Test de sangre detecta artrosis de rodilla años 8 antes que la radiografía

La osteoartritis de rodilla (OA) es una de las formas más comunes de artritis especialmente frecuente en las personas mayores o de mediana edad, que ocurre cuando el cartílago articular –un suave tejido que amortigua los extremos de los huesos en las articulaciones– se desgasta con el tiempo. Esto puede producir dolor, rigidez e inflamación en la articulación de la rodilla. Aunque en la actualidad no existen cura, el éxito de posibles nuevas terapias podría depender de identificar la enfermedad precozmente y ralentizar su progresión antes de que se vuelva debilitante.

Para diagnosticar esta afección se suelen usar radiografías, que pueden mostrar la pérdida de espacio articular, esclerosis del hueso subcondral, formación de osteofitos y cambios en la alineación de la articulación, que son indicativos de osteoartritis. Sin embargo, a menudo el paciente manifiesta síntomas como dolor e inflamación de la articulación y no se detecta en las radiografías.

Ahora, un equipo de investigadores de Duke University School of Medicine ha comprobado que un simple análisis de sangre puede detectar la osteoartritis de rodilla y que esta prueba, además, predijo con éxito esta afección al menos ocho años antes de que aparecieran signos reveladores de la enfermedad en las radiografías.

Los investigadores llevaron a cabo un estudio en el que validaron la precisión del análisis de sangre que identifica biomarcadores clave de osteoartritis y demostraron que predecía el desarrollo de la enfermedad, así como su progresión. Los resultados se han publicado en la revista Science Advances y ponen de manifiesto la utilidad de un análisis de sangre que sería superior a las herramientas de diagnóstico actuales que a menudo no identifican la enfermedad hasta que ya ha causado daño estructural a la articulación.

"Actualmente, es necesario tener una radiografía anormal para mostrar evidencia clara de osteoartritis de rodilla y, cuando aparece en una radiografía, su enfermedad ha estado progresando durante algún tiempo", ha señalado la Dra. Virginia Byers Kraus, profesora de los departamentos de Medicina, Patología y Cirugía Ortopédica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Duke y autora principal del trabajo. "Lo que nuestro análisis de sangre demuestra es que es posible detectar esta enfermedad mucho antes de lo que permiten nuestros diagnósticos actuales", añade.

Anomalías en la articulación que se detectan en la sangre

Kraus y sus colegas se han centrado en desarrollar biomarcadores moleculares que puedan usarse para tanto con fines de diagnóstico clínico como como herramienta de investigación para ayudar en el desarrollo de fármacos eficaces. En estudios anteriores, la prueba de biomarcadores sanguíneos demostró una precisión del 74% en la predicción de la progresión de la osteoartritis de rodilla y del 85% en el diagnóstico de la osteoartritis de rodilla.

El estudio actual perfeccionó aún más las capacidades predictivas de la prueba. Utilizando una gran base de datos del Reino Unido, los investigadores analizaron el suero de 200 mujeres blancas, la mitad diagnosticadas con osteoartritis de rodilla y la otra mitad sin la enfermedad, emparejadas por índice de masa corporal y edad.

"La osteoartritis en sus primeras etapas podría brindar una 'ventana de oportunidad' para detener el proceso de la enfermedad y restaurar la salud de las articulaciones"

Descubrieron que un pequeño número de los biomarcadores en el análisis de sangre distinguieron con éxito a las mujeres con osteoartritis de rodilla de aquellas que no la padecían, captando señales moleculares de osteoartritis de rodilla ocho años antes de que muchas de las mujeres fueran diagnosticadas con la enfermedad mediante rayos X.

"Esto es importante porque proporciona más evidencia de que hay anomalías en la articulación que pueden detectarse mediante biomarcadores sanguíneos mucho antes de que los rayos X puedan detectar la osteoartritis de rodilla", afirmó Kraus. "La osteoartritis en sus primeras etapas podría brindar una 'ventana de oportunidad' para detener el proceso de la enfermedad y restaurar la salud de las articulaciones", concluye la experta.