Elena Serrano del Pozo

Dietista experta en salud hormonal femenina y endometriosis y autora de ‘¿Por qué me duele tanto la regla?’
La endometriosis es una enfermedad inflamatoria crónica difícil de tratar. Elena Serrano del Pozo, experta en dietética y salud hormonal femenina, y autora de 'Por qué me duele tanto la regla', explica cómo combatirla con una dieta adecuada.
Elena Serrano
“Muchos consideran la endometriosis como un simple dolor de regla que se soluciona tomando un analgésico, pero es una enfermedad mucho más compleja y si no se diagnostica a tiempo puede llegar a estadios muy graves”

21/05/2023

Según la Organización Mundial de la Salud, la endometriosis (aparición de tejido endometrial fuera del útero) afecta aproximadamente a 190 millones de mujeres y niñas en edad reproductiva en todo el mundo. Es una enfermedad que condiciona el día a día de quien la padece. Elena Serrano del Pozo lo sabe muy bien, ya que fue diagnosticada muy joven con este problema. Su propia experiencia le ha llevado a especializarse en salud digestiva y hormonal de la mujer, y en este trastorno en particular. Por ello, desde su web Vida con endometriosis ofrece consultas online, programas nutricionales o cursos para sobrellevar esta dolencia del mejor modo posible. Además, acaba de publicar el libro ¿Por qué me duele tanto la regla? Una guía para entender la endometriosis y aprender a vivir con ella (Editorial Zenith), donde ofrece numerosas claves para manejarla desde el tratamiento médico, pero también desde otros ámbitos como el de la nutrición, que es más importante de lo que parece, como nos explica en esta entrevista.

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Aseguras que la endometriosis es la enfermedad de la incomprensión: por fuera no se ve, pero por dentro tú estás destrozada. Entonces ¿hasta qué punto es esencial sentirse comprendida y arropada por la familia y los amigos, y hacer tribu?

Portada "¿Por qué me duele tanto la regla?"

Es una enfermedad de la que no se habla; normalmente no es algo que tú comentes con la gente y vayas diciendo por ahí “tengo endometriosis”. Generalmente, cuando te lo dice el médico te lo guardas, y luego cuando se lo cuentas a la familia te preguntan: ¿eso qué es? Nadie te entiende exactamente. Por eso, de primeras, no conoces a más personas que tengan endometriosis. Te sientes muy sola y se hace muy duro.

Sus síntomas no los ve nadie… El dolor lo tienes por dentro y no se entiende que pasen tantos días y no se vaya. Aunque te tomes analgésicos, el dolor sigue ahí. Es una enfermedad que tiene tan difícil cura, tan difícil tratamiento, que te sientes muy incomprendida por parte de tu familia y amigos, y también por parte de los médicos. Por eso siempre hablo de la importancia de contactar con las asociaciones para saber que hay más gente como tú y estar todas juntas. Conectar con otras chicas, por ejemplo, por redes sociales, para compartir lo que nos pasa.

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Además, a mí me diagnosticaron hace unos 20 años y no había la información que hay ahora: redes, web, etcétera. No había libros, ni siquiera el médico te daba información. La gente no sabía lo que era. Por eso publicaciones como la mía son importantes no sólo para que los pacientes tengan información, sino para que el resto de la sociedad vaya sabiendo de qué trata la enfermedad.

Adviertes que muchos médicos no entienden de endometriosis. ¿Cómo es esta patología y por qué su diagnóstico es tan complicado? 

Tradicionalmente se considera la endometriosis una enfermedad ginecológica, pero los quistes pueden aparecer en cualquier lugar y además la inflamación que producen da lugar a otras alteraciones en otros órganos. Está muy relacionada con el sistema digestivo o con la vejiga, e incluso puede haber una endometriosis pulmonar… Y muchas veces el ginecólogo no te puede dar respuesta a muchos de los síntomas que tienes.

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Cada vez hay más médicos formados, lo que es realmente esencial, pero muchos consideran la endometriosis como un simple dolor de regla que se soluciona tomando un analgésico. Es una enfermedad mucho más compleja y, además, si no se diagnostica a tiempo, puede llegar a estadios muy graves, a necesitar de operaciones muy complicadas y con muchas secuelas. Si nada más descubrir un quiste se pone un tratamiento hormonal, una dieta antiinflamatoria, se dan indicaciones para hacer ejercicio y descansar bien…, tienes más probabilidades de que no avance.

