América Valenzuela

Química, periodista y autora de ‘La vida secreta de tu alcachofa de ducha’
Convivimos en nuestras casas con un sinfín de objetos y electrodomésticos cuyo origen –muchas veces fascinante– desconocemos. La química y periodista América Valenzuela ha indagado sobre ellos y nos cuenta algunos de sus increíbles descubrimientos.
América Valenzuela, divulgadora
“Muchos de los electrodomésticos y utensilios que hoy tenemos en nuestras cocinas provienen de investigaciones de la industria militar”

11/01/2024

América Valenzuela es una cara reconocida del panorama periodístico y televisivo español. Su voz de radio la delata al otro lado de la línea telefónica. Química –además de periodista–, siempre ha sentido una gran vocación para la divulgación científica que ya quedó patente en su primer libro, Ciencia al cubo. Ahora regresa a las andadas con La vida secreta de tu alcachofa de ducha: lo que la ciencia explica sobre tu hogar (Geoplaneta), un entretenido libro en el que la comunicadora se recrea en las anécdotas y curiosidades científicas que se esconden tras muchos de los alimentos, utensilios, objetos y electrodomésticos que tenemos en nuestras casas y con los que convivimos e interactuamos cada día, sin preguntarnos en la mayoría de las ocasiones de dónde provienen.

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Repasando tu libro me he dado cuenta de una cosa: nunca me había planteado de dónde vienen la mayoría de las cosas que tenemos en casa. ¿Cómo se te ocurrió este viaje a las entrañas del hogar?

Portada "La vida secreta de tu alcachofa de ducha"

Precisamente por eso, porque me estaba mudando de Madrid a México y a la hora de montar la nueva casa y de elegir nuevos artículos empecé a preguntarme qué criterios debía seguir para elegir determinadas cosas. Por ejemplo, algo tan sencillo como una sartén. No tenía idea de cuál podía ser mejor y por qué. Así que por ahí empecé a tirar del hilo, sobre todo por objetos de la cocina, y el hilo dio mucho de sí (risas).

Luego ya empecé a mirar el resto de las habitaciones de la casa con la misma curiosidad y al final ha salido un libro que creo que debería estar en todas las casas, porque hay un montón de cosas que deberíamos saber sobre todos esos objetos con los que convivimos en nuestro día a día.

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¿Ha habido algún dato que te resultase especialmente fascinante?

Muchos, pero la verdad es que me sorprendió bastante que muchos de los electrodomésticos y utensilios que hoy tenemos en casa provengan de investigaciones enfocadas a la guerra, de la industria militar, como el microondas, por ejemplo, o la vitrocerámica. El primer material vitrocerámico se utilizó para cubrir las cabezas de los misiles.

A mí, por puro desconocimiento, me han fascinado cosas muy simples, como por qué el aparato de aire acondicionado se pone arriba y los radiadores de la calefacción abajo. Estoy seguro de que una mayoría de la población desconoce ese dato.

Para los detalles más técnicos está el libro, pero la explicación es muy sencilla. El aire frío es más denso, de forma que cae hacia abajo; mientras que el aire caliente es más ligero, por lo que tiende a subir hacia arriba. De esta forma, si quieres que el aire frío alcance todos los rincones de una habitación, tienes que poner el aparato de aire acondicionado arriba, porque si lo pusieses abajo, solo se enfriaría la parte baja de la casa. Lo del aire caliente también se puede ver con el vapor que se genera con el agua caliente de la ducha, que tiende a subir hacia arriba.

Durante mucho tiempo nos pareció un signo de progreso y modernidad no tener el mismo objeto durante muchísimos años, pero nos hemos dado cuenta de que así vamos a llenar el planeta de basura

Cuentas como BIC, con sus bolis, inició de alguna forma la economía de los productos de desechables, de un solo uso. ¿Les podemos echar la culpa de la sociedad de usar y tirar en la que vivimos ahora?

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(Risas) Pues hombre, un poquito sí, aunque también es cierto que todos nos hemos subido al carro. También éramos muy ignorantes en aquella época y nos parecía lo máximo y un signo de progreso y modernidad no tener el mismo objeto durante muchísimos años. Claro, ahora nos hemos dado cuenta de que eso no puede ser así, que vamos a acabar con todos los recursos y vamos a llenar todo el planeta de basura.

El desconocido universo de los alimentos y sus toxicidades

Has dicho que empezaste tu investigación por la cocina. En el primer capítulo, centrado precisamente en la cocina, dedicas un gran espacio a los alimentos y a determinados riesgos alimentarios. Como Webconsultas es un portal de salud, me quiero centrar en algunos de ellos. En Navidad, por ejemplo, habrá quien se habrá hinchado a chupar cabezas de gambas. ¿Por qué es mejor evitar esta costumbre?

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No es muy recomendable porque ahí se acumulan el cadmio y otro montón de metales pesados y toxinas. Sabemos que en los pescados grandes se acumula mucho mercurio, pero no somos tan conscientes en el caso de las cabezas de las gambas. Bueno, creo que cada vez se sabe más, pero seguimos haciendo el fumet con las cabezas de las gambas (risas) por aquello de que “un día es un día” y tal.

La mayoría de los metales pesados que se acumulan en el mar provienen de la industria, de la minería… Al final todo vuelve a nosotros. Ya lo estamos viendo también con los microplásticos

Me sorprendió saber que algunos de esos metales pesados que están en los grandes pescados se encuentran en ellos de manera natural, pero lo cierto es que la mayoría de los que se acumulan en el mar provienen de la industria, de la minería…; son desechos que han acabado ahí. Al final todo vuelve a nosotros. Ya lo estamos viendo también con los microplásticos.

