El apéndice no es un órgano tan inútil como pensábamos

Se ha demostrado que el apéndice, una pequeña bolsa con forma de dedo, es un componente importante de la función inmune y alberga una microbiota variada. El catedrático Ignacio López-Goñi explica sus funciones y los riesgos de extirparlo.
Joven con parche médico tras una cirugía de extirpación del apéndice en fondo azul

Ignacio López-Goñi

Catedrático de Microbiología. Miembro de la Sociedad Española de Microbiología (SEM)

Universidad de Navarra

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The Conversation

Actualizado: 4 de junio de 2025

Quizá haya oído alguna vez decir que a los astronautas se les extirpa el apéndice antes de abandonar la Tierra. Al fin y al cabo, se puede vivir sin él porque hablamos de un órgano inútil… ¿O quizás no? ¿Qué hay de cierto en esta sospecha?

Empecemos por situarlo. El apéndice es una pequeña bolsa con forma de dedo que se encuentra donde el intestino delgado se une al intestino grueso, en el ciego. La inflamación e infección del apéndice, la apendicitis1, puede provocar una ruptura del órgano y una posterior infección generalizada (peritonitis), llegando incluso a ser potencialmente mortal si no se trata.

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En algunas misiones remotas y aisladas de larga duración, como las destinadas a la Antártida, se ha exigido a los participantes someterse a una extirpación del apéndice (apendicectomía) antes de partir. Se justificaba por el acceso limitado a instalaciones médicas y a las dificultades para evacuar a personas en estas zonas remotas en caso de una emergencia médica.

Al extirpar el apéndice antes de la salida, se elimina el riesgo de apendicitis y las complicaciones que puede causar durante la misión, ayudando así a garantizar la seguridad y el bienestar de las personas involucradas. Aparentemente, todo eran ventajas.

Apéndice, un órgano vestigial

En nuestros ancestros, el apéndice probablemente cumplía una función digestiva adaptada a una dieta rica en vegetales crudos y celulosa, como ocurre en muchos mamíferos herbívoros actuales2. Miles de años atrás habría funcionado como una extensión funcional del ciego, implicado en la digestión bacteriana de materiales vegetales fibrosos.

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A medida que la dieta humana se diversificó y se volvió más rica en proteínas animales y alimentos cocinados o fermentados más fáciles de digerir, la necesidad de un ciego voluminoso y un apéndice funcional para digerir celulosa disminuyó. Como resultado, el apéndice humano se redujo en tamaño y perdió su función digestiva original. Por eso durante mucho tiempo ha sido considerado un órgano vestigial, una parte del cuerpo que fue útil en su momento pero de la que actualmente podríamos prescindir.

Sin embargo, hoy se sabe que, aunque haya perdido esa función digestiva original, el apéndice ha evolucionado hacia nuevas funciones esenciales para la salud humana.

Un órgano inmunológico regulador de la microbiota

Concretamente, se ha demostrado que es un componente importante de la función inmune, sobre todo en los primeros años de vida3. Actúa como un órgano linfoide, semejante a las placas de Peyer4 del intestino, que contribuye a la maduración de los linfocitos B (una variedad de glóbulo blanco) y a la producción de anticuerpos (inmunoglobulina de tipo A, para ser exactos), crucial para controlar la densidad y la calidad de la microbiota intestinal.

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Además, el apéndice contiene una microbiota muy diversa y variada5, incluyendo bacterias como Firmicutes, Proteobacteria, Bacteroidetes, Actinobacteria y Fusobacteria. Esta diversidad es distinta a la de otras partes del tracto gastrointestinal, lo que sugiere un papel especializado.

La extirpación del apéndice se ha asociado con una reducción en la diversidad bacteriana del intestino. Las personas que se han sometido a una apendicectomía muestran una menor abundancia de bacterias beneficiosas productoras de ácidos grasos de cadena corta, como Roseburia, Barnesiella, Butyricicoccus, Odoribacter y 6Butyricimonas7. Esta reducción en la diversidad microbiana puede llevar a una disbiosis intestinal y aumentar potencialmente la susceptibilidad a diversas enfermedades.

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Para colmo, la apendicectomía se ha vinculado también con un aumento en la diversidad fúngica (hongos) del intestino. Este cambio en el ecosistema microbiano sugiere que el apéndice también podría desempeñar un papel en el equilibrio entre poblaciones de bacterias y hongos. Este órgano podría actuar como un reservorio o almacén para la microbiota intestinal comensal, facilitando repoblar el colon después de la exposición a patógenos o a un tratamiento con antibióticos.

