22 de mayo de 2018

La dieta mediterránea previene que el cerebro mengüe con la edad

El cerebro de los adultos mayores que consumen una dieta de tipo mediterráneo –rica en frutas, verduras, pescado y cereales integrales– es de mayor tamaño, y sus capacidades cognitivas son mejores.

Con los años el volumen cerebral tiende a reducirse.

Una de las consecuencias del proceso de envejecimiento es una progresiva reducción del volumen cerebral, que se traduce en la pérdida de capacidades cognitivas y un peor funcionamiento del pensamiento, la memoria y la orientación. A partir de los 50 años el sedentarismo contribuye a este encogimiento del cerebro, por lo que realizar ejercicio físico con regularidad puede retrasar el problema pero, además, un nuevo estudio demuestra que los adultos mayores que siguen una alimentación saludable basada en las pautas de la dieta mediterránea tienen cerebros de mayor tamaño.

En la investigación, realizada por científicos del Centro Médico de la Universidad Erasmus en Rotterdam (Países Bajos), participaron 4.213 holandeses (hombres y mujeres), con una media de edad de 66 años, y a los que no se les había diagnosticado demencia. Estas personas completaron un cuestionario informando sobre la frecuencia con la que habían consumido alrededor de 400 alimentos y nutrientes –frutas, verduras, cereales integrales, pescado, lácteos, legumbres, grasas saturadas e insaturadas, sal, carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y alcohol, entre otros– durante el último mes.

Los autores del trabajo, que se ha publicado en Neurology, establecieron una puntuación de 0 a 14 puntos para determinar la calidad de la dieta de los participantes, siendo la dieta más saludable la que se basaban en un mayor consumo de frutas, verduras, nueces, pescado, cereales integrales y lácteos, y con una mínima ingesta de bebidas azucaradas, por lo que se le otorgaron 14 puntos. La dieta promedio de estos individuos obtuvo una puntuación media de 7 puntos.

Una disminución del volumen cerebral de 3,6 milímetros equivale a un año de envejecimiento

Para comprobar cómo afectaba la alimentación a la salud del cerebro, los investigadores analizaron otros factores que influyen sobre el volumen del cerebro como la hipertensión, la actividad física y el tabaquismo, y sometieron a estos voluntarios a pruebas de imagen por resonancia magnética para determinar su volumen cerebral y la posible presencia de lesiones en la materia blanca del cerebro, o de ligeras hemorragias en el interior de este órgano.

Asociaron alimentación saludable con cerebros de mayor tamaño

Las conclusiones del estudio fueron que el volumen cerebral promedio de los individuos evaluados fue de 932 mililitros, y que aquellos que llevaban una dieta saludable tenían cerebros de mayor volumen que los que seguían dietas menos sanas. De hecho, en comparación con las personas cuyas dietas obtuvieron bajas puntuaciones, el cerebro de aquellas con dietas de elevada puntuación era, de media, hasta dos milímetros más grande. Se trata de una diferencia significativa, ya que un volumen cerebral de 3,6 milímetros menor equivale a un año de envejecimiento.

Meike W. Vernooij, la directora del estudio, ha explicado que la asociación entre la dieta saludable y un cerebro con mayor volumen se observó en varios grupos de alimentos, y que ya que existen multitud de complejas interacciones que se pueden producir entre diferentes nutrientes y alimentos, sus hallazgos sugieren que las personas que ingieren una combinación de alimentos más saludables tienen mayor volumen cerebral.

Esta experta ha añadido que los resultados del trabajo no demuestran que llevar una mejor dieta implique que el cerebro tenga que tener mayor volumen, sino que solo muestran una asociación, por lo que se necesitan nuevas investigaciones que confirmen los hallazgos y que permitan analizar cuáles son los mecanismos por los que la alimentación pueden influir sobre el cerebro.

Actualizado: 4 de mayo de 2023