Compartir habitación entre hermanos: pros y contras
Actualizado: 4 de mayo de 2023
Compartir o no compartir habitación entre hermanos es una decisión que las familias con más de un hijo se plantean en algún momento cuando los niños van creciendo. El tamaño y la disposición de las viviendas no siempre permiten que cada hijo tenga su propia habitación, pero esto puede afrontarse como una oportunidad. Así lo ve Bibiana Infante, psicóloga y cofundadora de la Asociación de Disciplina Positiva España: “Esto puede por supuesto tener sus ventajas y sus inconvenientes, pero lo vemos más como una gran oportunidad de aprendizaje ya que, durante su vida, serán muchos los espacios que tendrán que compartir con otras personas”.
Según la experta, desde la Disciplina Positiva, teniendo como objetivo fundamental el preparar a los niños para la vida, compartir espacios es una manera muy valiosa de aprender a convivir y a respetar. “Los niños que comparten habitación con hermanos deberán tener en cuenta las necesidades de su compañero de cuarto y no solo las suyas propias. Por tanto, no creo que haya problema ninguno siempre y cuando la premisa fundamental sea el respeto mutuo”, señala.
Los niños que comparten habitación deben ser capaces de crear sus propias normas de convivencia, lo cual “es riquísimo para su desarrollo”
Para Alberto Soler, psicólogo experto en crianza y familia y coautor de los libros Hijos y padres felices. Cómo disfrutar la crianza (Kailas) y Niños sin etiquetas (Paidós), no hay una respuesta única a la cuestión de cuándo separar a los hermanos de habitación, ya que es una decisión familiar que va a depender de varios factores, como son la relación entre los hermanos, la diferencia de edad, el temperamento de cada uno o la existencia de más hermanos en la familia.
Al igual que Bibiana Infante, Alberto Soler considera que, pese a lo anterior, el factor que más va a condicionar la decisión es la disponibilidad de espacios en la casa para que se pueda dar esa emancipación. “Cada vez vivimos en casas más pequeñas y no todas las familias pueden permitirse dar a cada hijo su propio espacio independiente. Tanto los padres como los hermanos lo pueden preferir, pero hay veces que la realidad se impone”.
El psicólogo deja claro que aunque la separación no es una condición necesaria, y no siempre puede darse aunque se desee, quizá sí pueda ser necesario para algunas familias poderles dar cierta independencia e intimidad, si la necesitan, por otras vías como, por ejemplo, actividades, tiempo libre u horarios. Y, por supuesto, trabajar mucho las habilidades de negociación y comunicación que, según Soler, van a ser esenciales.
Cuándo separar a los hermanos de habitación: motivos para que no compartan cuarto
En la convivencia familiar van a producirse en algún momento desacuerdos o conflictos que pueden ser entre hermanos, entre los progenitores, o entre padres e hijos. Aprender a resolver situaciones de conflicto será una parte más del aprendizaje que supone ser padres e hijos. Insiste Bibiana Infante que pueden darse épocas más complicadas, pero considera que de “cada reto que surja podrán sacar un aprendizaje”, que es lo que proponen y sobre lo que se basa la educación de los niños desde la Disciplina Positiva.
También en el caso de compartir habitación esta premisa es aplicable: “Para los hermanos, todo lo que conlleva tener ese espacio en común les preparará para la vida, ya que aprenderán muchas de las habilidades que les harán falta en infinidad de momentos”. Sin embargo, ciertos factores pueden influir en la conveniencia de que cada hijo tenga su propio cuarto:
Convivencia conflictiva
Si bien los conflictos no deberían ser en sí mismos motivos para separarles de habitación, ¿hay señales que nos indiquen que sí puede haber un problema y que debemos separarles de habitación? Para Alberto Soler la principal señal es que ellos mismos lo demanden, incluso antes de que surjan problemas, o que nosotros veamos señales indirectas de que esa convivencia conflictiva va mucho más allá de una etapa complicada: aumento del número e intensidad de los conflictos, evitación del hermano, empeoramiento del clima familiar, etcétera.
Diferencias entre niños y niñas
Bibiana Infante considera que está claro que a medida que crecen necesitarán sus espacios de intimidad, pero esto no está reñido con poder convivir y compartir. “En la vida en sociedad serán infinitos los momentos y los entornos en los que hombres y mujeres deberán compartir espacios, despachos, equipos de trabajo… y el haberlo hecho antes supondrá una ventaja. Volvemos a la idea de que el hecho de compartir siempre va a enriquecer a los niños y les va a llenar de habilidades para su vida futura”, explica.
Deseo de intimidad
Alberto Soler ha observado que muchas familias prefieren separarles cuando los hermanos son de distinto sexo, o adelantan la decisión por este motivo. “Llega una edad en la que pueden dejar de sentirse cómodos por este motivo, pero no es el único. Como comentaba, las diferencias de temperamento y la relación son aspectos tanto o más importantes que el sexo de cada uno de ellos. Pero volvemos a lo del principio: si no hay más espacio en casa, nos tendremos que apañar con el que hay”, sostiene.
Recomendaciones para decidir si separar a los hermanos de cuarto
Si bien como apuntan los expertos la decisión de que los hijos compartan o no habitación depende en gran parte de las posibilidades de nuestra vivienda, hay una serie de recomendaciones que Alberto Soler y Bibiana Infante nos dan para tomar la decisión de separarles o no separarles desde la empatía y el sentido común:
Creado: 10 de junio de 2021