El apéndice puede, asimismo, desempeñar un papel en la protección del sistema gastrointestinal de patógenos invasores. Eso explicaría por qué la extracción quirúrgica del apéndice se ha asociado con un peor pronóstico para la infección recurrente por Clostridioides difficile y un mayor riesgo de enfermedad inflamatoria intestinal o colitis ulcerosa.

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Incluso podría estar relacionado con la mayor incidencia de otras condiciones como enfermedades cardíacas y la enfermedad de Parkinson8. Es probable, por tanto, que el papel del apéndice en el mantenimiento de la diversidad microbiana resulte fundamental para la salud general.

Entonces, ¿qué hacemos con los astronautas?

Si bien la extirpación del apéndice hasta hace nada era relativamente rutinaria, visto lo visto conviene considerar los posibles riesgos asociados a la intervención.

Por una parte, están los riesgos quirúrgicos. Las infecciones postoperatorias constituyen un factor de riesgo potencial en cualquier procedimiento quirúrgico, y las apendicectomías no son la excepción. La hemorragia es otra posible complicación que puede surgir durante o después de la extirpación. En casos excepcionales, el sangrado postoperatorio puede requerir transfusiones de sangre. Por otra parte, una apendicectomía suele realizarse bajo anestesia general, lo que conlleva riesgos adicionales.

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Pero es que, además, como acabamos de ver el apéndice intestinal humano desempeña un papel significativo en la regulación de la microbiota intestinal, contribuyendo a su diversidad. Por eso ya no se recomienda a los astronautas la extirpación como medida preventiva. La NASA es consciente de que los posibles riesgos asociados a esa intervención superan a sus beneficios, y prefiere centrarse en mantener la salud general de los astronautas y brindarles el apoyo médico necesario durante las misiones espaciales9.

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  • 1
    Heather F. Smith. «A Review of the Function and Evolution of the Cecal Appendix». The Anatomical Record, vol. 306, n.º 5, Wiley, 2022, pp. 972–982+, doi:10.1002/ar.24917.
  • 2
    «The Cecal Appendix: One More Immune Component With a Function Disturbed By Post‐Industrial Culture». The Anatomical Record, vol. 294, n.º 4, Wiley, pp. 567–579+.
  • 3
    Luis Vitetta. «The Vermiform Cecal Appendix, Expendable or Essential? A Narrative Review». Current Opinion in Gastroenterology, vol. 38, n.º 6, Ovid Technologies (Wolters Kluwer Health), 2022, pp. 570–576+, doi:10.1097/mog.0000000000000881.
  • 4
    Colaboradores de los proyectos Wikimedia. Placas De Peyer. Wikimedia Foundation, Inc., 2006, https://es.wikipedia.org/wiki/Placas_de_Peyer.
  • 5
    Caitriona M. Guinane, Amany Tadrous, Fiona Fouhy, Anthony Ryan, y Eugene M. Dempsey. «Microbial Composition of Human Appendices from Patients Following Appendectomy». MBio, vol. 4, n.º 1, American Society for Microbiology, 2013, doi:10.1128/mbio.00366-12.
  • 6
    «The Fungal Mycobiome Promotes Pancreatic Oncogenesis via Activation of MBL». Nature, vol. 574, n.º 7777, Springer Science and Business Media LLC, pp. 264–267+.
  • 7
    «The Fungal Mycobiome Promotes Pancreatic Oncogenesis via Activation of MBL». Nature, vol. 574, n.º 7777, Springer Science and Business Media LLC, pp. 264–267+.
  • 8
    Tarequl Islam, Md Shahjalal Sagor, Noshin Tabassum Tamanna, Md Kamrul Islam Bappy, y . «Exploring the Immunological Role of the Microbial Composition of the Appendix and the Associated Risks of Appendectomies». Journal of Personalized Medicine, vol. 15, n.º 3, MDPI AG, 2025, p. 112+, doi:10.3390/jpm15030112.
  • 9
    Erik Antonsen. A Quantitative Risk-Benefit Analysis of Prophylactic Surgery Prior to Extended-Duration Spaceflight. 2017, https://ntrs.nasa.gov/citations/20160013654.

Creado: 4 de junio de 2025

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