María Acaso

Profesora e investigadora de Educación Artística y autora de 'Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación'
María Acaso propone fusionar arte y pedagogía para fomentar la creatividad y el pensamiento crítico de los alumnos y estimular su curiosidad porque, según la autora de 'Art Thinking', el arte puede transformar la educación.
María Acaso
“El único camino para llegar al conocimiento es a través de la curiosidad y el deseo de pensar”

20/12/2017

La pasión por el arte de la profesora e investigadora María Acaso la ha llevado a introducirlo en el aula como herramienta para fomentar “el pensamiento divergente y crítico, el placer y el asombro, la capacidad de empoderar a quien está generando ese conocimiento”. Sin que exista así una separación entre pedagogía y arte, sino fusionando ambos conceptos para lograr un mismo objetivo. Ahora acaba de publicar 'Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación' (Paidós, 2017) junto a Clara Megías, para acercar a docentes, alumnos y público en general un concepto que, además, asienta sus pilares en los descubrimientos realizados en los últimos años en el campo de la neuroeducación. Unos hallazgos fundamentales para Acaso porque, como enfatiza la investigadora, “tenemos que preguntarnos por qué seguimos utilizando la lección magistral como único formato de transmisión y qué consecuencias provoca esa metodología en el complicado proceso de entender el deseo de pensar”.

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Art Thinking

En vuestro libro 'Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación' describís esta metodología inspirada en los procesos de creación del arte, que tiene el objetivo de despertar la curiosidad del estudiante. ¿Cómo llegáis al concepto de Art Thinking?

El concepto nace cuando nos preguntamos cómo recuperar en la escuela el deseo de pensar, qué podríamos incorporar en el escenario del aula para recuperar la pasión por el conocimiento, y nos damos cuenta de que las artes incorporan en los procesos de aprendizaje aquello que se ha quedado por el camino: el pensamiento divergente y crítico, el placer y el asombro, la capacidad de empoderar a quien está generando ese conocimiento, así como procesos de trabajo en comunidad, lentos y complejos.

¿Crees que están todos los docentes preparados para incorporar el concepto de Art Thinking en sus clases?

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El Art Thinking no es una receta, es un marco de acción desde el que abordar lo educativo. Cualquier docente, tanto del ámbito formal como del no formal, cualquier madre o padre, cualquier persona que se dedique a educar, puede encontrar en las artes elementos para recuperar esa pasión por pensar y por desarrollar un pensamiento propio y emancipador.

El Art Thinking no es una receta, es un marco de acción desde el que abordar lo educativo

En tu opinión, ¿qué aptitudes requiere el docente del siglo XXI?

El docente del siglo XXI, como el de siglos anteriores, debe entenderse como un sujeto intelectual que ha de estar involucrado en los movimientos sociales y que ha de visibilizarse como un agente político. Para desarrollar esta tarea, tiene que desarrollar su pensamiento crítico y su creatividad, al dejar de entenderse como un transmisor técnico y concebirse como productor cultural.

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¿Cómo propones que se traslade esta metodología al aula?

A través del desarrollo creativo de quien implementa la metodología. Nuestra propuesta no tiene pasos, sino momentos clave. Uno de ellos, por ejemplo, consiste en nombrar, entendiendo ‘nombrar’ como la acción de elegir un tema. Elegir un tema no es un acto banal si lo eliges de una manera estratégica para darle la vuelta a una cuestión concreta que nos parece importante. Y es en ese momento cuando aparece ese deseo de pensar, cuando el tema te interpela.

Creatividad, clave para desarrollar pensamiento crítico

¿Debemos aprender a cuestionar, a analizar por nosotros mismos sin que nos lo den todo 'masticado'?

La emancipación intelectual ha de entenderse como el fin último de la educación, una emancipación que debe dar sentido a nuestras vidas para poder vivirlas con los demás. Que nos den todo masticado es peligrosísimo, porque nos están privando de la posibilidad de ser éticos, críticos, y de inscribirnos en el mundo; nos están privando de todo.

La emancipación intelectual ha de entenderse como el fin último de la educación

¿Hasta qué punto es importante fomentar la creatividad en los niños?

Es importante entender la creatividad como un proceso de pensamiento que nos lleva a hacernos preguntas, más que a solucionar cosas concretas. Dentro de este paradigma, la creatividad es fundamental para generar conocimiento crítico, para desarrollar ideas nuevas, o no tan nuevas, que nos conducen a una línea de pensamiento propio. Es, por lo tanto, fundamental.

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¿Cómo podemos favorecer el desarrollo de la creatividad en nuestros hijos desde casa?

