Mascarillas, ¿cuáles sirven para detener el coronavirus?

Ante la alerta sanitaria provocada por la rápida propagación del coronavirus COVID-19, la venta de mascarillas está agotada y su uso genera dudas, ¿protegen realmente del SARS-CoV-2 u otros virus? ¿Cuáles usar?
Mascarillas para el coronavirus
Natalia Castejón

Por: Natalia Castejón

Periodista especializada en vida saludable

Actualizado: 4 de mayo de 2023

La mascarilla protectora (cubrebocas en otro países) se ha convertido en un complemento imprescindible en nuestro día a día, después de que la Comisión Internacional de China confirmase que el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 (coronavirus con origen en Wuhan causante del COVID-19) se podía transmitir de persona a persona. Tras negar durante semanas su necesidad o utilidad de uso para aquel que no estuviera enfermo o fuera personal sanitario, a finales de mayo se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una ordenanza en la que se indicaba la obligatoriedad de llevar mascarilla en personas mayores de seis años, tanto en espacios al aire libre como cerrados, prestando especial atención en el transporte público, como metro o autobús, donde el riesgo de contagio es más elevado. 

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Esto al comienzo de su imposición, hizo que en los establecimientos se acabaran las mascarillas. Según datos de la Fedifar (Federación de Distribuidores Farmacéuticos), las peticiones de mascarillas en las farmacias españolas se incrementaron un 20.000% respecto a febrero del año anterior y la mayoría tuvieron que colgar el cartel informando de que ya no les quedaban unidades. Según los datos dados a conocer por la distribuidora de medicamentos Cofares, la venta de mascarillas en España aumentó un 330% entre el 22 y el 24 de enero de 2020. 

Las mascarillas más demandadas son las que tienen el filtro FFP2 – que cuentan con una protección especial para enfermedades respiratorias– y el modelo N95 –que filtra el 95% de las partículas del aire–

La mascarilla es una parte más de nosotros, sin ella nos sentimos como si fuéramos desnudo, pero la duda sigue siendo la misma, ¿qué mascarilla usar o cuál puede ser más útil para prevenir un contagio de coronavirus?

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Tipos de mascarillas protectoras y respiradores desechables

Las mascarillas son herramientas muy usadas en el continente asiático como método para protegerse de la contaminación, el polvo y las bacterias del aire, y como un acto de solidaridad con los demás cuando se está enfermo, por ejemplo de gripe, para no contagiar a otros. Sin embargo, hay que saber que existen diferentes tipos de mascarillas y que no todas tienen la misma utilidad.

Los virus se miden en escala nanométrica, por lo que podrían traspasar sin problema las mascarillas más básicas

Principalmente existen dos grandes tipos de mascarillas, las denominadas mascarillas quirúrgicas, que consisten en un tejido fino filtrante con unas gomas o cintas para asegurarlas a orejas o cabeza, y los respiradores desechables tipo concha o las llamadas mascarillas de alta eficacia (FFP), que son de un material algo más grueso y que incluyen filtros más sofisticados. También son muchos los que han optado por las mascarillas de tela, aunque la OMS alerta de que podrían aumentar el riesgo de infección con el SARS-CoV-2 si la máscara no está hecha con el material adecuado, está contaminada por manos sucias y se toca con frecuencia, o incluso si se mantiene en otras partes de la cara o la cabeza y luego se coloca nuevamente sobre la boca y la nariz. (Te recordamos en este artículo cómo usar correctamente una mascarilla).

Mascarillas para protegernos del coronavirus

Según la Guía Informativa de Mascarillas del Hospital Universitario Donostia las mascarillas quirúrgicas filtran las partículas que son emitidas por la persona durante la respiración, evitando que puedan salir al exterior y llegar a otras personas, por supuesto, pero también protegen la boca y la nariz del usuario ante la salpicadura de fluidos más grandes, como saliva o sangre, aunque las partículas más pequeñas podrán entrar.

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De esto nos advierte a Webconsultas el médico infectólogo Ivan Rodrigo Castedo, haciendo hincapié en que los virus son un agente infeccioso que se mide en escala nanométrica –o sea, la mil millonésima parte de un metro–, siendo más pequeño incluso que una bacteria, por lo que podría traspasar sin problema las mascarillas más básicas, como las de papel o las quirúrgicas.

Mascarilla N95

Por otro lado, los cubrebocas o mascarillas de alta eficacia podrían proteger al usuario de las partículas y aerosoles líquidos que hay en el ambiente –por ejemplo, saliva y secreciones nasales expulsadas en un estornudo– mediante un filtro más complejo. Según el nivel de filtración hay tres clasificaciones europeas y tres estadounidenses:

  • FFP1: con un 78% de filtración.
  • FFP2: con un 92% de filtración.
  • FFP3: con un 98% de filtración.
  • N95: con un 95% de filtración.
  • N99: con un 99% de filtración.
  • N100: con un 99,7% de filtración.

