Diagnóstico de la retinosis pigmentaria
Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La retinosis pigmentaria se diagnostica generalmente en adultos jóvenes, aunque ciertas formas ya son evidentes desde la temprana infancia, y otras no se manifiestan hasta la vejez. La evolución de la enfermedad es lenta y progresiva la mayoría de las veces.
El diagnóstico se basa en una historia clínica completa, un examen del ojo (que incluya estudio del fondo de ojo, examen con la lámpara de hendidura y determinación de la presión intraocular), y diversas pruebas complementarias en función de cada caso (analítica sanguínea, medidas del campo visual, de la función de los fotorreceptores, de la agudeza visual, de los reflejos pupilares, visión de los colores, etcétera). Lo más frecuente es encontrar que el paciente presente afectación de ambos ojos, observándose ceguera nocturna, reducción del campo visual y acumulación de pigmentos en el fondo de ojo (localizados sobre todo en la periferia). El diagnóstico de retinosis pigmentaria se establece cuando se encuentra afectación bilateral (ambos ojos), pérdida de visión periférica y un funcionamiento incorrecto de los fotorreceptores (observado por alteraciones en el electrorretinograma).
Las pruebas diagnósticas que se suelen realizar en los pacientes en los que se sospecha una retinosis pigmentaria son:
Creado: 20 de junio de 2014