Insuficiencia mitral
El cierre incompleto de la válvula mitral durante la contracción cardíaca hace retornar la sangre desde el ventrículo hasta la aurícula provocando falta de aire e insuficiencia cardíaca a la larga. Conoce sus síntomas y tratamiento.

Tratamiento de la insuficiencia mitral

Dr. José Antonio Nuevo González

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 29 de julio de 2022

Inicialmente las personas con insuficiencia mitral deben ser manejados con tratamiento médico. Es decir, dado que se produce una situación de congestión pulmonar, debe iniciarse un tratamiento con fármacos diuréticos que permitan eliminar el líquido sobrante en los pulmones. Asimismo, es recomendable el uso de fármacos vasodilatadores como los antagonistas del calcio y medicamentos que ayuden a controlar la frecuencia cardiaca como los betabloqueantes.

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Cuando se asocia la fibrilación auricular, tanto los betabloqueantes como la digoxina son útiles en el control de esta arritmia, necesitando asociar anticoagulantes como el sintrom para evitar la formación de trombos que puedan posteriormente migrar a otros órganos.

En el caso de la insuficiencia mitral por endocarditis es preciso el empleo de antibióticos para combatir la infección y sus complicaciones.

Pero cuando los síntomas no son controlados con facilidad mediante fármacos, el ventrículo empieza a dar síntomas de insuficiencia o existe desestructuración del aparato valvular como consecuencia de una endocarditis, debe plantearse la intervención quirúrgica como tratamiento definitivo. Este consiste en la reparación de la válvula conservando en lo posible el resto del aparato valvular, ofreciendo así un mejor pronóstico aun a costa de dejar un cierto grado de insuficiencia valvular, pero con una disminución notable de los síntomas.

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En otros casos se procede a la sustitución total de la válvula y del resto de estructuras del aparato valvular, que implica una mayor complejidad quirúrgica, y necesidad de anticoagulación de por vida si la sustitución es por una válvula metálica. La posibilidad de implantar una válvula biológica (de cerdo) también es una opción quirúrgica, que no implica anticoagulación, pero con fecha de caducidad pues estas válvulas también se degeneran con el paso de los años.

Los pacientes con válvulas protésicas, sobre todo metálicas, necesitan profilaxis antibiótica cuando vayan a ser sometidos a algunos procedimientos como extracciones dentales, algunas intervenciones quirúrgicas, manipulaciones urinarias o ginecológicas, de cara a evitar el desarrollo de una endocarditis infecciosa. Debe ponerse en conocimiento del médico cuando se porte una válvula de estas características.

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Creado: 15 de julio de 2016

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