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Sin embargo, el problema, viene por el mismo sitio, el tamaño de las partículas. De hecho, la mascarilla más demandada actualmente, que emplea el filtro N95 –que filtra el 95% de las partículas del aire– están pensadas para contener partículas superiores a 0,3 micras, tal y como aclara la FDA. El virus SARS-CoV-2 tiene un diámetro de 0,12 micras… Sin embargo, hay que tener en cuenta que las mascarillas marcadas con el distintivo KN95 no están homologadas por la CE y, aunque se permitió su comercialización durante la escasez de cubrebocas, desde diciembre de 2020 no se podrán vender en España.

Diferencias entre la mascarilla quirúrgica y el respirador N95

Diferencia entre mascarillas y respirador N95
Infografía: CDC (Center for Disease Control and Prevention) NIOSH (National Institute for Occupational Safety and Health)

Recomendaciones de uso de las mascarillas

Las mascarillas están siendo utilizadas actualmente como un método barrera contra el COVID-19. Su obligado uso por parte de la población está condicionado por unas circunstancias concretas. Los cubrebocas se tienen que usar siempre que se salga de casa, es decir por la calle, al entrar en un establecimiento, en las aulas, en los gimnasios o en el transporte público, solo se podrá prescindir de ella en la propia casa o cuando se vaya a consumir bebidas o alimentos en un establecimiento habilitado para ello.

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Además, la OMS ha advertido que su uso es necesario aunque se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros, si la ventilación de la estancia en la que hay varias personas no convivientes no cumple con los requisitos de las instituciones nacionales respecto al SARS-COV2 en términos de temperatura y humedad, así como si se va a visitar a otras personas a sus hogares o se reciben a invitados en casa. También deben utilizarse dentro de las casas aunque tengan buena ventilación si no se puede garantizar una distancia física de al menos un metro con los no convivientes.

A pesar de lo que se pueda pensar, las mascarillas no son obligatorias durante la practica de ejercicio físico al aire libre, a pesar de que es cuando más aerosoles se pueden expulsar por el aumento del nivel de respiración. Un estudio reciente indicaba que las mascarillas no interfieren en la función respiratoria, sino que la sensación de falta de oxígeno no es más que eso, una sensación. Sin embargo, la OMS sigue recomendando no usarlas durante la práctica deportiva pues según explican: "Pueden reducir la capacidad de respirar cómodamente". Eso sí, aconsejan que se realice la actividad lejos de otras personas y al aire libre.

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La OMS también ha alertado que el uso de las caretas de plástico o faceshields no sustituyen el uso de la mascarilla, pues las gotículas expulsadas al hablar, toser o estornudar pueden salir por los laterales. Estas viseras solo sirven como método para proteger los ojos de la entrada de salpicaduras de saliva con carga del virus SARS-CoV-2, por lo que se pueden usar como método extra de protección.

¿Son eficaces las mascarillas para evitar el coronavirus?

Esta pregunta podría tener varias respuestas, según el Dr. Ivan Rodrigo Castedo: la más taxativa sería no; siendo un poco indulgentes se podría decir que sirven, pero de muy poco; y la respuesta más objetiva sería que depende, pues “hay muchos factores que repercuten en la eficacia del producto, como su adecuada y correcta utilización, el objetivo por el cual pretendemos protegernos y, obviamente, la calidad de la mascarilla”.

La Dra. Isabel Sola, investigadora y codirectora del laboratorio de coronavirus en el CNB-CSIC y el Dr. Fernando Usera, jefe de Bioseguridad en el CNB-CSIC, nos han explicado que las mascarillas son eficaces a la hora de prevenir contagios, pero siempre y cuando se utilicen máscaras certificadas para proteger de riesgo biológico. Además, reiteran que: "las mascarillas de quirófano no son equipo de protección individual (EPI) y no son válidas para proteger frente a riesgo biológico, porque no se cierran alrededor de la zona buconasal. Existen 3 tipos de máscaras certificadas para proteger frente a riesgo biológico FFP1 (baja protección), FFP2 (media protección) y FFP3 (alta protección)".
Su uso dependerá de el contacto que se tenga con las personas infectadas, para los usuarios normales –con prácticas de bajo riesgo– se utilizarían las FFP2 y para prácticas de alto riesgo –como el que tienen los sanitarios contacto con personas enfermas– deberían emplearse las FFP3, según los expertos miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC).
Mascarillas higiénicas
 

A pesar de todo ello, en la ciudad de Wuhan, en España y cada vez en más países se ha establecido la norma de que todos sus habitantes deben llevar mascarilla quirúrgica, aunque no está comprobado que este sea un método eficaz para evitar la transmisión del coronavirus SARS-CoV-2, aunque podría reducir de alguna manera el contacto de las personas sanas con los fluidos más grandes de individuos infectados que todavía no hayan desarrollado los síntomas.

