La legionella, una de las enfermedades infecciosas con mayor incidencia en Europa, causa ya tres muertos en Madrid

legionella vista en el microscopio
Esta enfermedad generalmente se desarrolla en aguas estancadas.

Un brote de legionella detectado en Madrid, ha afectado a personas que residen o se han movido durante el tiempo de incubación de la enfermedad por los distritos Centro o Retiro, y ha causado la muerte de tres personas, todos ellos con factores de riesgo asociados a un mal pronóstico. El primer fallecido, un hombre de 55 años, padecía una patología respiratoria grave, mientras que el segundo era un anciano de más de 90 años.

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El tercer fallecido, un varón de 73 años, también tenía antecedentes por una enfermedad respiratoria grave. Debido a este brote de legionella, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid ha decidido clausurar dos torres de refrigeración altamente contaminadas por esta bacteria, una de ellas en un restaurante del número 21 de la Calle Alcalá, y la otra en una cafetería situada en el número 46 de la Calle O´Donnell.

La legionella es una de las enfermedades infecciosas (junto a las toxiinfecciones alimentarias) que tienen mayor incidencia sobre la salud pública en Europa, y puede ser grave, e incluso mortal, cuando la bacteria infecta a personas con otras afecciones previas o con un sistema inmunológico deprimido. En el caso de los pacientes que desarrollan la enfermedad durante su estancia en un hospital, por ejemplo, la tasa de mortalidad puede llegar al 50%.

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Esta enfermedad es causada por bacterias de la familia Legionellaceae, que generalmente se desarrollan en aguas estancadas, pero pueden colonizar sistemas de agua y refrigeración de grandes edificios (como hospitales, hoteles, oficinas, etcétera) e infectar a las personas cuando estas inhalan gotitas de agua contaminadas. Otras instalaciones como duchas, fuentes públicas, y piscinas y spas, entre otras, también son susceptibles de albergar la bacteria.

No se pueden tomar medidas para evitar infectarse con las bacterias que originan la legionella, ya que se desconoce el origen de la infección hasta que no aparecen los primeros afectados y se inicia una investigación en busca del foco.

La legionella, que no se transmite de persona a persona, tarda entre dos y diez días en manifestarse. Los pacientes suelen estar fatigados y faltos de energía, y posteriormente desarrollan fiebre alta con escalofríos, tos, dolor de cabeza, dolores musculares, y molestias gastrointestinales (dolor abdominal, náuseas y vómitos). En presencia de estos síntomas, especialmente si se ha detectado un brote de la enfermedad en algún lugar frecuentado por el enfermo, es importante acudir a un médico cuanto antes, ya que un tratamiento precoz es la mejor forma de erradicar la enfermedad y evitar consecuencias graves.

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Actualizado: 23 de enero de 2020

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