¿Por qué tenemos legañas?
Actualizado: 2 de marzo de 2023
Las legañas, o lagañas, son una sustancia que segregan las glándulas de Meibomio, situadas en los párpados superiores e inferiores, y cuya función principal es prevenir que se evapore prematuramente el componente acuoso de las lágrimas y estabilizar el film lagrimal. Si los orificios de estas glándulas se obstruyen, o algún problema de salud altera su secreción lipídica, esto perjudicará a los párpados y a la calidad de la película lagrimal, afectando también a la superficie ocular.
Las legañas se acumulan en el borde de los párpados, sobre todo durante la noche, cuando solemos dormir varias horas seguidas, y aunque también se pueden formar durante el día mientras permanecemos con los ojos abiertos, el parpadeo permite que se elimine esta secreción mucosa, además de otras sustancias como polvo, células epiteliales, lágrimas, etcétera.
Si las legañas segregan una secreción abundante y con aspecto purulento, o color amarillo o verdoso, y el ojo afectado pica o duele, podrían ser un síntoma de una infección ocular
Tener legañas es normal y evita que los ojos se sequen mientras dormimos, pero hay que observar su aspecto, que debe ser de color blanquecino y en una cantidad no excesiva; por el contrario, si se trata de una secreción abundante y con aspecto purulento, o color amarillo o verdoso, y el ojo afectado pica o duele, es necesario consultar con un médico, porque podrían ser un síntoma de una infección ocular, como una conjuntivitis bacteriana, o indicar un uso excesivo de lentillas, una lesión en el ojo a causa de un traumatismo, etcétera.
Legañas en el bebé
Como en el caso de los adultos, también en los bebés es normal la aparición de legañas, ya que cuando los ojos del niño están cerrados evaporan una menor cantidad de agua, las lágrimas se quedan acumuladas, y se forma más secreción. Cuando se despierte, puedes humedecer estas secreciones con suero fisiológico ocular, y en cuando estén blanditas, retirarlas con la punta de una gasa estéril, arrastrando desde el lagrimal hacia el rabillo del ojo.
Debes emplear una gasa para cada ojo porque en el caso de que uno de ellos estuviera infectado, así evitarías transmitir la infección al ojo sano. Si observas que la cantidad de legañas es excesiva o frecuente, tanto cuando el bebé está despierto como mientras duerme, no utilices ningún tipo de colirio, que podría resultar perjudicial, y consulta con tu pediatra, porque podría tener el lagrimal obstruido, que es una condición con la que nacen algunos bebés, y que en ocasiones se resuelve por sí sola.
Creado: 16 de febrero de 2016