Pólipos uterinos
Los pólipos uterinos suelen ser benignos, y en ocasiones asintomáticos, pero pueden provocar sangrado anormal o infertilidad, por lo que es conveniente extirparlos si producen síntomas o hay riesgo de malignización.

Tratamiento de los pólipos uterinos

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Actualizado: 31 de enero de 2025

El tratamiento de los pólipos uterinos varía según la presencia de síntomas, el riesgo de malignidad y su impacto en la fertilidad1. Así, las opciones incluyen tratamiento conservador, cirugía conservadora y cirugía radical. En algunos casos, los pólipos pequeños (<10 mm) y asintomáticos pueden desaparecer de forma espontánea en un año2, por lo que la vigilancia expectante puede ser una alternativa adecuada tal y como han sugerido algunos estudios3. De hecho, en mujeres posmenopáusicas, el tratamiento hormonal combinado puede reducir el desarrollo de pólipos endometriales4. Sin embargo, en las mujeres que sufren infertilidad, la mayoría de los pólipos endometriales no parecen remitir espontáneamente y, por lo general, se requiere una intervención quirúrgica.

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Por tanto, una vez diagnosticado, el tratamiento de elección del pólipo uterino es quirúrgico, bien mediante legrado o raspado uterino (era más habitual antes, pero tiene limitaciones y existe la posibilidad de que se pasen por alto los pólipos5) o, mejor aún, mediante resección por histeroscopia6, que permite la extirpación del pólipo de una manera más controlada. La histerectomía (extirpación del útero completo)7 puede ser una alternativa en mujeres perimenopaúsicas cuando el análisis microscópico de los pólipos sugiera riesgo de malignidad.

La polipectomía (extirpación del pólipo)8 está indicada ante cualquier pólipo endometrial sintomático. El objetivo de este procedimiento es doble: por un lado consigue eliminar o disminuir los síntomas y, por otro, permite obtener una muestra del tejido para analizarlo, ya que los pólipos uterinos sintomáticos tienen más riesgo de ser malignos.

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De forma esquemática, la actitud a seguir cuando se detecta un pólipo endometrial es la siguiente, si bien hay que individualizar en cada caso:

  • Mujeres premenopaúsicas:
    • Sintomáticas: polipectomía (extirpación del pólipo).
    • Asintomáticas: aunque los pólipos no produzcan síntomas, es necesaria su extirpación en determinadas circunstancias como pólipos de más de 1,5 cm de diámetro, pólipos múltiples, pólipos que se prolapsan (que descienden) a través del cérvix uterino, e infertilidad, ya que se considera que éstas aumentan el riesgo de evolución hacia malignidad.
  • Mujeres postmenopaúsicas: den o no síntomas, se recomienda la extirpación de todos los pólipos endometriales en este grupo de mujeres, ya que su riesgo de malignización es alto.
  • Mujeres que se encuentran en tratamiento con tamoxifeno: el manejo de estas pacientes es muy complejo, por lo que es importante tratar cada caso de forma individual.

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En base a recientes estudios científicos se recomienda que toda paciente que tome tamoxifeno y presente síntomas debe ser estudiada mediante histeroscopia y biopsia endometrial dirigida. Si la mujer se encuentra asintomática debe seguir un control anual con ecografía transvaginal, pero si se observa un engrosamiento endometrial sería recomendable la realización de una histerosonografía y evitar la histeroscopia quirúrgica. La ecografía transvaginal en mujeres que toman tamoxifeno no es especialmente fiable, debido a la aparición de numerosos falsos positivos (la prueba determina que la mujer presenta enfermedad cuando realmente no la tiene). Si tras esta prueba continúa la sospecha de patología endometrial, sí resultaría necesaria la realización de histeroscopia con toma de muestras, decidiendo el manejo más adecuado en función de los resultados.

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Si existe riesgo de malignidad se aconseja suspender el tratamiento con tamoxifeno y, si se ha de seguir con el mismo, habría que plantear a la paciente la posibilidad de una histerectomía.

Tratamiento de los pólipos uterinos

Prevención de los pólipos uterinos

Resulta muy complicado establecer unas medidas preventivas frente a la aparición de los pólipos uterinos, ya que no se conoce cuáles son sus causas. Aunque, si bien no existe una estrategia única para prevenirlos, si podría plantearse un enfoque multidisciplinario qe se base en un correcto control hormonal, metabólico y ginecológico con regularidad para intentar minimizar su aparición y detectar cualquier anomalía a tiempo.

Las únicas medidas preventivas disponibles serían evitar en la medida de lo posible los factores de riesgo anteriormente descritos, que aumentan la probabilidad de desarrollar pólipos endometriales. Sin embargo, en muchas ocasiones (terapia hormonal sustitutiva, tratamiento con tamoxifeno) esto no es posible, pues el beneficio de esas sustancias supera al riesgo, por lo que resulta fundamental que la mujer realice revisiones periódicas con su ginecólogo para la detección precoz de este problema. 

