Lavado gástrico
El lavado gástrico es una técnica médica que permite succionar todo el contenido del estómago e introducir agua que limpie su interior para evitar que se absorban tóxicos ingeridos de forma accidental o voluntaria.

Cómo se hace el lavado gástrico

Actualizado: 28 de junio de 2022

Para realizarte un lavado gástrico en primer lugar te harán una entrevista detallada sobre los alimentos y medicamentos ingeridos en las últimas horas. También te preguntarán por otros síntomas que puedan motivar la realización de la técnica. En el caso de que llegues inconsciente, las preguntas se dirigirán a tus familiares o acompañantes. Si no estás inconsciente se te pautará una medicación sedante; así estarás relajado y las molestias de la sonda nasogástrica serán menores.

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Una vez sedado, el médico o la enfermera introducirá lentamente una sonda por la nariz o la boca. Esa sonda pasará por la faringe, llegará al esófago, y lo atravesará hasta llegar al estómago. Es importante que la sonda pase al esófago al llegar a la faringe, y no a la tráquea porque, si no, iría en los pulmones. Para comprobar que se ha colocado correctamente se introducirá un poco de aire, con el que se debe hinchar el estómago, y no los pulmones.

Cuando se llegue a tu estómago se succionará el contenido y se recogerá en una bolsa o en un envase transparente que hay en el extremo externo de la sonda. Así se podrá ver de forma directa el contenido del estómago y se comprobará la presencia de sangre, medicamentos, o restos de alimentos. Tan sólo te sacarán unos pocos centímetros cúbicos de volumen. Si se considera necesario se aspirará más, pero si se decide limpiar todo el contenido del estómago se debe introducir primero suero salino.

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El suero salino se pasa a través de la sonda con una jeringa. Así el estómago se llena de agua y su contenido se diluye. Después se succiona y se recoge el contenido. Este paso se puede realizar varias veces para así enjuagar toda la cavidad del estómago y dejarla limpia de tóxicos. En ocasiones el médico considerará necesario introducir a través de la sonda sustancias que actúan como neutralizantes de los tóxicos ingeridos. La sustancia más utilizada en estos casos es el carbón activado, que es capaz de eliminar la mayoría de los medicamentos y tóxicos que se ingieren.

Cuando el lavado finaliza, se te puede dejar la sonda el tiempo suficiente hasta que se comprueba que no es necesario repetir nuevos lavados o que tu situación médica es lo suficientemente estable como para permanecer sin sonda. La técnica no requiere que te quedes más tiempo en urgencias, pero es probable que prefieran dejarte en observación al menos durante unas horas, para comprobar que tu cuerpo no ha absorbido tóxicos, según el contexto.

Paciente con complicaciones de un lavado gástrico

Complicaciones del lavado gástrico

El lavado gástrico es una técnica segura y muy utilizada hoy en día, pero no está exenta de riesgos como sucede con cualquier otra técnica invasiva. Por eso en la actualidad su uso se ha limitado a los casos en los que es necesario realizarlo.

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Los problemas más frecuentes que puede ocasionar son:

  • Sangrado menor por rasgar la pared del tubo digestivo al pasar la sonda.
  • Paso de la sonda a la tráquea, provocando a veces una neumonía.
  • Espasmo de las cuerdas vocales reactivo, que impide la respiración durante unos segundos.
  • Lesión durante la técnica de la pared del esófago o del estómago, a veces llegando a hacer un agujero que requiere cirugía.
  • Problemas provocados por la sedación, como puede suceder en otros procedimientos.
  • Paso del contenido gástrico al intestino delgado, al empujarlo con la sonda.

Creado: 22 de noviembre de 2013

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