Síndrome de piernas inquietas
El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico que produce un sinfín de reacciones molestas, sobre todo en las extremidades inferiores, que hace que el afectado no pueda dejar de moverlas. Te damos consejos para controlarlo.

Síntomas y diagnóstico del síndrome de piernas inquietas

Por: Carmen Moreno

Periodista especializada en Salud, Embarazo, Infancia y Tercera Edad

Por: Esperanza López Maquieira

Vicepresidenta de la Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas (AESPI)

Actualizado: 19 de septiembre de 2025

Hay quien esgrimía que el síndrome de piernas inquietas (SPI) era uno más de los síndromes inventados en los últimos años, sin embargo, actualmente esta enfermedad se puede diagnosticar mediante datos clínicos. No obstante, a pesar de ello sigue siendo un trastorno claramente infradiagnosticado, así, desde la SEN apuntan que hasta 9 de cada 10 afectados podrían estar sin diagnosticar1. Además, pueden transcurrir periodos de incluso 10 años hasta que se realiza un diagnóstico correcto de esta enfermedad.

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Síntomas del síndrome de piernas inquietas

Estos son los cuatro criterios que deben estar presentes2 en el diagnóstico del síndrome de piernas inquietas:

  • Necesidad imperiosa de movimiento de las piernas, que suele acompañarse de sensaciones molestas. Estas sensaciones pueden ser3 dolorosas, punzantes, como tirones, picazón, hormigueo o incluso la impresión de que algo se arrastra por debajo de la piel.

  • Nerviosismo motor en las extremidades inferiores, que lleva a moverlas constantemente para aliviar la molestia o incluso a caminar de un lado para el otro.

  • Empeoramiento de los síntomas cuando se está en reposo o inactivo (sentado o tumbado), sobre todo durante largos periodos (al viajar, estar en clase o en una reunión, ver una película…) y alivio cuando se está en movimiento. Por eso, es frecuente que los afectados necesiten caminar, mover las piernas o incluso balancearlas al estar sentados.

  • Aparición de los síntomas por la tarde-noche, con empeoramiento durante la noche y, en muchos casos, un período de relativa mejoría en las primeras horas de la mañana.

Aunque menos frecuente, el SPI también puede afectar a los brazos4 y, en casos excepcionales, al pecho o la cabeza. Normalmente los síntomas aparecen en ambos lados del cuerpo, aunque a veces se limitan a un solo lado.

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Otras señales para identificar si sufres síndrome de piernas inquietas

No se trata de criterios imprescindibles; por tanto, para verificar el diagnóstico del síndrome de piernas inquietas, el especialista valora otros aspectos, entre los que se encuentran: la dificultad para conciliar y mantener el sueño, un examen neurológico normal o la historia familiar de SPI. Y es que, además de los criterios esenciales, existen otras manifestaciones que ayudan al especialista a confirmar el diagnóstico:

  • Alteraciones del sueño, como dificultad para conciliarlo o mantenerlo, lo que provoca despertares frecuentes.
  • Somnolencia y agotamiento diurno, con impacto en la productividad y la concentración.
  • Problemas de memoria. 
  • Cambios en el estado de ánimo, ansiedad o depresión, que suelen estar relacionados con la falta crónica de descanso.

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Curso variable de los síntomas, que pueden presentarse solo una o dos veces por semana en casos leves, o más de dos veces en los cuadros graves. También son posibles las remisiones temporales, con periodos de semanas o meses sin síntomas, sobre todo en fases iniciales, aunque a menudo reaparecen y se agravan con el tiempo.

El SPI no solo dificulta el sueño, sino que puede alterar de manera significativa la calidad de vida, tanto por el malestar físico como por sus repercusiones emocionales y cognitivas.

Síndrome de las piernas inquietas

Pruebas complementarias para el diagnóstico del SPI

También es interesante que se realice una analítica para determinar si existe falta de hierro5, ya que la carencia de este mineral afecta especialmente a las personas con síndrome de piernas inquietas.

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Asimismo, puede resultar necesario un estudio del sueño para comprobar la presencia de movimientos periódicos en las piernas. Esta prueba se llama polisomnografía y los expertos la consideran una herramienta muy útil. Especialmente en los casos en lo que existen más dudas, ya que esta prueba aporta información adicional que puede resultar esclarecedora. Sin embargo, no es eficaz al cien por cien.

En Webconsultas nos tomamos muy en serio la calidad de la información. Por eso, seleccionamos y verificamos nuestras fuentes, dándole prioridad a investigaciones avaladas por expertos, instituciones académicas de prestigio, sociedades médicas y revistas científicas reconocidas. Nuestro objetivo es ofrecerte un contenido preciso, íntegro y confiable.

  • 1

    Sociedad Española de Neurología. (2020, 22 de septiembre). 23 de septiembre: Día Mundial del Síndrome de las Piernas Inquietas [Nota de prensa]. https://www.sen.es/saladeprensa/pdf/Link316.pdf 

  • 2

    Sociedad Española de Neurología. (2013). Recomendaciones diagnósticas y terapéuticas del Síndrome de Piernas Inquietas / Enfermedad de Willis-Ekbom. SEN / Sociedad Española del Sueño. https://www.sen.es/pdf/2023/Sindrome_Piernas_Inquietas_2013.pdf

  • 3

    “Síndrome de Las Piernas Inquietas - Síntomas y Causas.” Mayo Clinic, https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/restless-legs-syndrome/symptoms-causes/syc-20377168. 

  • 4

      “Síndrome de Piernas Inquietas.” National Institute of Neurological Disorders and Stroke, https://www.ninds.nih.gov/es/health-information/disorders/sindrome-de-piernas-inquietas. 

  • 5

    Síndrome de las piernas inquietas o Enfermedad de Willis-Ekbom (EWE) SPI | AESPI. 2018, https://www.aespi.net/spi/.

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