Qué es la sensibilidad al gluten no celíaca y cómo identificarla
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
La sensibilidad al gluten no celíaca, también llamada de modo más breve sensibilidad al gluten, es una intolerancia digestiva a esta proteína presente en algunos cereales como trigo, cebada, avena y centeno. El gluten es una mezcla de dos proteínas que se llaman glutenina y gliadina, y que son las que confieren a las masas su capacidad elástica. Por este motivo es tan difícil conseguir panes elaborados con harinas sin gluten con características similares a los elaborados con harinas con gluten.
Este trastorno se produce cuando determinadas personas ingieren alimentos que contienen gluten y, al llegar este al intestino, no se produce una buena digestión ni absorción, provocando alteraciones digestivas principalmente.
En personas sensibles al gluten no celíacas, la ingesta de gluten produce sintomatología siempre y, además, se inicia de forma bastante rápida una vez consumido el alimento.
Sin embargo, tal y como se indica, se trata de una intolerancia por lo que, en estos casos, se tolera una cierta cantidad de gluten. Cada persona tiene un umbral de tolerancia diferente que puede fluctuar en el tiempo, pero es difícil encontrar casos en los que no se pueda tomar cantidad ninguna. En esto se diferencia claramente de la enfermedad celíaca.
La sintomatología más frecuente está marcada por la malabsorción a nivel intestinal y consta de dolor y distensión abdominal, flatulencias, diarrea, estreñimiento, náuseas, vómitos, ardor y sensación de quemazón, cansancio, malestar general, etcétera. Si las diarreas son abundantes, frecuentes y mantenidas en el tiempo, se pueden dar casos de deshidratación o déficit de algunos nutrientes por los procesos de mala digestión y absorción.
Diagnóstico diferencial de la sensibilidad al gluten
Los trastornos de salud relacionados con el gluten son todos aquellos que convergen en esta proteína pero son entidades diferentes, entre ellos se encuentran la enfermedad celíaca, la alergia al gluten y la sensibilidad al gluten no celíaca.
En el caso del diagnóstico de celiaquía se necesita que esté presente el gen de la celiaquía, que es un diagnóstico genético, y también que haya anticuerpos positivos en el organismo. Estos dos marcadores son indispensables; si uno de los dos no está presente, ya no se puede diagnosticar enfermedad celíaca.
Realizando una biopsia intestinal es posible confirmar la atrofia de las microvellosidades intestinales, pero no es un criterio específico de diagnóstico, es más, se empieza a sugerir que, en determinados casos, como en los niños, se evite la biopsia por ser una técnica invasiva. En el caso de enfermedad celíaca puede haber o no sintomatología, pero si se ingiere gluten la mucosa o pared intestinal estará dañada.
La alergia al gluten, como cualquier otra alergia alimentaria, funciona con mediadores inmunológicos y es otro trastorno diferente. Con respecto a la sensibilidad al gluten no celíaca es aquella patología que no es celiaquía ni alergia al gluten, sino que es una intolerancia digestiva a esta proteína que provoca alteraciones digestivas.
Actualmente no existe un marcador específico para el diagnóstico de la sensibilidad al gluten no celíaca, y se diagnostica habitualmente por eliminación. Si el paciente no padece enfermedad celíaca, ni alergia al gluten, y se comprueba que la ingesta de esta proteína produce sintomatología siempre y de manera relativamente inmediata, se interpreta que padece sensibilidad al gluten no celíaca.
Creado: 27 de abril de 2016