Gota
Un exceso de ácido úrico en el organismo puede acumularse en distintas partes del cuerpo como las articulaciones, los riñones o los tejidos blandos, produciendo gota. Descubre sus fases, y fármacos, hábitos y dieta para controlar sus síntomas.

Causas de la gota

Por: Natalia Dudzinska Camarero

Bióloga, especialista en Microbiología Ambiental y Epidemiología

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 21 de octubre de 2024

Si hablamos de las causas de la gota, el hecho de que el organismo presente un aumento de ácido úrico puede deberse a dos circunstancias: o bien el propio cuerpo genera un exceso del compuesto, o bien no tiene capacidad para eliminarlo correctamente, es decir, existe algún fallo a nivel renal. Estas circunstancias pueden ser originadas por alguno o varios de estos factores:

  • Enfermedades de la sangre: algunas enfermedades de la sangre pueden ocasionar esta enfermedad, como en los síndromes mieloproliferativos, leucemias, linfomas, la policitemia vera, etcétera.
  • Tumores. Algunas enfermedades oncológicas y sus tratamientos pueden también ocasionar cifras elevadas de acido úrico y gota, por lo que al inicio de sesiones de quimioterapia esto debe tenerse en cuenta y prevenirlo.
  • Fármacos: los llamados citostáticos, medicamentos en su mayoría usados para el tratamiento del cáncer, pueden desencadenar este síndrome. Algunos fármacos para el tratamiento del virus del SIDA también pueden generar episodios de gota. E igualmente se han relacionado algunos diuréticos con este mecanismo.
  • Dieta: es un factor muy conocido como productor de hiperuricemia y gota. Históricamente se relacionó esta enfermedad con reyes y nobles, que en su momento eran los únicos con acceso a carnes y alimentos ricos en purinas, así como bebidas alcohólicas como la cerveza (con frecuencia solían abusar de su consumo), que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad. Actualmente este factor sigue haciéndola más frecuente en el mundo occidental.
  • Fallo en la eliminación del ácido úrico: todas estas causas mencionadas son favorecedoras de la hiperuricemia y de la gota, generalmente por aumento en la producción de acido úrico en sangre. Otro pequeño porcentaje de pacientes pueden presentar gota e hiperuricemia por un defecto en la eliminación de esta sustancia. En este grupo cabe destacar a la insuficiencia renal crónica como la más frecuente, y otras como la intoxicación por plomo más raramente.
  • Genética: existe un factor hereditario, de modo que los individuos con predisposición genética deben cuidarse especialmente a la hora de cometer excesos con alimentos como marisco, carnes rojas, carne de cerdo, determinados pescados, etcétera. Todos estos alimentos tienen la característica común de ser ricos en purinas que, al ser metabolizadas por el organismo, dan lugar al ácido úrico. En estas personas con afectación familiar, el mecanismo suele ser un defecto en la eliminación renal de acido úrico. Un estudio publicado en Nature Genetics en 2024 en el que se analizaron datos de 2,6 millones de personas puso de manifiesto que precisamente esta predisposición genética es el principal origen de la gota
  • Ser varón: los hombres, por lo general, son más susceptibles a padecer la enfermedad; en el caso de las mujeres, la gota tiende a aparecer sobre todo tras la menopausia.
  • Comorbilidades: es relativamente frecuente que personas que padecen ciertas enfermedades crónicas desarrollen también gota. Algunas de las patologías más comúnmente relacionadas con esta dolencia son la obesidad, la diabetes, la hiperlipemia (aumento de grasa en la sangre), los trastornos renales, la leucemia y ciertos tipos de anemia.

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