La endometriosis es una enfermedad que tiene tan difícil cura, tan difícil tratamiento, que te sientes muy incomprendida por parte tu familia y amigos, y también por parte de los médicos

Por suerte, no todos los casos son graves y hay gente con endometriosis que tiene dolores leves. Pero, como se complique, puede ser muy problemática. Por tanto, yo diría que es una enfermedad muy extraña, no sabemos todavía a qué se debe y por eso es más difícil de frenar. Hay mujeres que responden muy bien al tratamiento hormonal y otras que, por el contrario, a pesar de eso sigue avanzando; hay mujeres con quistes muy grandes que apenas tienen síntomas, frente a otras con quistes muy pequeños con síntomas horribles. El tratamiento que le va bien a una no le va bien a otra.  

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El principal síntoma de la endometriosis es el dolor y en el libro explicas que hay mucho dolor asociado a ella: dolor pélvico crónico, durante las relaciones sexuales, dolor lumbar, al ir al baño… ¿Por qué es tan difícil de tratar?

El dolor a veces va más allá. Partimos de la base de que el dolor en ocasiones no responde a un daño (dolor por un quiste, por ejemplo). Pero como la cosa se cronifica y el dolor es continuo, los nervios de la zona se sensibilizan. Tengas ese daño o no, el dolor está ahí.

El cansancio extremo es otro de los factores que conlleva la endometriosis y es muy duro. Te provoca falta de autoestima

Acaba siendo lo que se denomina un dolor neuropático. Por eso muchas veces, aunque el tratamiento haya sido efectivo o haya habido una intervención quirúrgica para quitar el quiste, el dolor continúa. Y puede estar en cualquier zona: puede ser un dolor lumbar, una ciática, o incluso dolores cervicales que el médico mismo ha dicho que provienen de la endometriosis. Los analgésicos en un momento puntual pueden valer, pero a la larga esos dolores son crónicos y, tan fuertes, que no pueden acabar con ellos. Y ahí entra en juego la forma de vida. 

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El cansancio es otro de los grandes síntomas de la “endo”, como confiesas que a veces le llamáis las afectadas. ¿Cómo se sobrelleva?

El cansancio extremo es otro de los factores que conlleva la endometriosis y es muy duro. Ir a trabajar, tener hijos, ir de compras, quedar con amigos… Al final acabas forzándote a ti misma para hacer las cosas. Te dices: “tengo que poder”, porque no vas a estar todo el día en la cama. Y esto para uno mismo duele muchísimo; te provoca falta de autoestima.

Cuando hay un desequilibrio de la microbiota y el intestino tiene inflamación, pueden desarrollarse quistes. Sin embargo, los problemas digestivos son los síntomas más ignorados de la endometriosis

La inflamación que provoca la enfermedad provoca una reacción en cadena: que ya estés cansada de por sí, que no duermas bien, que el cansancio te lleve a tomar peores decisiones en cuanto a la alimentación (y una mala dieta produce más inflamación), que el cansancio te impida hacer ejercicio… Es un bucle del que es muy difícil salir. 

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La dieta ideal para controlar la endometriosis

¿Cómo es de estrecha la relación entre el sistema gastrointestinal y la endometriosis?

Hay que tener en cuenta que el intestino y todo lo que es el sistema reproductor están físicamente pegados uno contra el otro en el abdomen. Toda la inflamación y el estrés oxidativo que producen los quistes de la endometriosis afectan directamente al intestino, pero también al revés.

Las verduras son muy importantes porque nos van a aportar la parte antiinflamatoria de la dieta

Se ha visto que cuando hay un desequilibrio de la microbiota y el intestino tiene inflamación, al tener los ovarios ahí pegados, puede provocar que se desarrollen quistes en la endometriosis. Sin embargo, los problemas digestivos son los síntomas más ignorados de la endometriosis; normalmente no se les da la importancia que realmente tienen.

