Chi Kung: fuente de juventud
El Chi Kung o Qi Gong es una terapia medicinal de origen chino basada en el control de la respiración. Ayuda a eliminar las tensiones y el estrés, siendo un auténtico caudal de paz que aporta salud y vitalidad.

Qué es el chi kung

Mujer practicando chi kung

El chi kung nos ayuda a trabajar la respiración y eliminar las tensiones del día a día.

Por: Inma D. Alonso

Periodista experta en salud y bienestar

Actualizado: 22 de octubre de 2025

Respirar, moverse y concentrarse hasta que cuerpo y mente se sintonizan en un mismo ritmo. El Qi Gong, también conocido como Chi Kung, es una práctica milenaria china que combina movimiento lento, control de la respiración y atención plena para armonizar la energía vital —el qi—. Más que un simple ejercicio, se considera una disciplina de salud integral, capaz de mejorar la flexibilidad, la circulación y el bienestar emocional. Nos adentramos en su origen, sus principales técnicas y la evidencia científica que respalda sus beneficios para la salud física y mental.

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Qué es el chi kung

El Chi Kung o Qi Gong es una terapia medicinal de origen chino que pertenece al mismo grupo que otras terapias como el taichi, la acupuntura o el reiki. Todas ellas proceden de la tradición oriental y sustentan sus principios en la importancia de canalizar de forma adecuada la energía vital (Qi) a través de los diferentes meridianos que recorren nuestro cuerpo. El objetivo esencial del Qi Gong es armonizar cuerpo, respiración y mente para favorecer la salud, prevenir enfermedades y mejorar el equilibrio interior.

El origen del Qi Gong se remonta a más de cuatro mil años, cuando los sabios chinos observaban los movimientos de la naturaleza y buscaban formas de mantener la vitalidad y la longevidad. Con el tiempo, esta práctica se integró en la Medicina Tradicional China (MTC), adoptando su visión holística del ser humano: un todo en el que cuerpo, mente y entorno están íntimamente conectados. Según esta filosofía, la enfermedad surge cuando el Qi —la energía vital que recorre los meridianos del cuerpo— se estanca o desequilibra. El Qi Gong, por tanto, busca restablecer ese flujo natural de energía para recuperar la armonía interna.

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Por tanto, según dichos principios, el buen estado de la salud de cada uno dependerá de nuestra capacidad para conseguir el correcto equilibrio entre la mente y el cuerpo; y dicho bienestar se logra, principalmente, a través de la meditación y del control de la respiración. De hecho, la traducción literal de chi kung vendría a ser ‘el trabajo o cultivo de la energía vital’, y este método terapéutico incide especialmente en la importancia de que nuestra respiración sea consciente y acompañe a cada uno de nuestros movimientos y pensamientos.

También conocida como “fuente de la juventud”, quienes la practican aseguran que les ayuda a eliminar las tensiones y el estrés del día a día y que es un auténtico caudal de paz que les aporta salud y vitalidad. No obstante, más que un ejercicio físico o una técnica de relajación, el Qi Gong es una forma de meditación en movimiento. A través de posturas suaves, respiración consciente y atención plena, enseña a sentir la energía y a dirigirla de manera fluida por el cuerpo. De este modo, fortalece órganos y sistemas, calma la mente y fomenta la conexión con uno mismo. En China, se considera no solo un método terapéutico, sino también una vía de crecimiento personal y espiritual, ya que cultiva la serenidad, la paciencia y la presencia.

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Su atractivo reside en que no requiere fuerza ni destreza especiales: cualquier persona puede practicarlo, adaptándolo a su edad y condición. En esencia, el Qi Gong invita a volver a escuchar el propio cuerpo y a reconectarse con la energía de la vida, algo que, en el ritmo acelerado del mundo moderno, resulta profundamente restaurador.

Chi Kung, movimiento lento de manos

Cómo se practica el chi kung

La esencia del chi kung o qi gong es la sincronización armónica de los tres procesos vitales, esto es, cuerpo, mente (corazón) y respiración. La tradición oriental se refiere a estos tres procesos como los “tres tesoros”. Por ello, la práctica de esta terapia requiere, a su vez, de tres pasos. El primero es el control del cuerpo, esto es, la relajación. Debemos relajar, en este orden, nuestra mente, la respiración y, por último, nuestro cuerpo. La finalidad de esto es que, al hacerlo, se abren los canales o meridianos por los que circula nuestra energía vital permitiendo que ésta fluya de forma correcta.

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El siguiente paso es regular la respiración hasta que consigamos que se realice de forma constante y tranquila. A la hora de practicar este proceso, el chi kung recomienda la utilización de ocho palabras clave (o formas de respirar) que nos ayudarán a modo de guía a lograrlo de forma satisfactoria. Son las siguientes:

  • Sosegada

  • Suave

  • Profunda

  • Larga

  • Continua

  • Uniforme

  • Lenta

  • Delicada

Y en último lugar estaría el control de la mente o corazón. Este paso es intrínseco a los dos anteriores, es decir, si logramos relajar nuestro cuerpo y nuestra respiración con éxito, nuestra mente o corazón se relajarán y estarán en paz.

La práctica del chi kung o qi gong puede ser tanto estática como en movimiento. En cualquiera de los dos casos, es muy importante estar bien apoyado, es decir que nuestro cuerpo esté en una posición equilibrada y en contacto firme con el suelo. Para lograr que ese apoyo sea estable, el consejo que suele darse a quienes se inician en la práctica del chi kung es que, como si de árboles se tratara, imaginen que de su cuerpo –si están sentados– o de sus pies –si es que lo están practicando de pie– nacen unas raíces invisibles, como una prolongación que los une firmemente a la tierra.

Creado: 8 de noviembre de 2012

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