hospitalario de la Universidad de Laval a 32 adultos canadienses entre 14 y 21 días después de haber dado positivo en las pruebas PCR del COVID-19, ninguno de ellos requirió ingreso hospitalario. Se les realizó análisis de sangre para poder medir los niveles de anticuerpos generados tras la infección.

Se encontró que todos habían generado anticuerpos tras pasar la enfermedad, sin embargo, las personas mayores de 50 años produjeron más cantidades que los adultos más pequeños. Esta protección se mantuvo en el torrente sanguíneo 16 semanas tras el diagnóstico, y también reaccionaron a otras variantes posteriores, como la Beta, Delta y Gamma, aunque en menor medida, se redujo del 30% al 50%.

El número de anticuerpos generados tras el COVID-19 era mayor en personas de más de 50 años, y esta protección duró más de 16 semanas

“Pero el resultado que más nos sorprendió fue que los anticuerpos producidos por personas infectadas naturalmente de 50 años o más proporcionaron un mayor grado de protección que los adultos menores de 50 años. Esto se determinó midiendo la capacidad de los anticuerpos para inhibir la interacción de la proteína de pico de la variante delta con el receptor ACE-2 en las células humanas, que es la forma en que nos infectamos. No observamos el mismo fenómeno con las otras variantes”, explica Joelle Pelletier, una de las autoras del estudio.

Más anticuerpos con la vacuna que con la infección natural

La investigación que ha llegado a esta conclusión también pretendía conocer qué método generaba más anticuerpos, si la infección natural con el virus SARS-CoV-2 o la vacunación con Pfizer-BioNTech o AstraZeneca. Los autores encontraron que aquellos que habían sido vacunados tenían anticuerpos mucho más altos que las personas infectadas de manera natural y que eran efectivos también contra la variante delta.

Cuando una persona que ha pasado el COVID-19 de forma leve se vacuna, los niveles de anticuerpos se duplican en comparación con alguien que no se haya vacunado pero si haya superado la enfermedad. Además, también encontraron que estos anticuerpos podrían prevenir mejor la interacción pico-ACE-2, que provoca una enfermedad más grave.

Las personas que han pasado el COVID-19 y se vacunan tienen el doble de anticuerpos que los que superan la enfermedad y no reciben el fármaco

“Pero lo que es aún más interesante, es que tenemos muestras de un individuo menor de 49 años cuya infección no produjo anticuerpos que inhiban la interacción pico-ACE-2, a diferencia de la vacunación. Esto sugiere que la vacunación aumenta la protección contra la variante delta entre personas previamente infectadas por la cepa nativa”, ha aclarado Jean-François Masson, otro de los autores.

Actualizado: 5 de mayo de 2023