Descubren por qué ciertas canciones son más pegadizas

La velocidad, la estructura, y el contenido de una canción pueden marcar la diferencia entre que una melodía resulte pegadiza o caiga en el olvido, y es posible predecir si un tema musical se volverá muy popular.
Mujer cantando con el secador tras salir de la ducha
Se puede predecir qué canciones son susceptibles de volverse pegadizas, porque tienen varios puntos melódicos en común.
Diana Oliver Ortiz

Por: Diana Oliver

Periodista especializada en vida sana, maternidad e infancia y mascotas

Actualizado: 29 de julio de 2022

Hay canciones que de repente no podemos dejar de tararear; aparecen en nuestra mente y se quedan largos periodos de tiempo, sin saber muy bien cómo han llegado hasta ahí. En 2013, investigadores de la Universidad Western Washington de Estados Unidos, ponían en duda el mito de que las canciones con melodías más repetitivas, por malas que sean, son las que más se enganchan a nuestro cerebro, y a través de un estudio publicado en la revista Applied Cognitive Psychology, concluían que las canciones que la gente disfruta, y que escucha con más frecuencia, son las que más posibilidades tienen de quedarse ancladas en nuestra cabeza.

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Ahora, un estudio a gran escala llevado a cabo en la Universidad de Durham (Reino Unido) y difundido por la Asociación Americana de Psicología, contradice en parte las conclusiones de aquella investigación de 2013, y nos lleva de nuevo al punto inicial, que indica que la estructura, la velocidad, y el contenido de los temas musicales, sí tienen mucho que ver en que determinadas canciones aparezcan y se queden pegadas a nuestros cerebros.

Las canciones más pegadizas tienen una estructura melódica común: son más rápidas, más fáciles de recordar y contienen un buen número de repeticiones

Y es que, según los resultados de la investigación, dirigida por la doctora Kelly Jakubowski, se puede predecir qué canciones son susceptibles de volverse pegadizas, ya que dichas canciones tienen varios puntos melódicos en común: son rápidas, tienen una melodía fácil de recordar, y a lo largo de las mismas abundan las repeticiones y los intervalos. Un patrón que suele encontrarse de forma habitual, según señalan, en la música pop occidental.

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Para la realización del estudio, los investigadores tomaron como muestra los datos recogidos a través de una encuesta realizada a 3.000 personas entre los años 2010 y 2013. En ella, los participantes nombraban cuáles eran las melodías que se tornaban pegadizas de forma más habitual en sus cabezas. Dichas canciones, limitadas a géneros populares como pop, rock, rap, o rhythm and blues, fueron comparadas con temas que, pese a que nunca habían sido nombrados, eran muy populares en las radios y listas inglesas. Entre ellas, las que con más frecuencia aparecían nombradas en el estudio fueron Bad Romance (Lady Gaga); Can't Get You Out Of My Head (Kylie Minogue); Don't Stop Believing (Journey); Somebody That I Used To Know (Gotye); Moves Like Jagger (Maroon 5); California Gurls (Katy Perry); Bohemian Rhapsody (Queen); Alejandro y Poker Face (Lady Gaga).

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Tras comparar los datos, los autores del estudio pudieron observar que, aun teniendo en cuenta que las canciones pegadizas se suelen caracterizar también por ser temas más propensos a estar más tiempo sonando en las emisoras de radio y, por supuesto, a encabezar las listas musicales, no existen pruebas suficientes como para poder pensar que ese motivo de popularidad o frecuencia sea lo que hace que estas canciones se conviertan en pegadizas.

Este tipo de estudios, aunque parezcan poco relevantes, pueden servir para abrir vías de investigación en torno a la comprensión del funcionamiento de las redes cerebrales implicadas en la memoria y las emociones, un terreno del que queda aún mucho por explorar.

Creado: 27 de diciembre de 2016

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