Dr. Ignacio Conget

Consultor sénior de la Unidad de diabetes del Servicio de Endocrinología del Hospital Clinic i Provincial de Barcelona
El Dr. Conget, del Servicio de Endocrinología del Hospital Clinic de Barcelona, nos explica cómo funciona el 'MiniMed 640', un nuevo sistema indicado para pacientes con diabetes tipo 1 con un mal control del azúcar.
Dr. Ignacio Conget
“Los pacientes que han probado el sistema MiniMed 640G valoran como muy positivo el hecho de poder desentenderse de una posible hipoglucemia cuando van a dormir”

30/04/2015

El sistema MiniMed 640G, desarrollado por el laboratorio Medtronic, es un nuevo dispositivo para el tratamiento de la diabetes tipo 1 que, como afirma el Dr. Ignacio Conget, consultor sénior de la Unidad de diabetes del Servicio de Endocrinología del Hospital Clinic i Provincial de Barcelona y coordinador responsable del tratamiento con esta técnica, está especialmente indicado para “pacientes diabéticos que tienen bajadas de azúcar que no pueden controlar, y para aquellos que tienen un control del azúcar malo pese a utilizar otros tratamientos”. El Dr. Conget nos explica cómo funciona este sistema y por qué considera que esta nueva tecnología es un paso fundamental hacia el desarrollo del primer páncreas artificial para los pacientes con esta enfermedad crónica.

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¿En qué consiste exactamente el sistema MiniMed 640G?

Es un dispositivo que combina un infusor de insulina –lo que se conoce como una bomba de insulina– que tiene una nueva interfaz, una pantalla en color, y un menú mucho más sencillo que otros infusores de insulina previos; digamos que es una nueva generación. Además, el sistema MiniMed 640G tiene una prestación que lo hace muy diferente a los dispositivos que había hasta ahora, y que son capaces de pitar, emitir una alarma, o pararse, cuando el azúcar está bajo, pero nada más; mientras que este se detiene antes de que el paciente sufra una hipoglucemia, y cuando detecta que el peligro ha pasado, tiene la capacidad de volver a ponerse en marcha por sí solo. Por primera vez, no solo se para, sino que se pone en marcha solo una vez resuelto el problema y vuelve otra vez a poner insulina al cuerpo.

El sistema MiniMed 640G se detiene antes de que el paciente sufra una hipoglucemia, y cuando detecta que el peligro ha pasado tiene la capacidad de volver a ponerse en marcha por sí solo

Si el final del camino es un páncreas artificial, que significa que el paciente no necesita hacer nada porque el sistema automático lo hace todo, esto sería un poco la mitad del camino. De aquí a unos años se pretende que el sistema también ponga insulina cuando las cifras de azúcar sean altas; que sea capaz de hacerlo no solo entre comidas y por la noche, sino también cuando el paciente come. En este caso a lo mejor el paciente tiene que comunicar al sistema ‘voy a comer’ o ‘voy a hacer ejercicio’, pero el final sería que el paciente no tuviera que hacer absolutamente nada y el dispositivo se hiciera cargo del control del azúcar.

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¿Para qué tipo de pacientes está indicado este dispositivo?

Estamos hablando de un dispositivo que, de entrada, y como cualquier sistema de este tipo, supone un coste adicional, y no es para todo el mundo. Inicialmente está indicado especialmente para los pacientes que tienen bajadas de azúcar que no pueden controlar, y para aquellos que tienen un control del azúcar malo pese a utilizar otros tratamientos. Esas son las dos indicaciones para las cuales ya hay países europeos que financian ese tipo de sistemas en la sanidad pública.

En la presentación del MiniMed 640G se afirma que se trata del sistema más sofisticado del mundo, ¿significa esto que mejora los tratamientos empleados hasta ahora?

No, no en general; para abordar el problema de la bajada de azúcar en los pacientes sin duda. Y, de hecho, ningún otro fabricante tiene un sistema como éste para esos casos, pero evidentemente hay otros fabricantes con infusores de insulina o sensores de azúcar que funcionan, lo que ocurre es que este es el único que existe que combina ambas funciones. Y a día de hoy yo diría que es el dispositivo más sofisticado para abordar el problema de las hipoglucemias en los pacientes con diabetes. Pero sofisticado no significa complejo. Con un adiestramiento que no resulta muy complicado cualquier persona que tenga este problema lo podría utilizar; obviamente requiere un adiestramiento, pero no es en absoluto complejo.

