Otoscopia
La otoscopia sirve para examinar el oído en su porción más externa: desde la oreja hasta el tímpano. Permite detectar infecciones y otras patologías del oído de una forma fácil y sencilla, sin molestias para el paciente.

Qué es una otoscopia

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 5 de septiembre de 2022

La otoscopia es un tipo de exploración médica que consiste en el examen del oído desde el orificio del conducto auditivo externo, que está en la oreja. A través de él podemos ver todo el conducto interno y la membrana del tímpano. Si hay suerte se pueden observar estructuras a través del tímpano por translucencia, como la cadena de huesecillos. El examen lo realiza directamente el médico, con la ayuda de un pequeño dispositivo llamado otoscopio.

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El otoscopio tiene la longitud de un bolígrafo, con un grosor de unos 2 cm y en un extremo tiene un cabezal hueco. Un extremo del cabezal es delgado y se introduce en el oído, otro tiene una lente transparente y a través de ella se ve el interior del oído. Para poder visualizar bien la zona el cabezal tiene una pequeña luz interna. Es un aparato relativamente barato que se puede utilizar infinidad de veces y está en todas las consultas básicas de cualquier médico de familia o pediatra.

Es una prueba indolora, sencilla de realizar y que nos proporciona mucha información valiosa para tomar decisiones. Por ejemplo, se pueden diagnosticar infecciones del oído interno, roturas del tímpano o tumores, entre muchas otras cosas. En los niños pequeños es más difícil de realizar porque se asustan fácilmente y suele moverse para evitar el otoscopio. Cualquier médico puede realizar el examen, pero los médicos con más experiencia son los médicos de familia, los pediatras y los otorrinolaringólogos, porque son los que realizan la prueba diariamente a muchas personas.

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En ocasiones, cuando no basta con realizar una otoscopia sencilla o cuando éste indica que algo no va bien, se debe valorar la utilización de otras técnicas más complejas y más avanzadas como la tomografía computarizada o la resonancia magnética. Con ellas se obtendrán imágenes precisas del interior del oído. No obstante la otoscopia sigue siendo la primera opción para estudiar el oído por su sencillez y gran utilidad.

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Creado: 18 de agosto de 2014

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