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En cualquier caso, como decíamos, asumiendo que no siempre es posible prevenirlos por completo, hay varias estrategias que pueden ayudar a reducir los factores de riesgo y mantener un equilibrio hormonal saludable:

  • Control del equilibrio hormonal: los pólipos uterinos están estrechamente relacionados con el exceso de estrógenos, especialmente cuando no hay una adecuada contraparte de progesterona. Para mantener un equilibrio hormonal saludable podemos optar por:
    • Evitar el sobrepeso y la obesidad, ya que el tejido adiposo contribuye a la producción de estrógenos.
    • Seguir una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en alimentos ultraprocesados, que ayude a regular la insulina y las hormonas.
    • Ejercicio regular, que contribuye al metabolismo hormonal y a la reducción de la resistencia a la insulina.
  • Uso adecuado de anticonceptivos hormonales: en algunos casos, los anticonceptivos hormonales combinados pueden ayudar a regular el ciclo menstrual y reducir el crecimiento excesivo del endometrio. Sin embargo, su uso debe ser evaluado individualmente, ya que algunos preparados pueden favorecer el desarrollo de pólipos en ciertas mujeres.
  • Control de enfermedades metabólicas: patologías como la resistencia a la insulina, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y la diabetes tipo 2 pueden favorecer el crecimiento endometrial excesivo. Un buen control glucémico y metabólico ayuda a reducir este riesgo.
  • Vigilancia en la perimenopausia y menopausia: las fluctuaciones hormonales en esta etapa pueden predisponer al crecimiento de pólipos. En aquellas mujeres que tienen sangrados anormales, es fundamental llevar a cabo una evaluación ginecológica temprana para descartar hiperplasias o pólipos.
  • Evitar el uso excesivo de terapia hormonal sin control médico: si bien la terapia hormonal puede ser útil en la menopausia, un mal manejo de la dosis de estrógenos puede estimular la aparición de pólipos uterinos.
  • Revisión ginecológica regular: esto incluye hacer ecografías transvaginales periódicas, ya que permiten detectar pólipos en sus primeras etapas; o realizar una histeroscopia en mujeres con síntomas (sangrados anormales) para confirmar su presencia y determinar si requieren extracción.
  • Evitar la inflamación crónica: ciertas infecciones crónicas del útero pueden predisponer a la formación de pólipos. Mantener una buena salud vaginal y tratar a tiempo infecciones como la cervicitis puede reducir este riesgo.

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  • 1
    S. Salim, H. Won, E. Nesbitt-Hawes, N. Campbell, y J. Abbott. «Diagnosis and Management of Endometrial Polyps: A Critical Review of the Literature». Journal of Minimally Invasive Gynecology, vol. 18, n.º 5, Elsevier BV, 2011, pp. 569–581+, doi:10.1016/j.jmig.2011.05.018.
  • 2
    Marit Lieng, Olav Istre, Leiv Sandvik, y Erik Qvigstad. «Prevalence, 1-Year Regression Rate, and Clinical Significance of Asymptomatic Endometrial Polyps: Cross-Sectional Study». Journal of Minimally Invasive Gynecology, vol. 16, n.º 4, Elsevier BV, 2009, pp. 465–471+, doi:10.1016/j.jmig.2009.04.005.
  • 3
    DeWaay, Deborah J.; Syrop, Craig H. MD; Nygaard, Ingrid E. MD; Davis, William A. MD; Van Voorhis, Bradley J. MD. 'Natural History of Uterine Polyps and Leiomyomata'. Obstetrics & Gynecology, 100, nº 1:p 3-7, July 2002. https://journals.lww.com/greenjournal/fulltext/2002/07000/natural_history_of_uterine_polyps_and_leiomyomata.2.aspx.
  • 4
    S. Oguz, A. Sargin, S. Kelekci, H. Aytan, y O.L. Tapisiz. «The Role of Hormone Replacement Therapy in Endometrial Polyp Formation». Maturitas, vol. 50, n.º 3, Elsevier BV, 2005, pp. 231–236+, doi:10.1016/j.maturitas.2004.06.002.
  • 5
    «Diagnostic Accuracy of Endometrial Thickness to Exclude Polyps in Women With Postmenopausal Bleeding». Journal of Clinical Ultrasound, vol. 36, n.º 5, Wiley, pp. 286–290+.
  • 6
    Omid Mashrabi. «Hysteroscopy As a Minimally Invasive Surgery, a Good Substitute for Invasive Gynecological Procedures». Iranian Journal of Reproductive Medicine, vol. 10, n.º 4, Elsevier BV, 2012, pp. 362–376+, https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC4165957/.
  • 7
    S. Salim, H. Won, E. Nesbitt-Hawes, N. Campbell, y J. Abbott. «Diagnosis and Management of Endometrial Polyps: A Critical Review of the Literature». Journal of Minimally Invasive Gynecology, vol. 18, n.º 5, Elsevier BV, 2011, pp. 569–581+, doi:10.1016/j.jmig.2011.05.018.
  • 8
    Janu Mangala Kanthi. «Clinical Study of Endometrial Polyp and Role of Diagnostic Hysteroscopy and Blind Avulsion of Polyp». JOURNAL OF CLINICAL AND DIAGNOSTIC RESEARCH, JCDR Research and Publications, 2016, doi:10.7860/jcdr/2016/18173.7983.

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