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Otra cosa que hacemos mucho, además de chupar la cabeza de las gambas, es quitar el trozo pocho de una fruta y comernos el resto. ¿Por qué no es recomendable hacerlo?

Porque las micotoxinas, que son generadas por los hongos que crecen en algunas frutas, penetran mucho más allá de lo evidente. Puedes no verlo, pero están ahí, así que no es una buena costumbre hacer esto porque poco a poco te vas a ir intoxicando. A ver, porque comas un poco no te va a pasar nada, pero si lo tomas como costumbre puede provocar diversos problemas de salud.

Hablando de frutas pochas, dedicas un espacio a cómo guardar las frutas y verduras para maximizar su duración. ¿Cuál es el secreto?

Hay frutas climatéricas y no climatéricas. Las primeras siguen madurando después de haberlas cortado del árbol o de la planta porque emiten una sustancia por la piel, una hormona que se llama etileno; mientras que las segundas no lo hacen, simplemente envejecen y se pudren.

La exposición a la luz solar favorece la formación de clorofila en la patata, que no representa ningún problema, pero sí otros compuestos químicos venenosos que se forman de forma simultánea, como la solanina y la chaconina

Lo ideal es guardar las frutas no climatéricas en la nevera para que duren más, y las climatéricas a temperatura ambiente en un lugar fresco y aireado, pero las frutas climatéricas nos permiten jugar un poco, ya que al juntarlas pueden contribuir a acelerar su proceso de maduración, o servir para estimular la maduración de una fruta no climatérica que esté demasiado verde para su consumo.

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Algo parecido a lo de la fruta pasa con la patata. Se pone un poco verde y quitamos ese trozo. O le salen brotes, quitamos ese trozo y para adelante. ¿Mala decisión?

Yo prefiero evitarlas, la verdad. Lo que sucede básicamente es que debido a la exposición a la luz solar se favorece la formación de clorofila en la patata, que es la que le da ese tono verdoso. La clorofila en sí no representa ningún problema, pero sí otros compuestos químicos venenosos que se forman de forma simultánea, como la solanina y la chaconina, que pueden afectar al sistema nervioso y provocar diarrea.

Por qué ya no hay tomates como los de antes

Otra curiosidad que justo leí hace poco en una novela juvenil y que llamó mucho mi atención es cómo se popularizó en Francia el consumo de patata. ¿Es la mayor prueba de que como especie sentimos una atracción irrefrenable por aquello que nos prohíben?

(Risas) Sí, sí. Es increíble como Parmentier decidió poner soldados para vigilar las patatas durante el día para luego dejarlas desatendidas por la noche para que todos pensasen que ahí había algo importante que merecía la pena ser “robado”. Al final es la curiosidad por saber qué pasa y también la miseria que había. Pero sí, cuando te están insinuando que algo es muy valioso y tú no sabes bien por qué, si puedes te lo llevas y ya verás en casa.

Me ha fascinado saber que el hecho de que los tomates de hoy no sepan como los de antes es en gran medida culpa nuestra, de los consumidores.

Sí, es que al final es una pescadilla que se muerde la cola. A nosotros nos gustan los tomates perfectos, con una forma bonita, sin golpes… Pues, en fin, para que eso suceda y esos tomates lleguen al supermercado y sean rentables van a perder sabor por el camino, porque tienen que ser tomates más duros, más recios y, sobre todo, que salgan muchos de la mata para que haya una eficiencia mayor en la cosecha. Al final, si no compramos los tomates que no son perfectos y tampoco queremos pagar mucho dinero por ellos, pues estos tomates insípidos son el precio a pagar.

Nos gustan los tomates perfectos, con una forma bonita, sin golpes…, pero para que esos tomates lleguen al supermercado y sean rentables van a tener que perder sabor por el camino

Ahora parece que el consumidor ya se está arrepintiendo y se está investigando cómo volver a potenciar el sabor, porque al final con este proceso de producción se perdían algunos compuestos aromáticos y azúcares que conferían al tomate ese sabor tan potente. Por eso los tomates de pueblo saben más ricos, porque no provienen de esas cosechas masivas y de alto rendimiento.

En el libro hay un montón de datos curiosísimos que se esconden detrás de muchos inventos. A mí me ha sorprendido mucho saber que Darwin inventó de alguna manera la silla de oficina. ¿Si tuvieses que quedarte con dos o tres de esos datos, cuáles serían?

El de Darwin también me gustó mucho a mí. La verdad es que yo he disfrutado muchísimo, sobre todo con la parte de historia porque es la más desconocida para mí. Ha sido una sorpresa ir encontrando un montón de datos históricos e historias súper coloridas que se esconden tras los artilugios que tenemos en casa. Me gustó mucho la parte de las mascotas y del botiquín. Es fascinante saber que el germen del paracetamol se encuentra en la necesidad de dar salida a los residuos de la industria de los tintes. En Alemania no sabían qué hacer con todos esos residuos y terminaron inventando el paracetamol.

Y también me ha impresionado ver la influencia que han tenido en nuestras vidas empresas como Corning, que no son muy conocidas, pero que sin embargo nos ha ido proporcionando muchos de los mejores y más útiles inventos de nuestra sociedad actual. El vidrio de las primeras bombillas incandescentes lo hicieron ellos, por ejemplo, y también la vitrocerámica o el vidrio de los móviles que no se rompe.

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