Polisomnografía
La polisomnografía es una prueba útil para el diagnóstico de trastornos relacionados con el sueño, principalmente para el estudio del síndrome de apnea obstructiva del sueño. Conoce cómo se lleva a cabo.

Cómo se hace la polisomnografía

David Saceda

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 31 de enero de 2023

En primer lugar, el médico valorará si puede ser útil realizar la polisomnografía, y verá si es mejor realizar directamente en el hospital o ambulatoriamente en tu domicilio. La polisomnografía ambulatoria es menos fiable que la polisomnografía del hospital, porque no se pueden medir todas las constantes que queremos. Sin embargo, es muy útil para descartar enfermedades y así sólo realizar la prueba hospitalaria a las personas que muestran alteraciones ya en la polisomnografía ambulatoria.

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Se te citará una noche para realizar el estudio del sueño y se te explicarán las medidas básicas que debes saber para someterte a él. El día de la prueba debes realizar una vida normal, evitando echarte una siesta después de comer para así conseguir dormir esa noche. Lo mejor es que llegues al hospital una hora antes del inicio de la prueba, para tener tiempo de familiarizarte con la habitación donde pasarás la noche. Evita hacer cualquier actividad estresante la tarde antes que te vayas a realizar la polisomnografía.

Cuando estés cómodo y con el pijama te colocarán una serie de sensores en la piel del tórax, brazos, piernas y cabeza. También una pequeña pinza en uno de los dedos de la mano. Después comprobarán que todos los sensores funcionan y captan correctamente las medidas a estudiar.

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Una vez colocados todos los sensores no tienes que dormir inmediatamente. Te dirán que puedes estar en la habitación leyendo o viendo la tele un rato hasta que notes sueño. Es normal que esa noche estés más nervioso de los habitual, ya que duermes en un sitio que no conoces, pero lo mejor es relajarse e intentar conciliar el sueño.

Durante la noche no te darás cuenta de absolutamente nada. Dormirás como haces un día cualquiera. A la mañana siguiente te despertarán a la hora acordada y te ayudarán a quitarte todos los sensores con acetona, que diluye el pegamento. Después podrás cambiarte de ropa y recoger tus cosas sin tener que esperar a ningún resultado.

Complicaciones de la polisomnografía

La polisomnografía es una prueba completamente inocua, que no supone ningún riesgo para las personas que la realizan. La única complicación que se conoce de ella es que algunos de los sensores que se pegan a la piel pueden llegar a irritarla en personas especialmente sensibles, algo no muy frecuente.

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Creado: 10 de agosto de 2013

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