En España, el 12% de los trasplantes renales se realizan con órganos de donante vivo

Grupo de cirujanos realizando un trasplante renal
En Reino Unido casi la mitad de los trasplantes se realizan con órganos de donante vivo.

La calidad y la esperanza de vida de los pacientes que han recibido un órgano de donante vivo es mayor, según los expertos y, además, sufren menos complicaciones durante el postoperatorio.

España es un país que destaca por tener un importante programa de donantes de órgano fallecido. Sin embargo, los especialistas afirman que es necesario incrementar el número de riñones de donante vivo para trasplante porque estos órganos tienen una mayor calidad que los procedentes de donante fallecido.

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Hace unos años la mayor parte de los órganos para trasplante procedían de personas fallecidas en accidentes de tráfico, pero al disminuir el número de accidentes de tráfico mortales, se ha incrementado la donación de personas fallecidas a causa de accidentes cerebrovasculares, que por lo general tienen una edad superior, y cuyos órganos se encuentran en peores condiciones.

Para solucionar este problema, los especialistas señalan que es necesario incrementar la donación de vivo, que actualmente supone el 12% del total de trasplantes renales anuales en España, muy por detrás de países como Reino Unido, donde casi la mitad de los trasplantes se realizan con órganos de donante vivo.

Donación renal cruzada

La donación de vivo se realizaba habitualmente entre familiares, pero a veces existen incompatibilidades que hacen imposible la donación. En 2008 se puso en marcha lo que se conoce como trasplante renal cruzado, que consiste en un registro nacional de parejas donante-receptor incompatibles entre sí, con el objeto de encontrar a otra pareja en similares circunstancias con la que se pueda realizar un cruce del donante con el otro receptor, y poder realizar así el trasplante.

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El donante debe ser una persona mayor de edad y en plenas facultades mentales, que dé su consentimiento libre y desinteresadamente (sin ningún tipo de compensación económica) para que se realice la intervención. Además, tiene que ser una persona sana, que no padezca ninguna enfermedad que pudiera mermar su salud o su calidad de vida a largo plazo.

También el hospital donde se realice la intervención tiene que estar autorizado para hacer trasplantes renales de donante vivo o, en su caso, estar adherido al programa de trasplante renal cruzado.

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Actualizado: 15 de octubre de 2019

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