La exposición prenatal a ciertos contaminantes puede alterar la conducta

Describen cómo la exposición temprana a ciertos contaminantes ambientales como los disruptores endocrinos afecta al equilibrio hormonal y puede alterar funciones reproductivas y cerebrales, así como comportamientos sociales y de ansiedad.
Embarazada se cubre la barriga con una mascarilla

26/12/2024

Entre los contaminantes ambientales que pueden afectar negativamente a la salud se encuentran los disruptores endocrinos (EDCs, por sus siglas en inglés), que son sustancias químicas que tienen la capacidad de alterar el equilibrio hormonal del organismo. El problema es que se encuentran prácticamente en todos los ecosistemas y pueden seguir causando problemas durante mucho tiempo, especialmente cuando la exposición se produce durante el periodo prenatal.

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Uno de los aspectos que se están evaluando es cómo afectan estas sustancias al sistema neuroendocrino del cerebro, que regula funciones fisiológicas y comportamientos importantes, y que se desarrolla de manera diferente en hombres y mujeres bajo la influencia de hormonas como la testosterona y el estradiol. La exposición a disruptores endocrinos durante las primeras fases del desarrollo en las que se producen cambios clave en la diferenciación sexual puede alterar estas funciones y comportamientos, aunque los efectos no siempre se manifiestan hasta etapas más avanzadas de la vida.

Una nueva investigación que se ha publicado en Journal of the Endocrine Society ha analizado los riesgos asociados a la exposición a los bifenilos policlorados (PCBs), un tipo de disruptor endocrino que fue prohibido hace décadas, pero cuyas propiedades químicas le han permitido persistir en el medioambiente, y ha encontrado que la exposición a este tóxico durante el periodo prenatal puede provocar problemas de conducta en ratas.

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Qué son los PCB y qué riesgos tienen para la salud

Los bifenilos policlorados fueron empleados en aplicaciones industriales y comerciales y se pueden acumular en los tejidos de los organismos y permanecer allí durante mucho tiempo. Investigaciones recientes han demostrado que la exposición durante el desarrollo a mezclas de PCB, como el Aroclor 1221 (A1221), puede afectar la expresión de genes y proteínas en el cerebro, influir en el envejecimiento reproductivo, modificar procesos de neurogénesis y alterar comportamientos sociales y de ansiedad.

En el cerebro, las kisspeptinas son un grupo de péptidos fundamentales para funciones como el inicio de la pubertad, el embarazo y la regulación de la reproducción en respuesta al estrés o al estado nutricional. Estas moléculas actúan en el eje hipotalámico-hipofisario-gonadal, una vía clave para la producción de hormonas sexuales y la formación de gametos. Las neuronas de kisspeptina, localizadas en zonas concretas del hipotálamo, interactúan directamente con otras células para coordinar estos procesos.

Los investigadores han encontrado alteraciones en comportamientos sociales, preferencias de pareja y niveles de ansiedad asociados a la exposición a PCB

Sin embargo, estas neuronas también son sensibles a las hormonas sexuales, sobre todo al estradiol, lo que las hace vulnerables a los efectos de los EDCs con propiedades estrogénicas. Esto plantea la posibilidad de que la exposición temprana a PCB pueda interferir con su desarrollo y función, con consecuencias en la salud reproductiva.

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Impacto de los contaminantes en la salud cerebral y reproductiva

Estudios recientes sugieren que hombres y mujeres podrían responder de manera distinta a la exposición a EDCs. El desarrollo y la función del cerebro están determinados por diferencias sexuales, que también influyen en la manera en la que estos contaminantes afectan el hipotálamo, una región clave en la maduración y el éxito reproductivo. Comprender estas diferencias es fundamental para prever el impacto de los contaminantes en la salud cerebral y reproductiva a largo plazo.

Los investigadores han explicado en su artículo que en el estudio han analizado cómo la exposición prenatal a A1221 afecta el desarrollo de las neuronas de kisspeptina, el peso corporal, la distancia anogenital y el inicio de la pubertad en ratas, considerando las diferencias entre sexos y los cambios a lo largo del tiempo. Aunque los sistemas de kisspeptina mostraron cierta resistencia a los efectos del A1221, observamos alteraciones específicas, como un aumento de prodinorfina en una región del cerebro de ratas macho.

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Aunque la exposición temprana a A1221 no desencadenó cambios drásticos en el sistema neuroendocrino, aseguran que identificaron pequeños ajustes en distintos parámetros que, combinados, sugieren modificaciones en el perfil reproductivo. Además, los cambios hormonales inducidos por A1221 durante las etapas tempranas de la vida podrían reorganizar el cerebro y contribuir a diferencias en comportamientos relacionados con el sexo.

De hecho, afirman que han encontrado alteraciones en comportamientos sociales, preferencias de pareja y niveles de ansiedad asociados a la exposición a PCB. Además, han identificado cambios en la expresión de genes y la formación de nuevas neuronas en áreas del cerebro relacionadas con la diferenciación sexual.

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Estos hallazgos subrayan la importancia de estudiar los efectos de dosis bajas de EDCs, ya que reflejan mejor los riesgos reales para animales y personas. “Además, nuestras observaciones en ratas aportan información valiosa sobre cómo los PCB afectan a la fisiología reproductiva en distintas especies, sentando las bases para futuras investigaciones que puedan mejorar nuestra comprensión y salud reproductiva”, concluyen.

Actualizado: 26 de diciembre de 2024

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