Octavo mes de embarazo
En el octavo mes de embarazo estarás más cansada y puedes tener contracciones frecuentes. Los órganos de tu bebé están ya bastante desarrollados, por lo que podría sobrevivir sin secuelas a un parto prematuro.

Semana 33 de embarazo: evolución y molestias

David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 5 de octubre de 2022

A partir de la semana 33 de gestación podría considerarse el período más molesto para la mamá, sobre todo si es primeriza, ya que no se espera unas molestias que no había tenido las semanas anteriores.

Evolución del bebé en la semana 33 de gestación

Durante la semana 33 de embarazo, el bebé sigue aumentando de peso y creciendo en longitud; alcanza fácilmente los 43 centímetros y pesa alrededor de 2 kilogramos.

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Los riñones funcionan perfectamente y llegan a excretar hasta 500 mililitros de orina fetal al día, que es el componente fundamental del líquido amniótico donde está sumergido el bebé. Este líquido amniótico sigue siendo deglutido por el bebé para madurar su aparato digestivo, pero se produce mayor cantidad de líquido amniótico de la que deglute el feto, así que poco a poco el útero contiene más líquido amniótico.

Su aparato digestivo comienza a funcionar con normalidad y forma heces, que se conocen como meconio. El bebé no expulsa las heces y las retiene en sus intestinos hasta después del parto. Si las expulsa antes es un signo de que ha perdido su bienestar, y además es malo que su piel y ojos entren en contacto con el meconio.

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Síntomas en la mamá en la semana 33 de embarazo

En la semana 33 de gestación la mamá sigue ganado peso y pronto alcanzará su valor máximo. Esto hace que se canse más fácilmente y que las articulaciones de las piernas estén doloridas al tener que realizar un esfuerzo mayor. El reposo, por tanto, debe ser más frecuente, mejor con las piernas en alto para así disminuir la retención de líquidos en los tobillos.

Pies hinchados en el embarazo

Los dolores de espalda y lumbagos también ocurren con frecuencia, ya que el peso de la tripa potencia el dolor. Para paliarlo, la mamá debe consultar con su médico qué medicinas puede tomar. También son aconsejables los baños con agua tibia, ya que relajan la espalda aliviando el dolor.

En esta semana el útero alcanza su mayor altura en el vientre de la embarazada y llega hasta el borde inferior de las costillas, lo que dificulta la respiración de la madre al no poder expandir los pulmones más fácilmente. E incluso llegar a tener dolor, debido a la neuritis intercostal. En ocasiones, puede sentir que le falta el aliento y necesita descansar. Puede elevar la cabecera de la cama para respirar mejor por la noche.

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Con todas estas molestias, es normal que la mamá se sienta cansada y tenga mal humor. Es muy importante el apoyo familiar durante esta última etapa del embarazo para hacerlo más llevadero.

Creado: 29 de septiembre de 2010

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