El consumo de cranberry, o arándano rojo americano, impide que la bacteria Escherichia coli se adhiera a las vías urinarias y, de este modo, disminuyen los episodios de cistitis, según una revisión de estudios realizada por el Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO). INFITO ha realizado una encuesta entre 2.000 españoles que revela que casi uno de cada diez ha sufrido algún episodio de cistitis en el último año, y que el 17% de los encuestados dice haber oído hablar de los beneficios del cranberry para prevenir o tratar la cistitis, un 11% más que el año pasado.

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La E. coli es la responsable de la mayoría de la infecciones no gastrointestinales. La Universidad de Santiago de Compostela acaba de publicar una investigación en la revista Journal of Antimicrobial Chemotherapy en el que se demuestra que una colonia muy virulenta de esta bacteria es la responsable del 10% de todas las infecciones extraintestinales que se producen en España, entre ellas las urinarias. En este sentido, un estudio de la Universidad de Duke (Estados Unidos), publicado en la revista Clinics of Geriatric Medicine, confirma la eficacia del cranberry “para prevenir las infecciones urinarias de repetición en las mujeres”.

Las propiedades de los preparados de cranberry contra la cistitis se atribuyen a las proantocianidinas, o taninos condensados, que frenan a las bacterias, explica la profesora Concha Navarro, catedrática de Farmacología de la Universidad de Granada y presidenta de INFITO. “El cranberry actúa evitando que las bacterias, sobre todo la E. coli, se fijen en el epitelio de las vías urinarias, evitando por tanto el proceso infeccioso; ahora bien, para alcanzar el máximo de eficacia debe estar en forma de preparado farmacéutico estandarizado (por ejemplo en forma de cápsulas) en cuanto al contenido en componentes activos”. Así lo ratifica un estudio publicado en el número de abril de Journal of Medicinal Food, en el que se indicaba que el consumo oral de cranberry “podría actuar contra la adhesión del uropatógeno E. coli”.

El cranberry “está exento de efectos secundarios de consideración y puede tomarse durante periodos prolongados, tanto como prevención como en tratamiento, en combinación con los antibióticos”

La E. coli es la responsable de la mayoría de las infecciones urinarias, como refleja el Libro Blanco sobre cranberry, avalado por la Sociedad Iberoamericana de Neurourología y Uroginecología y la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, que ha contado con la participación de un equipo de urólogos, ginecólogos, farmacólogos, farmacéuticos y microbiólogos. En él se afirma que los preparados farmacéuticos de este fruto rojo deben tomarse “30 días seguidos para conseguir que E. coli no vuelva a repoblar el tracto urinario”, y repetir la toma “por lo menos tres o cuatro meses al año. Incluso hay quien preconiza el uso de una cápsula diaria de por vida”. En cuanto a la dosis, se señala que “la dosis óptima aconsejable es que al día se ingieran por lo menos 36 mg de proantocianidinas (PAC), y que la mejor pauta de administración sería darlo en dos tomas para garantizar una actuación uniforme”.

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A diferencia de los antibióticos, el cranberry “está exento de efectos secundarios de consideración y puede tomarse durante periodos prolongados, tanto como prevención como en tratamiento, en combinación con los antibióticos”, comenta Concha Navarro. Sus preparados farmacéuticos pueden utilizarse incluso en el embarazo, como recoge el Libro Blanco.

Cómo prevenir las infecciones urinarias

“8 de cada 10 infecciones urológicas tienen lugar tras una relación sexual. En el caso de las mujeres jóvenes la frecuencia de las relaciones sexuales aumenta el riesgo de contraer cistitis, sobre todo si se utiliza DIU. Y tras la menopausia el riesgo se incrementa debido a que el epitelio vaginal es más fino, hay mayor sequedad, con lo que se producen más heridas, y, además, se producen cambios en la flora vaginal que favorecen las infecciones”, según el doctor Juan Carlos Ruiz de la Roja, director del Instituto Urológico Madrileño. Para prevenir y tratar la cistitis el doctor Ruiz de la Roja recomienda beber abundante líquido, orinar justo después de una relación sexual, y tomar una dosis de un preparado farmacéutico de cranberry, con otra toma a las 12 horas.

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La Sociedad Española de Fitoterapia Ginecológica e INFITO recomiendan una serie de medidas para prevenir las infecciones urinarias:

  • Ingerir un mínimo de 1,5 litros de líquido al día, para eliminar más rápido las bacterias del aparato urinario.
  • Orinar cada 2-3 horas, aunque no se tengan ganas, hasta la última gota y sin interrupciones, ya que el crecimiento bacteriano es mayor cuando la orina permanece en la vejiga.
  • Orinar antes y después de mantener relaciones sexuales. La actividad sexual incrementa el riesgo de infección 40 veces, aunque algunas prácticas sexuales lo aumentan aún más.
  • Emplear jabones neutros para la higiene íntima, y lavar de delante hacia atrás, para evitar la contaminación. Secar en la misma dirección. El 80% de las bacterias que provocan infecciones urinarias provienen de las heces. No se recomiendan las duchas vaginales.
  • Orinar después del baño en piscinas y ríos.
  • Utilizar ropa interior de algodón y evitar prendas ajustadas.
  • Combatir el estreñimiento y no posponer la evacuación, para que los gérmenes no puedan colonizar los tejidos cercanos al tracto urinario.
  • Ducha en lugar de baño para higiene diaria.
  • Reconsiderar el uso de diafragma, ya que presionan la uretra y dificultan el vaciado de la vejiga. Su uso está asociado a mayor frecuencia de infección. Lo mismo ocurre con los tampones si las infecciones urinarias suelen aparecer en el periodo premenstrual.
  • Consumir 36 mg de cranberry al día.

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Fuentes: Sociedad Española de Fitoterapia Ginecológica y Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO)

Actualizado: 29 de julio de 2020

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