Dra. Aurora Garre
11/09/2014
La pediculosis o, lo que es lo mismo, la infestación por piojos, afecta frecuentemente a los niños en edad escolar, y resulta desagradable (son parásitos que se alimentan de sangre humana) y molesto (por los picores), aunque estos insectos no supongan un problema importante para la salud, ya que no transmiten enfermedades. Una falsa creencia que ha favorecido su proliferación es la que asocia su aparición a la falta de higiene. Como afirma la Dra. Aurora Garre, asesora médica de laboratorios Cinfa y experta en pediculosis, esto no es cierto, y lo único que consigue una persona que se avergüenza de tener piojos y lo oculta es contagiar a otros de su entorno y reinfectarse cuando por fin ha conseguido eliminarlos. La Dra. Garre nos explica, paso a paso, cómo realizar adecuadamente el tratamiento de la pediculosis, y qué medidas adoptar para evitar la infección.
Se afirma que es un error asociar la falta de higiene y la infestación por piojos, pero la gente que se encuentra en situaciones en las que no puede asearse adecuadamente suele tener piojos. ¿Cuál es entonces su causa? ¿De dónde salen estos insectos?
Si estamos hablando de piojos de la cabeza, solo pueden aparecer en esa localización, y se transmiten de persona a persona, no existe ningún otro intermediario. Los piojos de cabeza se transmiten porque hay alguien en nuestro entorno que está contagiado, y no tienen nada que ver con la higiene corporal. El concepto que asocia una mala higiene y piojos se refiere a los piojos del cuerpo, los del pubis, que son otros bichos diferentes, que se transmiten por una falta de higiene, y no tienen nada que ver con los piojos de la cabeza. Por eso es un error considerar que los piojos de la cabeza se deban a un problema de higiene.
El concepto que asocia una mala higiene y piojos se refiere a los piojos del cuerpo, los del pubis, que son otros bichos diferentes, que se transmiten por una falta de higiene, y no tienen nada que ver con los piojos de la cabeza
Los de la cabeza solo pueden estar en la cabeza de las personas, porque solo se alimentan de nuestra sangre, y todos los pelos para ellos son buenos (por muy limpios que estén). Pueden aparecer en todas las circunstancias, lo que ocurre es que en esta época del año, que comienza de nuevo el periodo escolar, se produce un brote, porque es cuando los niños vuelven a estar juntos. Pero realmente en las piscinas, en los campamentos de verano, etcétera, también hay piojos, lo que pasa es que como los niños no están agrupados, pasan más desapercibidos. Eso sí, la única forma de eliminarlos es haciendo un tratamiento adecuado porque los piojos no se van a ir, nunca jamás, solos, por mucho que te cortes el pelo, o por mucho que te lo laves.
Cuando se habla de piojos se suele pensar en niños, pero también los adultos tienen piojos. ¿Hay personas más propensas que otras a infestarse?
No. Lo que se piensa es que la mayor propensión a infestarse no tiene que ver con el tipo de pelo, sino con el tipo de actividad. Los niños que más se contagian son los más pequeños, y son sobre todo las niñas por el tipo de juegos, porque juegan con las muñequitas y juntan cabeza con cabeza, porque comparten gorros y diademas… Y eso es lo que aumenta el riesgo. Y quien se contagia de adulto es porque ha compartido un peine con un niño pequeño, o porque convive con un niño pequeño, y le coge en brazos, se tumba en la misma almohada…, es sobre todo por el tipo de actividad ‘cabeza con cabeza’.
Si los piojos no pueden vivir fuera del huésped, ¿eso significa que siempre hay algunas personas infestadas que los van transmitiendo?
Sí, y sobre todo el factor que considero más importante y que favorece su presencia y propagación es que como al afectado le da vergüenza, no lo dice. Y esa falta de información en el entorno, hace que quien precisamente te ha contagiado sean los niños que tienen más relación con tu hijo. Por eso, hay que informar a las mamás de los amiguitos de tu hijo si se ha contagiado, y hay que decirlo en el colegio, porque cuando haces todo el tratamiento en casa da mucha rabia que una semana después, como los amiguitos no se han curado, otra vez se contagia el niño y hay que volverlo a repetir. Siempre digo que es una cuestión de solidaridad y, sobre todo, es algo que me parece muy sencillo de prevenir, porque si todas las madres tuviéramos en el neceser de nuestros hijos una lendrera, y dedicáramos un rato un día a la semana a pasársela por el pelo, podríamos detectarlos precozmente.
¿Es esa entonces la mejor forma de prevenir la infestación por piojos?
Claro, una manera de prevenir y de estar atentos. En Inglaterra, por ejemplo, hay un programa que lleva más de 50 años funcionando, en el cual desde que los niños empiezan la guardería hacen venir a las mamás una vez a la semana para revisar la cabeza, y comprobar si hay piojos o no. Y a continuación los niños, según van creciendo, una vez a la semana cogen la costumbre de pasarse ellos mismos la lendrera. Y así se previene la transmisión de piojos, porque el que los tiene, se trata.