La OMS ha recalcado en un paper de finales de marzo que dado el modo de transmisión del coronavirus (por pequeñas gotículas y contacto estrecho con una persona contagiada, y no se contagiaría por el aire), el uso de mascarillas quirúrgicas no sería de utilidad para salir a la calle a pasear al perro o hacer la compra, si no que solo sería útil para aquellas personas que están excretando virus, con el fin de proteger al profesional que le atiende o a sus allegados. Mientras que el uso de otros tipos de mascarilla (FFP2 o FFP3) protegen de ser infectados, por eso son utilizados especialmente por profesionales sanitarios cuando entran en contacto directo con el paciente, sobre todo para la realización de determinadas técnicas con aerosoles, como la intubación o similares. 

Hombre con una mascarilla de seguridad en el metro

El médico infectólogo también nos explica al respecto que: “las mascarillas no son el primer recurso en el caso de prevención de este tipo de patologías; nuestro primer aliado será siempre el lavado frecuente de manos”. Además, añade que las mascarillas quirúrgicas no se ajustan bien al rostro, dejando huecos por los que pueden penetrar partículas infecciosas que accedan al organismo por la nariz o la boca.

“Las mascarillas no son el primer recurso en el caso de prevención de este tipo de patologías; nuestro primer aliado será siempre el lavado frecuente de manos”

El experto nos ha explicado que teniendo en cuenta que los individuos se tocan la cara unas 23 veces cada hora, esto supone un riesgo elevado de exposición de la mascarilla a cualquier tipo de contaminación externa, e incluso de nosotros mismos. También expone que las personas que ya están afectadas deberían estar obligadas a llevar mascarillas, al menos hasta que se encuentre la etiología del cuadro. Es precisamente por este último motivo, por el que los CDC han recomendado que la población utilice cubrebocas –incluso mascarillas caseras hechas con camisetas, sábanas o bandanas y filtros de café– cuando salgan de casa, para evitar que los casos de asintomáticos puedan infectar a los que están sanos. 

La OMS ha recomendado en su último comunicado las mascarillas de tela caseras de estructura de tres capas (según el tejido que se use). Cada capa tiene una función: la capa interna hecha de un material hidrófilo (adsorbe el agua), la capa más externa de material hidrófobo (repele el agua) y una capa hidrófoba intermedia que se ha demostrado que mejora la filtración o retiene las gotas.

Crean una falsa sensación de seguridad

Los expertos advierten que las mascarillas podrían crear una falsa sensación de seguridad en las personas que las llevan, un hecho que puede ser negativo para aquellos que no tengan más información sobre el COVID-19, pues pueden reducir la frecuencia del lavado de manos y acercarse demasiado a personas infectadas, creyendo que se esta totalmente protegido.

Mascarillas de seguridad

No obstante, teniendo suficiente información sobre esta pandemia, y llevando a cabo las recomendaciones establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los CDC –como no tocarse los ojos, nariz o boca sin hacer un lavado de manos previo, o no estar en contacto con personas afectadas con coronavirus–, se podrían reducir los riesgos de contagio, y las mascarillas con filtro (FFP y N) sí pueden aportar un extra de protección, entendidas como un complemento de prevención, pero siempre acompañadas de un buen lavado de manos.

Además, si se opta por llevar estos respiradores con mascarilla de filtrado, habrá que hacer un buen uso, lo que implica colocarlas bien ajustadas, intentando que no quede ningún hueco, y cambiarlas cuando estén deterioradas, mojadas, perforadas, deformadas, o se hayan contaminado con saliva o sangre de otras personas que podrían estar infectadas con 2019-nCoV. El Dr. Ivan Rodrigo Castedo recomienda que si se quiere optimizar el coste de estas mascarillas se use una tipo N95 o FFP, y se coloque una quirúrgica por encima; así, esta última se irá cambiando regularmente, y la principal podrá tener más usos.

En el caso de las mascarillas de tela o las caseras, habrá que tener especial cuidado. Son muchos los recintos que están impidiendo el acceso de personas con este tipo de cubrebocas, por considerarlos poco seguros, como es el caso de los centros sanitarios en el País Vasco. La necesidad de llevar mascarilla ha hecho que practicamente todas las tiendas las vendan, sin embargo, lo mejor es que optes por una que esté homologada y tenga su certificación de calidad, evitando las que comercializan en tiendas no especializadas en salud, como mercadillos o bazares.

Aquí te dejamos un vídeo con consejos sobre cómo colocarse correctamente la mascarilla protectora:

Las mascarillas pierden eficacia si tienes barba

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) explicaron en su día que la eficacia de estas herramientas de protección podría reducirse en función de si se tiene vello facial y el tipo de estilo de recorte que se haya elegido. En estos casos, lo mejor es que se este completamente afeitado, para que la mascarilla tenga un contacto directo con la piel y pueda sellar bien la zona, evitando que entre cualquier virus o microorganismo del exterior. Pero si te niegas a renunciar a un poco de tu vello facial, la CDC ha ilustrado los tipos de bigotes que hay y los que interfieren o no en el funcionamiento de las mascarillas con filtros.

Mascarillas y vello facial

Creado: 31 de enero de 2020

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