La dieta se estudia cada vez más como un elemento clave para abordar la endometriosis, aunque a veces hay evidencias contradictorias. Tú, como una de las pocas profesionales de la nutrición especializadas en endometriosis, ¿qué importancia le das a la alimentación para esta enfermedad y qué tipo de dieta recomiendas?

La alimentación es uno de los pesos grandes para luchar contra la endometriosis. Necesitamos una dieta repleta de nutrientes; muy, muy equilibrada. No hace falta centrarse en “esto sí, esto no”. Hay que tratar de comer de todo porque de esta manera nuestro cuerpo puede hacer frente a todas las reacciones que necesita, incluida la lucha contra la inflamación que provoca la endometriosis.

Dentro de la alimentación todo es muy relativo, por lo que en realidad no hay una dieta como tal; la gracia es que cada uno pueda adaptarla a sus gustos y a su manera de comer. Lo que suelo recomendar es establecer una dieta en la que los alimentos no te produzcan más inflamación. Ya sabemos más o menos los que son: el gluten, los alimentos ultraprocesados, el azúcar… Y también una dieta que no te aporte más estrógenos. Una dieta nutritiva y que sea favorable para la microbiota.

Dices que las verduras son la piedra angular de la alimentación si padecemos endometriosis, y en el libro desgranas todas sus propiedades y secretos ¿Por qué son tan importantes?

Aunque no hay que descuidar el resto de nutrientes, yo diría que las verduras son los más importantes porque son las que nos van a aportar la parte antiinflamatoria de la dieta. Son imprescindibles los micronutrientes que contienen, pero también todos esos componentes de las plantas que aportan efectos casi sanadores: sustancias antiinflamatorias, antioxidantes… En un trozo de pan no vas a encontrar nada de esto.    

Es indudable que lo más importante de la dieta para la endometriosis es aumentar el consumo de verduras. Mira, habitualmente con las dietas la gente dice: “no puedo comer esto o lo otro” y yo respondo: “sí, come, come; pero de lo bueno”.

Aquí y ahora no podemos explicar todos los nutrientes de la alimentación para la endometriosis. En el libro ya te ocupas de ello y das muchas claves y consejos, e incluso propones recetas. Pero no quiero dejar de preguntarte por el gluten y los lácteos: ¿por qué hay que tener cuidado con ellos?  

El gluten tiene tela. Es un alimento inflamatorio de por sí para todas las personas. Aquellos totalmente sanos y con un sistema inmune fuerte pueden consumirlo sin problema. Pero cuando tenemos una enfermedad inflamatoria o tenemos tocado el sistema inmune, como es el caso de la endometriosis, el gluten puede empeorar la situación. Hay estudios donde se relaciona el aumento del dolor en personas con endometriosis cuando consumen gluten. Causa inflamación intestinal y también empeora las sensaciones de dolor del cuerpo.  

Cuando tenemos una enfermedad inflamatoria como la endometriosis el gluten empeora la situación

Pero el problema con retirar el gluten es que la celiaquía es muy difícil de diagnosticar. Si lo quitamos totalmente de la alimentación y más adelante existe una sospecha de celiaquía, ¿cómo sabemos si una persona es celiaca o no? Por lo tanto, yo nunca recomiendo hacerlo desaparecer de la dieta, pero sí reducirlo todo lo que se pueda.

Lo de los lácteos es menos acusado que el gluten; no son alimentos malos de por sí. Pero muchas de las sustancias que tienen, como la lactosa o las caseínas, pueden dar problemas de inflamación. En definitiva, no se trata de hacer dietas estrictas, sino de no consumir mucho los alimentos más problemáticos.

Para finalizar en el ámbito de la nutrición, me gustaría que me contaras un poco qué es eso de los antinutrientes.

He de decir que es interesante conocerlos, pero no obsesionarse. Los antinutrientes son unas sustancias que están dentro de todas las semillas de las plantas, por supervivencia. Son pequeños químicos tóxicos para que los insectos no se las coman y sí que se ha visto que pueden empeorar ciertas enfermedades, como por ejemplo las autoinmunes o enfermedades que cursan con inflamación del intestino. Con endometriosis no se trata de no volver a comer semillas nunca más, pero sí que este tipo de alimentos como los cereales (arroz, avena, maíz y sus derivados, las harinas) no estén demasiado presentes en la dieta. Que se consuman de vez en cuando.