En realidad consiste en desestigmatizar el concepto; si tú haces que tu hijo se pase la lendrera con toda naturalidad, y le adviertes ‘si tienes piojos me lo dices para que te dé el tratamiento’, es todo muy sencillo. Desde hace dos o tres años la agencia española del medicamentos ha autorizado un repelente químico de piojos, el IR3535, que se debe aplicar solo y exclusivamente cuando no se tienen piojos, y se reaplica cada tres-cuatro días. De esta manera, se evita que el piojo se adhiera al pelo. Pero solamente se utiliza en los casos en los que tú ya has tratado a tu hijo y hay una infestación de piojos en el colegio, y sabes que tu hijo ya está limpio y quieres evitar que se reinfecte.
¿En la piscina también se pueden coger piojos?
Sí y no. Los piojos tienen seis patitas, no tienen alas y, por tanto, no vuelan. Solo se agarran con las patitas al pelo, como si fueran lianas, y van saltando de liana en liana –de pelo en pelo-, y también pueden saltar de cabeza en cabeza. Pero no vuelan, lo que quiere decir que el modo de contagio tiene que ser muy directo. Cuando entramos en el agua, con los piojos adheridos a nuestro pelo, lo que ocurre es que se agarran más fuertemente para no escaparse, pero en el caso de que se queden flotando en el agua tienen una pequeña capacidad de buceo, y pueden transmitirse así, pero tiene que ser un contacto muy directo. ¿Cuándo se produce el contacto en esos casos? Con la toalla, al compartir la toalla o el gorro de baño, es donde se produce el contacto. Al friccionar el cabello de un niño con una toalla y usarla luego en otro se pueden transmitir, porque aunque ellos se agarren al pelo con sus patas, no están pegados, al contrario que las liendres.
Eliminar los piojos y evitar la reinfección
¿Cuáles son los pasos correctos para eliminar totalmente los piojos de la cabeza?
Esto lo voy a contar como una madre, desde mi propia experiencia. Si tienes una nota informativa del colegio en la que dicen que hay piojos, o notas que tu hijo se rasca mucho la cabeza, sobre todo en la zona del flequillo, detrás de la oreja, o en la nuca, es un síntoma de alarma de que puede tener piojos. Debes entonces iniciar el tratamiento, que empieza por lavar el pelo al niño normalmente y pasarle la lendrera, que es un peine de púas muy finas que tiene dos funciones, por el lado con las púas más separadas atrapar al piojo, y por el que tiene las púas más finas atrapar a las liendres. Con el pelo húmedo el piojo se va a mover con más dificultad, y al pasar la lendrera mechón a mechón puedes confirmar si hay piojos o no. Si los hay se ven, porque se mueven un poquito, y se ven perfectamente. Si se mueven hay que comprar un producto pediculicida. En el mercado hay lociones, champús, colonias, hay de todo, pero tienes que seguir estrictamente las instrucciones de uso de cada fabricante, porque cada producto es diferente. En general se suelen aplicar sobre el pelo seco y se dejan actuar durante 10-15 minutos. Después lavas el pelo al niño, y a continuación terminas pasando la lendrera, porque aunque hemos matado los piojos, no hemos matado las liendres. Las liendres hay que quitarlas con la lendrera. Y una vez hemos hecho esto, no se debe usar el secador porque con el calor que desprende eliminaríamos el poder residual del producto utilizado, y por eso es mejor que el cabello se seque al aire.
Si tienes una nota informativa del colegio en la que dicen que hay piojos, o notas que tu hijo se rasca mucho la cabeza, sobre todo en la zona del flequillo, detrás de la oreja, o en la nuca, es un síntoma de alarma de que puede tener piojos
Pero todavía no hemos terminado, a continuación también hay que examinar a todos los miembros de la familia; porque los hermanos, los padres, los abuelos…, comparten los peines, los abrazos y los achuchones. Y, por último, es necesario que informes de que tu hijo ha tenido piojos a los papás de sus amigos y al colegio; un acto de solidaridad que también redunda en tu beneficio, porque si no se hace esto, o no se trata a todos los posibles afectados, a pesar de haber seguido todos los pasos del tratamiento tu hijo se volverá a infectar, y tendrá que repetirse todo el proceso. Por eso, incluso por tu propio bien, te interesa ponerlo en conocimiento de todo tu entorno, y que todos seamos solidarios. Es fundamental acabar con el mito de ‘eres un sucio porque tienes piojos’.
¿Hay que volver a repetir el tratamiento más adelante por si acaso?
