La mitad de los embarazos son no deseados, y el 60% acaban en aborto

En el mundo se producen unos 121 millones de embarazos cada año, de los cuales casi la mitad serían embarazos no deseados. Así lo constata el último informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Población (UNFPA), que alerta de que esta cifra es muy elevada y que representa un fracaso mundial en la defensa de los derechos humanos básicos de niñas y mujeres.

Estos embarazos no deseados repercuten en la vida de las mujeres, pues estiman que el 60% de todos ellos acaban en aborto. Sin embargo, no en todos los países se tiene acceso o está permitido legalmente la interrupción voluntaria de la gestación, por lo que según el informe, el 45% de estos abortos se harían de manera insegura, con el riesgo de muerte que eso conlleva y que podría rondar entre el 5% y el 13% de los fallecimientos maternos.

El informe, titulado Visibilizar lo Invisible: La necesidad de actuar para poner fin a la crisis desatendida de los embarazos no intencionales, también indica que los grandes acontecimientos que se están produciendo en el mundo, como la guerra en Ucrania y otras crisis, podrían aumentar el número de embarazos no deseados.

Esto, según explican, se debe a una interrupción en el acceso a métodos anticonceptivos y por un aumento en la violencia sexual. Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, ha explicado que “para las mujeres afectadas, la opción reproductiva que más cambia la vida ya sea quedar embarazada o no, no es una opción”, dijo la responsable del UNFPA.

La toma de decisión corresponde a las mujeres

Y es que, creen que unas 257 millones de mujeres en todo el mundo que desean no quedarse embarazadas no usan métodos anticonceptivos modernos y seguros, además de que una cuarta parte se sienten incapaces de negarse ante la demanda de sexo, así lo estiman los datos de países donde se han podido recoger.

La falta de anticonceptivos, de atención médica sexual, la coerción reproductiva o la violencia sexual son factores que aumentan los embarazos no deseados

Pero esto no es lo único que contribuye al número tan elevado de embarazos no deseados que se producen en el planeta, y es que el informe subraya que la falta de atención médica sexual y reproductiva, las normas imperativas que rodean en muchos casos a las mujeres, la falta de anticonceptivos que se adapten a las circunstancias, la coerción reproductiva, la vergüenza ante los servicios de salud o la violencia sexual son otros de los factores claves.

El informe hace un llamamiento a los gobiernos y a los encargados de los sistemas de salud para que hagan lo posible por intentar prevenir los embarazos no deseados. Para ello, instan a que se mejore la accesibilidad, la aceptabilidad y las opciones anticonceptivas, al tiempo que anima a los políticos y líderes comunitarios a que empoderen a las mujeres y las niñas para que puedan tomar sus propias decisiones afirmativas acerca del sexo, la anticoncepción y la maternidad.

“Al poner el poder de tomar esta decisión tan fundamental directamente en manos de las mujeres y las niñas, las sociedades pueden garantizar que la maternidad sea una aspiración y no una inevitabilidad”, ha explicado Kanem. Hacer esto podría el poder de decisión en ellas, que con las herramientas y la información adecuada elegirían si quieren o no ser madres.