Legionella
La mayor fuente de contagio de legionella lo constituyen los sistemas de agua y aire acondicionado de los grandes edificios como oficinas, hospitales, hoteles, centros comerciales... Descubre sus síntomas y cómo detenerla.

Prevención de la legionella

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Para prevenir la legionella, es preciso adoptar medidas dirigidas a evitar todas las condiciones que favorezcan que las bacterias de la familia Legionellaceae –responsables de la enfermedad–, puedan colonizar un medio, se multipliquen, y se dispersen en el ambiente. Las temperaturas apropiadas para la proliferación de estas bacterias oscilan entre los 25 y 45 ºC, y las aguas estancadas y sucias son su medio favorito.

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Por lo tanto, las principales medidas que se deben adoptar para prevenir la infección por legionella, y que son comunes a todas las instalaciones susceptibles de ser colonizadas por bacterias de la familia Legionellaceae son:

  • Evitar estancamientos de agua, con un diseño adecuado de las instalaciones.
  • Eliminar o reducir la suciedad, siguiendo un programa de mantenimiento.
  • Impedir la proliferación y supervivencia de la bacteria en la instalación, mediante una desinfección continua de la misma y el control de la temperatura.

Los edificios que cuentan con instalaciones con torres de refrigeración, especialmente si son de grandes dimensiones, siempre tienen riesgo de contaminación por legionella, y la única forma de eliminarlo es seguir escrupulosamente las actuaciones de mantenimiento y control que establece la legislación. El real decreto 865/2003, de 4 de julio, en prevención de la legionelosis, obliga también a realizar un tratamiento de limpieza y desinfección previo a la puesta en marcha de cualquier instalación de agua o aire acondicionado que haya estado parada más de un mes.

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Esta medida también se debe aplicar a los equipos que nebulizan agua en ambientes exteriores, que cada vez se utilizan más en las terrazas de bares y restaurantes en épocas de altas temperaturas para mejorar el confort térmico de los clientes, y que también se emplean para humidificar los alimentos durante su almacenaje o exposición.

Las fuentes ornamentales, piscinas, spas y similares, aunque suponen un menor riesgo de contagio, también requieren limpiezas y desinfecciones periódicas, que incluyan análisis y un mantenimiento químico y biológico, empleando productos químicos autorizados.

El 21 de junio de 2022 el Consejo de Ministros aprobó, a propuesta del Ministerio de Sanidad, un Real Decreto que actualiza la normativa en materia de prevención y control de la legionelosis en España, sustituye al anterior de 2003, y recoge “avances y mejoras técnicas, nuevas medidas de gestión del riesgo e innovaciones necesarias para un mayor control de las instalaciones o equipos susceptibles de convertirse en focos de exposición humana a la bacteria”, según indica el Ministerio de Sanidad.

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Este Real Decreto regula el régimen de responsabilidades de los titulares de las instalaciones, tanto de aquellos que son titulares de torres de refrigeración y condensadores evaporativos, como de las empresas de servicios externos y de las empresas de servicios que lleven a cabo operaciones de prevención y control de legionella en las instalaciones a su cargo. 
Además, se establecen los requisitos que deben cumplir las instalaciones y la calidad del agua, los planes de control frente a la legionella y las actuaciones de la autoridad sanitaria.
De esta forma, se establece la realización obligatoria, por parte de las personas titulares, de un Plan de Prevención y Control de Legionella (PPCL), en el que se incluirán, entre otros, un diagnóstico inicial y descripción detallada de la instalación, así como de los programas de mantenimiento y revisión de instalaciones y equipos, además de documentación y registros que reflejen las actividades y controles establecidos en los programas.
 
El PPCL podrá ser completado con un Plan Sanitario frente a la Legionella (PSL) de carácter opcional y basado en recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

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Agua estancada

En el caso de que se produzca un brote de legionelosis, los servicios de inspección de Salud Ambiental de Salud Pública llevan a cabo una revisión extraordinaria de las instalaciones sospechosas de ser el origen de la infección, que incluye una toma de muestras para cultivo. Si se detecta cualquier deficiencia en la instalación o en sus niveles de control, se procede al cierre cautelar de la misma. Además, se realiza una investigación epidemiológica de los casos que se hayan producido, y se alerta a los servicios asistenciales para que aumenten la vigilancia e informen de posibles nuevos casos al Servicio de Vigilancia Epidemiológica.

Prevención de la legionella en el hogar

Las medidas que se pueden adoptar en el hogar para prevenir la infección por legionella son:

  • En caso de emplear filtros en grifos, duchas, u otros posibles elementos terminales de la red de distribución de agua, mantenerlos siempre muy limpios. Además, es aconsejable purgar una vez a la semana los grifos que apenas se utilicen.
  • Las alcachofas o difusores de la ducha, mejor si son de gotas gruesas.
  • Una vez al año, desinfectar todos los filtros o difusores. Por ejemplo, se pueden sumergir durante 30 minutos en un litro de agua al que se le añadan previamente diez gotas de lejía.
  • Los aparatos de aire acondicionado privados instalados en un domicilio particular no conllevan ningún riesgo de transmisión de legionella, porque en estos dispositivos no hay un circuito cerrado de agua, por lo que no existe la posibilidad de que la bacteria se multiplique.

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