Sexualidad y fertilidad: cómo les afecta la endometriosis

La endometriosis nos afecta profundamente en nuestra vida en pareja, ¿de qué manera perjudica nuestra libido y nuestra sexualidad?

El tratamiento principal de la endometriosis se hace a través de hormonas anticonceptivas para paralizar los quistes, pero también paralizan la libido. Esto, unido a que normalmente tenemos cansancio y dolor, te quitan las ganas de todo. Puedes entrar en una apatía, un estado casi depresivo, que hace muy complicadas las relaciones de pareja. No sólo la sexualidad en sí, sino mantener una relación sentimental con una persona que está así es complicado. Es complicado para una misma, pero para la otra parte también. No puedes dar a tu pareja todo lo que querrías.   

Y en cuanto a la fertilidad, ¿cómo actúa esta enfermedad? ¿Puede conseguirse el embarazo de forma natural?

La endometriosis en sí no es que cause infertilidad y sí que se puede lograr el embarazo. Pero cuando te pones a investigar ves un montón de casos en los que es complicado hacerlo. Los síntomas, las adherencias y la inflamación que provoca la endometriosis pueden conllevar que se bloqueen las trompas y hacen más difícil la implantación del embrión. Eso sí, no ocurre en todos los casos y al final se suele conseguir.

Normalmente los médicos suelen decir que, si tienes endometriosis y en seis meses no has conseguido el embarazo de forma natural, acudas a una revisión. Es un poco orientativo. Pero yo creo que siempre merece la pena agotar antes todas las vías naturales, los métodos de fertilidad naturales, antes de recurrir a cualquier tratamiento de fertilidad, más que nada porque son muy caros y poco efectivos. Antes de ir al médico probar la alimentación y mejorar el estilo de vida. 

Consejos para aliviar los síntomas de la endometriosis

Además de la alimentación, también hablas de otras cosas que podemos hacer para mejorar la endometriosis. El bienestar mental es esencial y, por ejemplo, el control del estrés y la ansiedad deberían ser una prioridad, ¿verdad?  

El estrés es crucial. Nosotras mismas lo notamos, las que tenemos endometriosis comprobamos que el dolor se acentúa en el momento en el que estamos un poco más alteradas. Las chicas en consulta me lo dicen mucho. Para esto hay muchos métodos que comento en el libro, como el mindfulness o la meditación, pero, sobre todo, ejercicios de respiración. Cualquier cosa que te haga sentir mejor y te evite estar “rumiando en la cabeza” viene bien.

Las que tenemos endometriosis comprobamos que el dolor se acentúa en el momento en el que estamos un poco más alteradas, con más estrés

Para mí el psicólogo es una pieza clave del tratamiento de la endometriosis. Primero, te puede ayudar mucho a aceptar tu nueva situación: necesitas asimilar que tu vida va a ser mucho más complicada. Y posteriormente lo necesitas para controlar la ansiedad. Cuando tienes todos estos síntomas de los que hemos hablado, de forma tan continuada y durante tanto tiempo, es inevitable no sentirse bien con la vida. La depresión está al acecho.

 Por último, señálanos algunas claves de la actividad física y del descanso, respectivamente, que nos ayuden a mejorar los síntomas.  

El cuerpo está hecho para moverse y cuando no lo hacemos empiezan los problemas. Pero, claro, al estar tan cansada y con dolor, se hace muy difícil ponerse a hacer cualquier tipo de ejercicio. Si la endometriosis nos da un poco de descanso, lo que hay que hacer es andar, porque andar es lo más antiinflamatorio que puedes llevar a cabo.

Y el descanso también va de la mano. Tener un buen descanso va a hacer que tengas menos inflamación en el cuerpo. Pero muchas veces tienes dolor por la noche u otros problemas psicológicos que van afectar al tema del sueño.

Al final, si no puedo “ponerme en marcha” o conciliar el sueño lo esencial es buscar profesionales que me ayuden a hacer ejercicio o a dormir. Esa es una de las grandes claves, si tú sola no puedes busca ayuda.

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