Animando a nuestros hijos a hacerse preguntas sobre lo que hacen y lo que consumen. Y también introduciendo micronarrativas, es decir, aquellos productos (visuales, musicales, etcétera) a los que es difícil llegar. Además de conocer las grandes marcas de entretenimiento, es importante que experimentemos otros relatos –estoy pensando ahora mismo en Studio Ghibli (considerado uno de los mejores estudios de películas de animación), por ejemplo– que nos permitan ir más allá de lo mainstream e imaginar otros mundos posibles.

La creatividad es fundamental para generar conocimiento crítico y para desarrollar ideas que nos conducen a una línea de pensamiento propio

Las emociones en el proceso de aprendizaje

De poco sirve que queramos que un niño aprenda si no despertamos su deseo e interés. ¿Hasta qué punto es necesario emocionar al alumno?

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Lo filósofos franceses Deleuze y Guattari decían que el conocimiento no llega si el deseo no lo convoca, y es justo en ese momento del deseo donde pensamos que es importante situar la educación. La idea es que el único camino para llegar al conocimiento es a través de la curiosidad y el deseo de pensar.

¿Cuáles son las claves para educar desde la emoción?

La clave es dejar de entender los procesos psicológicos como una solución e ir más allá y preguntarnos: ¿Cuál es la raíz del malestar vital de la comunidad de aprendizaje? ¿Por qué razón necesitan los niños y los adultos ayuda psicológica? Los problemas vitales que sostenemos (depresión, ansiedad, falta de conocimiento de uno mismo y de los demás) no se solucionan con una clase de yoga; para introducir de una manera seria la inteligencia emocional en las aulas, hay que ir al origen de ese malestar, analizarlo, y trabajarlo desde presupuestos sociales y políticos.

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Entendéis el aprendizaje como “un proceso interminable”. ¿De qué o de quiénes seguís aprendiendo?

En este momento estamos muy interesadas en aprender de los colectivos artísticos y sociales, y en llevarlos a la escuela. La escuela necesita recuperar la conexión con lo que está ocurriendo aquí y ahora, por lo que es urgente conectarla con los agentes que están transformando la sociedad.

Para introducir de una manera seria la inteligencia emocional en las aulas, hay que ir al origen del malestar vital, analizarlo, y trabajarlo

Conectar lo educativo con la realidad social

Vemos cada vez más proyectos educativos que apuestan por nuevas formas de enseñar, por despertar las emociones de los alumnos, pero no sé si aún queda mucho por andar. ¿Qué es necesario para que el cambio educativo sea una realidad?

Lo más urgente es conectar lo educativo con la realidad social; vincular la escuela, la universidad y el museo, con los problemas que atraviesan las sociedades en las que se inscriben. Hemos perdido definitivamente esta conexión, y me parece muy urgente recuperarla.

Por otro lado, es necesario un cambio metodológico, entendiendo las metodologías como un proceso que activa el pensamiento de una manera y no de otra, que nos hacen desarrollar el deseo de pensar para unas cosas determinadas, y no para otras. Los contenidos se tienen que seleccionar críticamente, pero también han de ser distribuidos críticamente. Tenemos que preguntarnos por qué seguimos utilizando la lección magistral como único formato de transmisión y qué consecuencias provoca esa metodología –y no otra– en el complicado proceso de entender el deseo de pensar. En cualquier caso, hay que problematizar ese cómo, problematizar el diseño y el uso de las metodologías.

Tenemos que preguntarnos por qué seguimos utilizando la lección magistral como único formato de transmisión, y qué consecuencias provoca esa metodología

Entonces, ¿realmente puede ser la educación un acto político, un motor de cambio social?

Si queremos vincular lo educativo con los problemas que atraviesan lo social, desarrollar el pensamiento crítico visual es una de las metas más importantes de cualquier institución educativa, incluyendo a la familia como institución. Esta meta nos vuelve a conectar con la educación artística que, curiosamente, ha sido prácticamente aniquilada del sistema educativo español. Una sociedad que ha desprovisto a niños y jóvenes del conocimiento sobre los lenguajes que más consumen (lenguaje audiovisual) es una sociedad ciega en todos los sentidos.

La educación artística ha sido prácticamente aniquilada del sistema educativo español

¿En qué momento nos encontramos a nivel educativo?

Como en muchas otras cosas, nos encontramos en un momento paradójico en el que, por un lado, hay fuertes recortes en educación, especialmente en la educación pública, al mismo tiempo que se están produciendo avances interesantes puesto que, ahora, la innovación se considera necesaria, aunque aquí tendríamos que entender bien qué significa el término innovación

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