La idea es que los paciente sean cuanto más autónomos mejor y, en cuanto comprobemos que lo hacen bien, que manejen el dispositivo por sí mismos

Supongo que será el médico el que programe el dispositivo de acuerdo con las necesidades del paciente, pero ¿qué seguimiento deberá hacerse después?

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El dispositivo inicialmente lo programan la enfermera y el médico con el paciente, pero nuestra idea es que él lo haga todo, que los paciente sean cuanto más autónomos mejor y, en cuanto comprobemos que lo hacen bien, que ellos manejen el dispositivo por sí mismos. Se trata de un sistema más caro que los convencionales, y al que se le debe sacar un rendimiento, con lo cual hay que dedicar una atención especial a los pacientes con los que se utiliza este tipo de terapias. Es un tratamiento que hay que vigilar más de cerca, pero es algo similar a los pacientes con un trasplante, que hacen las visitas básicamente para comprobar que todo funciona, y en este caso es igual. Eso no significa que no necesiten un seguimiento, porque ya partimos de pacientes más complejos, pero que sean autónomos al manejar el sistema es nuestro objetivo.

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Los pacientes evalúan el sistema MiniMed 640G

Ustedes ya han probado el sistema en algunos pacientes, ¿ha resultado eficaz en todos los casos?

A día de hoy se ha probado en aquellos que tienen hipoglucemias, fundamentalmente por la noche. Y ahí se ha demostrado eficaz. Nosotros tuvimos la oportunidad de probarlo con un grupo de pacientes, pero no para valorar la eficacia, sino para valorar qué evaluación hacían los pacientes del sistema, tanto del infusor, como de la prestación que ya he explicado, y que permite que se pare cuando el azúcar está bajo y se ponga en marcha cuando esto se ha solucionado. Y la impresión es buena; primero porque como le decía como bomba incorpora una interfaz nueva, pantalla en color, unos menús mucho más fáciles de comprender para el usuario… Y en cuanto al sensor, el hecho de que ellos se puedan desentender de la hipoglucemia, sobre todo cuando van a dormir, que es el gran problema que tienen, lo valoraron como muy positivo. Algo por otra parte bastante lógico, porque si por la noche tienes un problema de hipoglucemia que te obliga a levantarte cada dos por tres, te altera la calidad de vida muchísimo. Además, muchos de estos pacientes también tienen dificultades para reconocer una bajada de azúcar, por lo que realmente es un paso adelante.

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¿Cuándo se estima que el sistema estará disponible para los pacientes?

Está disponible desde febrero. El problema es que en el estado español los infusores están aceptados –aunque se usan poco en comparación con el resto de la Unión Europea– pero los sensores de azúcar no están sufragados por el sistema público; a día de hoy no hay una partida de dinero destinada a estos sensores, por lo que son los pacientes los que tienen que correr con los gastos. Actualmente los sensores tienen un costo aproximado de 275-300 € mensuales. Yo creo que si hay una indicación específica, igual que el sistema público asume otros tratamientos, también esto se podría incluir…, aunque entiendo que hay prioridades. Pero en el caso de estos sistemas hay evidencia, y en otros países como Holanda, Suiza, Eslovenia, o Checoslovaquia, han considerado que resulta eficaz. Por esto creo que aquí también habría que hacer un esfuerzo, sobre todo teniendo en cuenta como puede mejorar la calidad de vida de estas personas. De entrada, obviamente, cuando el presupuesto es finito uno tiene que establecer prioridades, pero por supuesto que hay pacientes que lo necesitan, y aunque en el mundo ideal sería para todo el mundo, se debería aprobar por lo menos para los pacientes con determinadas condiciones como las que he explicado.

Cuando hablamos de páncreas artificial en términos de investigación nos referimos a un sensor del azúcar subcutáneo asociado a una bomba de insulina

En la presentación del sistema también indican que esta tecnología supone un nuevo paso hacia la creación del primer páncreas artificial, ¿qué significa exactamente esto?

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Cuando hablamos de páncreas artificial en términos de investigación nos referimos a un sensor del azúcar subcutáneo asociado a una bomba de insulina. Que luego el sistema pueda miniaturizarse y el sensor sea intravascular, la bomba sea interna…, es otro tema. Los dispositivos que llegarán en un futuro próximo evidentemente usarán esta combinación. El hecho de que sea externo tiene sus pros y sus contras, porque significa que también es posible prescindir de él en determinadas épocas de la vida, pero el MiniMed 640G se encuentra en la mitad del camino, e igual dentro de tres años ya tenemos un sistema que te pone insulina cuando el azúcar está alto de manera autónoma; se ha avanzado mucho en este tema en los últimos años y de manera muy rápida.

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