Tratamiento de la uretritis
Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias
Revisado: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 28 de junio de 2022
La mayoría de las veces el tratamiento de la uretritis es empírico, es decir, se inicia el tratamiento con antibióticos porque se tiene una alta sospecha de que exista infección, pero realmente no existe una confirmación definitiva. Hasta un 40-50% de los casos de uretritis tienen una causa mixta (Chlamydia-Neisseria gonorrhoeae), por lo que se recomienda que el tratamiento empírico cubra ambos gérmenes.
De hecho, ante cualquier situación en la que no se pueda acceder a los mínimos recursos diagnósticos, cuando un paciente presenta signos y síntomas de uretritis se recomienda el tratamiento sindrómico mediante ceftriaxona (una única dosis intramuscular) y azitromicina (una única dosis vía oral administrada de forma simultánea). Es importante iniciar éste lo antes posible una vez se hayan recogido las muestras (250 mg intramuscular de ceftriaxona + 1 gr de azitromicina oral ó 100 mg de doxiciclina cada 12 h durante una semana).
La detección aislada de algunos gérmenes como Ureaplasma urealyticum o Mycobacterium hominis en pacientes asintomáticos no es indicación para iniciar tratamiento antibiótico, ya que es frecuente que estos gérmenes sean colonizadores del aparato genital; es decir, que se encuentran de forma natural en la uretra sin producir enfermedad.
Sin la administración de un tratamiento para la uretritis, los síntomas pueden remitir en un periodo de semanas o meses, pero el paciente afectado probablemente seguirá siendo contagioso. En infecciones por Chlamydia no tratadas se ha comprobado que el germen persiste durante 15 meses al menos.
Ante un caso de uretritis es importante tratar a las parejas de los afectados, pues como hemos dicho se trata de una infección de transmisión sexual. El manejo de las parejas es el siguiente:
En algunas ocasiones la uretritis se trata sin que exista una resolución de ella. La presencia de síntomas, sin signos clínicos o hallazgos de laboratorio de inflamación uretral, no es base suficiente para volver a iniciar un nuevo tratamiento. En caso de procesos recurrentes de probable uretritis puede deberse a::
No es necesario realizar un seguimiento de los pacientes correctamente tratados cuyos síntomas hayan desaparecido y no hayan vuelto a tener relación con un contacto no tratado. Sí es recomendable el control en embarazadas y en pacientes que hayan seguido tratamiento con determinados antibióticos.
Las complicaciones más importantes que pueden aparecer durante una uretritis son la epididimitis, orquioepididimitis o prostatitis en varones (inflamación del epidídimo, del epidídimo y del testículo y de la próstata, respectivamente) y la enfermedad inflamatoria pélvica (endometritis, salpingitis) en mujeres. Otras complicaciones más graves como la infección gonocócica diseminada (aparece en el 1-2% de infecciones por gonococo no tratadas, manifestándose a través de síntomas como fiebre, dermatitis, artritis, endocarditis, meningitis…).
Creado: 6 de junio de 2014