El diagnóstico de la hipotensión arterial es principalmente clínico, es decir, basta con que el paciente cuente al médico al detalle sus síntomas. Para ello el médico dirigirá la entrevista con una serie de preguntas que ayudan a conocer el contexto en el que se producen:
¿Cuándo suceden los síntomas, por la mañana, por la noche, al incorporarse…?
¿Cómo son de intensos? ¿Dificultan el día a día, llega a desmayarse…?
¿Con qué frecuencia aparecen? ¿Los relaciona con alguna actividad?
¿Cuánto tiempo duran? Si se desmaya, ¿cuánto tiempo tardó en recuperarse?
¿Toma medicamentos? ¿Consume alcohol u otras drogas?
¿Padece enfermedades del corazón, diabetes, epilepsia u otras?
Las pruebas que se realizan tienen tres objetivos: confirmas el diagnóstico de hipotensión arterial, identificar la causa de la hipotensión y descartar otras enfermedades. Las pruebas que suelen realizarse son:
- Análisis de sangre y orina: hay que comprobar que el metabolismo de nuestro cuerpo esté en buenas condiciones. Se presta especial atención al nivel de sales minerales (sodio y potasio) y a la glucosa. Es muy frecuente que los pacientes diabéticos que comienzan su tratamiento con hipoglucemiantes sufran hipoglucemias el primer mes y se asemejen a episodios de hipotensión arterial.
- Hemocultivos y niveles de proteína C reactiva: sirven para destacar una infección. Estas pruebas suelen indicarse solamente cuando hay signos que indiquen una infección, como la fiebre.
- Electrocardiograma: esencial para detectar alteraciones del ritmo cardíaco e infartos de miocardio. El electrocardiograma también puede mostrar alteraciones metabólicas o toxicidad por fármacos.
- Electroencefalograma: sirve para confirmar enfermedades epilépticas cuando se sospechan. La principal sospecha de epilepsia aparece cuando después de un desmayo la persona no recupera el conocimiento hasta pasados varios minutos. Las convulsiones y la pérdida del control de esfínteres también ayudan a identifio
- Test de la mesa basculante: consiste en tumbar al paciente en una mesa durante unos minutos, después esa mesa se inclina hasta colocar al paciente casi de pie. Sirve para valorar la respuesta que tiene nuestro sistema cardiovascular para mantener la misma tensión arterial con diferentes posiciones corporales. Es una prueba esencial para valorar la hipotensión ortostática.