Radiografía de tórax
La radiografía de tórax es una técnica diagnóstica que permite obtener una imagen del tórax utilizando rayos X a dosis muy bajas, que atraviesan el cuerpo y dibujan las siluetas de los órganos internos. Descubre qué revela.

Cómo se hace la radiografía de tórax

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 29 de julio de 2022

En primer lugar, el médico valorará si es necesario realizarte una radiografía de tórax. Ese mismo día te podrán realizar la prueba, sobre todo si se trata de una consulta en urgencias, o también te pueden citar para otro día; en ese caso, el día que tengas la prueba no tienes por qué cambiar tu rutina, y no hay ningún motivo para que te pongas nervioso.

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Para realizar la prueba te pedirán primero que te quites toda la ropa del torso, desde la camisa, hasta el sujetador en el caso de las mujeres. También tendrás que quitarte colgantes, piercings, o cualquier elemento extraño que esté en la superficie del pecho o de la espalda. Una vez que te hayas quitado la ropa te pedirán que te acerques a la máquina que hace las radiografías.

Tendrás que colocarte de cara a una placa metálica, con el pecho bien pegado a su superficie. Así la imagen será más definida y se podrá estudiar mejor el tórax. La superficie de la placa estará fría, pero se puede soportar. El técnico de rayos saldrá entonces de la habitación para evitar la radiación. No lo hace porque la dosis radiactiva sea muy elevada, pero hay que tener en cuenta que él está todos los días en esa sala, y si recibiese todos los días radiación, por pequeña que sea, se acumularía y le dañaría.

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Desde fuera el técnico te pedirá que tomes aire profundamente. En cuanto hinches el pecho la máquina disparará los rayos X y se obtendrá la imagen radiológica. Esto dura un instante, ni siquiera te darás cuenta. El técnico en ese mismo momento podrá ver la imagen y valorará a grandes rasgos si es válida para estudiar el tórax. Si no se ha conseguido, tendrán que repetir el disparo, pero esto sucede en muy pocas ocasiones.

Una vez conseguida la imagen ideal el médico podrá estudiarla y buscar alteraciones en la misma que ayuden al diagnóstico del problema por el que consultas. A día de hoy las radiografías se ven casi siempre en el ordenador, aunque todavía hay sitios donde se imprime la radiografía en papel plástico.

Complicaciones de la radiografía de tórax

Las radiografías de tórax no tienen complicaciones reales para las personas que se someten a ellas. La radiación que implican es mínima y no se consideran un factor de riesgo para desarrollar cáncer si se utilizan de forma puntual en años. Los técnicos de rayos y los radiólogos llevan detectores que miden la radiación acumulada a lo largo de semanas, ya que no deben superar un límite anual para evitar riesgos.

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Creado: 17 de enero de 2014

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