13 de noviembre de 2020

El 93% de diabéticos tiene alto riesgo de infarto o trombosis cerebral

La diabetes tipo 2 aumenta significativamente el riesgo cardiovascular y el 93% de los afectados tienen más probabilidades de sufrir un evento cardiovascular fatal, como un ataque cardíaco o una trombosis cerebral, en una década.

Las probabilidades de sufrir eventos cardiovasculares fatales como un ataque al corazón o una trombosis cerebral es significativamente más elevado en los diabéticos que en la población general, según un estudio que ha determinado que el 93% de los pacientes con diabetes tipo 2 –más de nueve de cada 10– tienen un riesgo alto o muy alto de experimentar estos problemas de salud en la siguiente década.

La investigación, que se ha publicado en European Journal of Preventive Cardiology, revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), coincidiendo con el Día Mundial de la Diabetes, y ha analizado los datos de casi 375.000 personas en Cataluña, pone de manifiesto la importancia de prevenir los ataques cardíacos y los accidentes cerebrovasculares en los diabéticos tratados en atención primaria.

Probabilidad de evento cardiovascular fatal en diabéticos

El estudio incluyó a 373.185 adultos con diagnóstico de diabetes tipo 2, cuya edad promedio fue de 70,1 años y el 45,2% de los cuales eran mujeres. Alrededor del 72% tenía hipertensión, el 45% obesidad, el 60% tenía niveles altos de colesterol en sangre y el 14% eran fumadores activos.

Solo el 7% de los pacientes con diabetes tipo 2 tenía un riesgo moderado de morir de un ataque cardíaco o una trombosis cerebral en los 10 años siguientes, en el resto el riesgo era alto o muy alto

Para calcular la probabilidad de que cada uno de estos individuos sufriera un ataque al corazón un accidente cerebrovascular fatal en los siguientes 10 años se utilizaron categorías presentes en las guías de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) sobre diabetes y enfermedades cardiovasculares, que son: riesgo muy alto (por encima del 10%), riesgo alto (entre 5 % y 10%) y riesgo moderado (por debajo del 5%).

En el grupo de muy alto riesgo se incluyó a aquellos pacientes que ya presentaban una enfermedad cardiovascular, como por ejemplo, los que hubieran experimentado previamente un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular, u otras patologías graves como insuficiencia renal o retinopatía diabética, o al menos tres factores de riesgo cardiovascular (edad avanzada, presión arterial alta, colesterol sérico alto, tabaquismo, obesidad).

El 53,4% de estos pacientes tenían un riesgo muy alto de eventos cardiovasculares fatales, algo que se observó con mayor frecuencia en los hombres (55,6%) que en las mujeres (50,7%). Alrededor del 39,6% se calificó como de alto riesgo y solo el 7% tenía un riesgo moderado de morir de un ataque cardíaco o una trombosis cerebral en los 10 años siguientes.

Prevención del riesgo cardiovascular en atención primaria

El Dr. Manel Mata-Cases, investigador del CIBER de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM) y del Institut Universitari d’Investigació en Atenció Primària Jordi Gol (IDIAP Jordi Gol), y uno de los coordinadores de este trabajo, ha destacado que el riesgo cardiovascular en las poblaciones mediterráneas ha sido tradicionalmente menor que en el centro y norte de Europa o Estados Unidos, por lo que los hallazgos del estudio deben ser una advertencia de la necesidad de adoptar medidas para prevenir estos problemas de salud en las personas con diabetes tipo 2.

Es importante que los médicos y las enfermeras de atención primaria establezcan "los objetivos del tratamiento con los pacientes teniendo en cuenta sus características y preferencias"

Para ello, añade, resulta clave que estos pacientes lleven un estilo de vida saludable, que se combine con un adecuado control de la glucosa en sangre, el colesterol sérico y la presión arterial, y que los médicos y las enfermeras de atención primaria establezcan "los objetivos del tratamiento con los pacientes teniendo en cuenta sus características y preferencias".

En el trabajo también han participado investigadores del Instituto de Investigación del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona - IIB Sant Pau (CIBERDEM) y del Servicio Murciano de Salud, concretamente del Centro de Salud Cartagena Casco y del Hospital Santa Lucía, ambos en Cartagena, Murcia.

Fuente: CIBERDEM

Actualizado: 14 de noviembre de 2020