Alergia al sol
La erupción polimorfa lumínica es conocida como alergia al sol porque sucede al exponerse a la luz solar y sus síntomas son similares a los de una reacción alérgica. Te explicamos sus síntomas y tratamiento.

Síntomas de la alergia al sol

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Los síntomas más frecuentes de la erupción polimorfa lumínica (EPL) o alergia al sol son picor, dolor y enrojecimiento de la piel. Las lesiones suelen aparecer unas pocas horas o varios días después de la exposición solar, y generalmente se localizan en las áreas de piel descubiertas que quedan expuestas al sol. Estas lesiones pueden persistir durante varios días, y normalmente se resuelven sin dejar cicatriz. Cursan en brotes recurrentes que suelen ser cada vez de menor intensidad, y pueden llegar a desaparecer al final del verano, aunque vuelven a aparecer en la primavera siguiente.

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La forma de las lesiones causadas por la alergia al sol es muy variada, como indica el propio nombre de la enfermedad (erupción polimorfa), aunque cada paciente suele presentar un mismo tipo de lesiones. Lo más frecuente es la aparición de:

  • Pápulas: lesiones de menos de un centímetro de tamaño, sobreelevadas y bien definidas.
  • Papulovesículas: similares a las anteriores y a las que se suman pequeñas ampollas con contenido líquido en su interior.
  • Placas: presentan un mayor tamaño.
  • Lesiones eritematosas multiformes: es decir, lesiones enrojecidas de muchas formas diferentes.
Síntomas de la alergia al sol

Zonas más afectadas por la alergia al sol

Las zonas corporales que se afectan más frecuentemente en la alergia al sol son el cuello, el escote y los antebrazos. También se pueden afectar otras regiones como los brazos, la espalda o las piernas.

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Normalmente, la cara y las manos de los pacientes con EPL no presentan lesiones porque estas zonas reciben generalmente una exposición solar diaria y, por tanto, están habituadas. Esto se debe a que muchos individuos experimentan un efecto de endurecimiento de la piel si se prolonga la exposición al sol, lo que produce que estas zonas se vean menos afectadas por esta enfermedad. 

Por último, recordar que pueden aparecer otras manifestaciones asociadas a la alergia al sol como dolor de cabeza, náuseas o escalofríos, pero no son frecuentes.

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