Tratamiento de una dermatitis atópica

Actualizado: 28 de junio de 2022
Cuando hablamos del tratamiento de la dermatitis atópica hay que aclarar que, desgraciadamente, es una afección que no se cura. El objetivo del tratamiento es que los brotes estén bajo control y, en caso de que ocurra un episodio, intentar controlar sobre todo el picor y mantener la piel hidratada.
Actualmente son los corticoides tópicos (en crema, pomada o loción) la base del tratamiento contra el eccema. Bien utilizados controlan la gran mayoría de los casos, aunque no siempre se administran correctamente. La mejor manera de obtener el máximo beneficio del corticoide sin notar ningún tipo de efecto adverso es seguir siempre la pauta que marque el médico, sin usar más crema de la necesaria ni durante más tiempo del recomendado; pero sin saltarse ninguna aplicación, para asegurar unos niveles constantes de medicamento.
A la hora de aplicarla, es mejor una cantidad pequeña y bien extendida que una gran cantidad de crema, ya que se facilita la absorción. Unos minutos después de la aplicación del corticoide, se puede aplicar una crema emoliente, para hidratar la piel y favorecer la absorción del corticoide.
El médico elegirá el corticoide más adecuado, en función de la edad del paciente, la zona a tratar, y la intensidad del episodio de eccema. Generalmente, en los niños, las preparaciones con un corticoide de baja o mediana potencia suele ser suficiente. En zonas muy sensibles (cara, cuello, mamas, axilas, área genital...) tampoco se emplearán corticoides potentes, sino aquellos con la potencia necesaria para tratar la afección, pero que presenten un perfil de seguridad adecuado. Para los episodios crónicos en adultos, la potencia del medicamento puede ser algo mayor.
Alternativas a los corticoides para tratar el eccema
Otros tratamientos disponibles para la dermatitis atópica son:
Creado: 21 de julio de 2010