Cada fabricante indica en las instrucciones lo que hay que hacer, dependiendo de la sustancia que utilice. Normalmente se suele repetir a los siete días porque es el periodo de vida de las liendres, que necesitan ese tiempo para eclosionar, y darían lugar entonces a nuevos piojos. Repetir el tratamiento a los siete días es una medida de precaución por si hubiera quedado alguna liendre y hubiera sobrevivido algún piojo, ya que las liendres recién puestas son tan chiquititas, que incluso pasando la lendrera no se consiguen quitar.
¿Cómo se puede estar seguro de haber eliminado los piojos de las prendas de vestir o de la ropa del hogar como sábanas y toallas? ¿Pueden haber quedado también ocultos en sofás, cabeceros tapizados, o en alfombras y moquetas?
Claro, es que el procedimiento no termina con la eliminación del parásito de la cabeza del niño. Una vez finalizado el tratamiento que acabo de describir, y que nos habrá llevado su media hora fácil, tenemos que revisar todo el entorno del niño: los peluches, las sábanas, los sofás… Y hay dos soluciones muy sencillas, en primer lugar, aspirar todo lo que se pueda aspirar, como por ejemplo los sofás, porque así el piojo va a la bolsa del aspirador y muere. Y luego los peluches y las prendas lavables (ropa, sábanas, toallas…), basta con meterlas en una bolsa de plástico y cerrarla, y se deja así cuatro días, para que mueran de inanición. Es la forma más sencilla de acabar con ellos, porque para matar al piojo lavando la ropa, sería necesario que el agua de lavado estuviera a 60 ºC. Los sillones y las sábanas son el sitio típico donde se produce el contagio entre personas de la misma familia. Los piojos fuera de la cabeza solo duran dos días, por eso si dejas todo en la bolsa tres o cuatro días, te garantizas que ya no quedan piojos.
Los sillones y las sábanas son el sitio típico donde se produce el contagio entre personas de la misma familia
¿Hay remedios caseros que sirvan para prevenir o tratar la infestación por piojos?
Antiguamente ya se usaba la lendrera, un objeto que ya aparece en cuadros como uno que vi en una exposición de Las edades del hombre, del año 1.700, en el que estaba una madre con su hijo con una lendrera, que era exactamente igual que las que utilizamos ahora, pero en vez de ser de plástico, era de algún otro material. Y antes siempre se usaba el vinagre, aunque para lo único que sirve es para reblandecer el cemento que une la liendre al pelo, pero luego tienes que pasar la lendrera para conseguir separar esa liendre, y peinar con ella mechón a mechón para eliminar liendres y piojos. Cuando yo era pequeña, por ejemplo, mi madre todas las semanas me revisaba el pelo, que es la mejor forma de prevenir la infestación, o eliminar los piojos en seguida.
Los pediculicidas, los que matan al insecto, no se deben emplear si no hay piojos porque entonces se crean resistencias, exactamente igual que ocurre con los antibióticos
Algunas bacterias han desarrollado resistencias frente a medicamentos y estos ya no son efectivos en ese caso. ¿Siguen siendo eficaces los tratamientos contra los piojos?
Uno de los errores más grandes que se suelen cometer es utilizar unas colonias que existen en el mercado para matar piojos como medida preventiva. Los tratamientos pediculicidas, los que matan al insecto, solo se pueden emplear cuando hay piojos. Si no hay piojos no se deben usar porque entonces se crean resistencias, exactamente igual que ocurre con los antibióticos. Dependiendo de los estudios y de los países, se habla de un 20-30% de resistencias a las piretrinas, pero esto se asocia a un mal uso de las piretrinas, que es hasta ahora el tratamiento más eficaz y conocido.
Actualmente también hay otros remedios más naturales, que son las siliconas o aceites minerales, que consiguen asfixiar el piojo en vez de matarlo de una manera química. Los pediculicidas pueden ser de origen químico o de origen natural, como el té verde, la melaleuca, etcétera. Los productos pediculicidas, como tal, son las piretrinas, y es mucho más eficaz la loción que el champú. Y las siliconas o el aceite mineral, que son de origen natural, tienen una eficacia similar o incluso mejor que las piretrinas. La melaleuca, y el té verde, sin embargo, tienen una eficacia que ronda el 50% y, por lo tanto, no matan todos los piojos.
La lendrera debe convertirse en una herramienta más en la higiene de tu hijo. Se la debes pasar periódicamente para comprobar si tiene piojos y, en caso de que se haya infectado, actuar cuanto antes
Lo importante está en saber qué es tratar y qué es repeler, que son cosas muy diferentes, y en el uso de la lendrera, que debe convertirse en una herramienta más en la higiene de tu hijo. Igual que le cortas las uñas, le debes pasar periódicamente la lendrera para revisar y comprobar que no tenga piojos y, en caso de que se haya infectado, actuar cuanto antes.